S&P considerará como un impago la deuda de Grecia
Nueva York, EFE
La reestructuración de la deuda de Grecia con sus acreedores privados será considerada "con toda seguridad" como un impago por Standard & Poor's (S&P) y la nota del país se verá así rebajada hasta la insolvencia, según dijo hoy el director general de esa agencia de calificación, John Chambers.
"Con toda seguridad lo mínimo que va a pasar en Grecia es un canje (de bonos) que cualificaría en nuestros criterios como impago", aseguró hoy Chambers, en una conferencia sobre la crisis de deuda soberana organizada por la agencia de información financiera Bloomberg.
Para la calificadora, el canje de bonos de Grecia con sus acreedores privados significará un impago, por lo que el país verá rebajada aún más su calificación, ahora en "CC" (situación cercana a la insolvencia), probablemente hasta la nota más baja posible de "D", que indica que un país es insolvente.
"Si estuvieran implementando las políticas correctas podrían volver al mercado, pero su carga de deuda va a seguir siendo muy, muy alta, así que su calificación después del impago seguirá siendo baja", añadió el jefe de la calificadora que rebajó de un plumazo la nota de nueve países de la zona euro hace diez días.
Pese a esas duras palabras, que se producen en un momento crítico para Grecia mientras trata de alcanzar un acuerdo para la condonación de una importante parte de su deuda, Chambers añadió que la quiebra no destruirá "necesariamente" la "imagen de la unión monetaria".
A juicio del máximo responsable de S&P, la "clave" para que no haya "un efecto dominó" es que el resto de los países del euro sigan adelante con los planes que han venido anunciando para luchar contra la crisis de la deuda.
Muy diferentes fueron las palabras del integrante español del Comité Ejecutivo del Banco Central Europeo (BCE), José Manuel González-Páramo, quien en una charla posterior durante esa misma conferencia dijo que una situación de impago de Grecia "no debería ocurrir".
González-Páramo se mostró esperanzado en que las dilatadas negociaciones entre el Gobierno heleno y sus acreedores privados para la quita de parte de su deuda "están cerca del final" y dijo que la institución a la que pertenece tiene "fe en que el sentido común prevalecerá".
Los ministros de Economía y Finanzas de la zona euro (Eurogrupo) rechazaron el lunes los términos de la oferta de canje de bonos presentados por los acreedores privados al Gobierno heleno para la condonación del 50 % de la deuda, y pidieron que acepten un cupón por debajo del 4 % y forjen un consenso en los próximos días.
Standard & Poor's ha recibido un aluvión de críticas en los últimos tiempos, sobre todo por ser la primera en la historia en quitarle a Estados Unidos la matrícula de honor de "AAA", que indica máxima solvencia, pero también por las múltiples acciones emprendidas contra países de la zona euro.
La agencia también dejó a Francia, Austria y el fondo de rescate europeo sin la preciada triple A, mientras que rebajó las notas de Italia, España, Malta, Eslovaquia, Eslovenia, Chipre y Portugal, a esas dos últimas hundiéndolas hasta el "territorio basura".
Pese a las críticas, Chambers tiene clara la respuesta a la pregunta de si las acciones de su agencia empeoran las cosas: "lo que no quieres es intentar suprimir una acción crediticia esperando que las cosas mejoren y luego tener que hacer cambios de múltiples escalones, eso no le hace ningún favor a nadie".
El sombrío panorama dibujado por el jefe de S&P fue respaldado por otro de los ponentes, el profesor de Economía de la Universidad de Nueva York Thomas Cooley, quien alertó de los problemas económicos más a largo plazo que afronta la eurozona, entre los que mencionó la baja productividad y la necesidad de reformas educativas.
A pesar del ambiente pesimista que se respiraba en ese encuentro al analizar la crisis de deuda soberana, el consejero del BCE quiso calmar los ánimos durante su charla, en la que además descartó la posibilidad de una "recesión profunda" este año en la eurozona.
Por el contrario, González-Páramo aseguró que los mercados están ahora "razonablemente seguros de cuáles son los compromisos" de los países de la zona euro, por lo que añadió que las posibilidades de que el Viejo Continente "sorprenda de manera positiva" han aumentado.
La reestructuración de la deuda de Grecia con sus acreedores privados será considerada "con toda seguridad" como un impago por Standard & Poor's (S&P) y la nota del país se verá así rebajada hasta la insolvencia, según dijo hoy el director general de esa agencia de calificación, John Chambers.
"Con toda seguridad lo mínimo que va a pasar en Grecia es un canje (de bonos) que cualificaría en nuestros criterios como impago", aseguró hoy Chambers, en una conferencia sobre la crisis de deuda soberana organizada por la agencia de información financiera Bloomberg.
Para la calificadora, el canje de bonos de Grecia con sus acreedores privados significará un impago, por lo que el país verá rebajada aún más su calificación, ahora en "CC" (situación cercana a la insolvencia), probablemente hasta la nota más baja posible de "D", que indica que un país es insolvente.
"Si estuvieran implementando las políticas correctas podrían volver al mercado, pero su carga de deuda va a seguir siendo muy, muy alta, así que su calificación después del impago seguirá siendo baja", añadió el jefe de la calificadora que rebajó de un plumazo la nota de nueve países de la zona euro hace diez días.
Pese a esas duras palabras, que se producen en un momento crítico para Grecia mientras trata de alcanzar un acuerdo para la condonación de una importante parte de su deuda, Chambers añadió que la quiebra no destruirá "necesariamente" la "imagen de la unión monetaria".
A juicio del máximo responsable de S&P, la "clave" para que no haya "un efecto dominó" es que el resto de los países del euro sigan adelante con los planes que han venido anunciando para luchar contra la crisis de la deuda.
Muy diferentes fueron las palabras del integrante español del Comité Ejecutivo del Banco Central Europeo (BCE), José Manuel González-Páramo, quien en una charla posterior durante esa misma conferencia dijo que una situación de impago de Grecia "no debería ocurrir".
González-Páramo se mostró esperanzado en que las dilatadas negociaciones entre el Gobierno heleno y sus acreedores privados para la quita de parte de su deuda "están cerca del final" y dijo que la institución a la que pertenece tiene "fe en que el sentido común prevalecerá".
Los ministros de Economía y Finanzas de la zona euro (Eurogrupo) rechazaron el lunes los términos de la oferta de canje de bonos presentados por los acreedores privados al Gobierno heleno para la condonación del 50 % de la deuda, y pidieron que acepten un cupón por debajo del 4 % y forjen un consenso en los próximos días.
Standard & Poor's ha recibido un aluvión de críticas en los últimos tiempos, sobre todo por ser la primera en la historia en quitarle a Estados Unidos la matrícula de honor de "AAA", que indica máxima solvencia, pero también por las múltiples acciones emprendidas contra países de la zona euro.
La agencia también dejó a Francia, Austria y el fondo de rescate europeo sin la preciada triple A, mientras que rebajó las notas de Italia, España, Malta, Eslovaquia, Eslovenia, Chipre y Portugal, a esas dos últimas hundiéndolas hasta el "territorio basura".
Pese a las críticas, Chambers tiene clara la respuesta a la pregunta de si las acciones de su agencia empeoran las cosas: "lo que no quieres es intentar suprimir una acción crediticia esperando que las cosas mejoren y luego tener que hacer cambios de múltiples escalones, eso no le hace ningún favor a nadie".
El sombrío panorama dibujado por el jefe de S&P fue respaldado por otro de los ponentes, el profesor de Economía de la Universidad de Nueva York Thomas Cooley, quien alertó de los problemas económicos más a largo plazo que afronta la eurozona, entre los que mencionó la baja productividad y la necesidad de reformas educativas.
A pesar del ambiente pesimista que se respiraba en ese encuentro al analizar la crisis de deuda soberana, el consejero del BCE quiso calmar los ánimos durante su charla, en la que además descartó la posibilidad de una "recesión profunda" este año en la eurozona.
Por el contrario, González-Páramo aseguró que los mercados están ahora "razonablemente seguros de cuáles son los compromisos" de los países de la zona euro, por lo que añadió que las posibilidades de que el Viejo Continente "sorprenda de manera positiva" han aumentado.