Mubarak autorizó el uso de la fuerza durante las manifestaciones, según la fiscalía
El Cairo, EP
La fiscalía egipcia asegura que el expresidente Hosni Mubarak fue uno de los responsables de los asesinatos de las revueltas de enero y febrero de 2011 que provocaron su caída, asegurando que aprobó el uso de la fuerza.
El expresidente, sus dos hijos, el ex primer ministro Habib el Adly y seis ex altos cargos de la Policía se enfrentan a varios cargos por corrupción y por su participación en la muerte de 850 manifestantes durante las manifestaciones que provocaron la dimisión de Mubarak.
Durante la segunda jornada de las tres previstas para esta semana, el jefe de la fiscalía, Mustafá Suleiman, explicó que no se juzgará al expresidente y a los otros acusados por estar implicados directamente en las muertes, sino que se les juzgaría como "participantes" por estar implicados en la autorización sobre el uso de la fuerza.
Según Suleiman, los detenidos autorizaron el uso de la fuerza para evitar que los manifestantes llegasen a la plaza Tahrir el 27 de enero, un día antes de la peor jornada de enfrentamientos durante las revueltas.
Todos los acusados rechazaron su implicación. El fiscal señaló que tiene pruebas de médicos, manifestantes y comandantes de la Policía. "Tenemos las declaraciones de más de 2.000 testigos. Los detenidos no tuvieron un papel directo en los asesinatos, pero están siendo acusados (...) por participar e incitar a los asesinos, cuyas identidades se desconocen, a disparar contra los manifestantes", condenó.
Suleiman se quejó de que agencias estatales, como la Autoridad Nacional de Seguridad y los servicios de inteligencia, no han ayudado a la Fiscalía. Mohamed el Gendi, abogado de El Adly, señaló que responderá a las pruebas con datos y documentos y que la documentación aportada "ni es nueva ni confirma los crímenes".
En dos pantallas de televisión colocadas en el tribunal, se mostró como las fuerzas de seguridad disparan contra los manifestantes. "Las fuerzas policiales pretendían dañar los ojos de los manifestantes para dejarles ciegos e impedir que vieran la llegada de la revolución", destacó.
El general Hussein Said, jefe de comunicaciones de la agencia estatal de seguridad testificó que un ayudante del ministro del Interior ordenó a la Policía que utilizase las armas. El jueves se realizará la tercera sesión de esta semana.
La fiscalía egipcia asegura que el expresidente Hosni Mubarak fue uno de los responsables de los asesinatos de las revueltas de enero y febrero de 2011 que provocaron su caída, asegurando que aprobó el uso de la fuerza.
El expresidente, sus dos hijos, el ex primer ministro Habib el Adly y seis ex altos cargos de la Policía se enfrentan a varios cargos por corrupción y por su participación en la muerte de 850 manifestantes durante las manifestaciones que provocaron la dimisión de Mubarak.
Durante la segunda jornada de las tres previstas para esta semana, el jefe de la fiscalía, Mustafá Suleiman, explicó que no se juzgará al expresidente y a los otros acusados por estar implicados directamente en las muertes, sino que se les juzgaría como "participantes" por estar implicados en la autorización sobre el uso de la fuerza.
Según Suleiman, los detenidos autorizaron el uso de la fuerza para evitar que los manifestantes llegasen a la plaza Tahrir el 27 de enero, un día antes de la peor jornada de enfrentamientos durante las revueltas.
Todos los acusados rechazaron su implicación. El fiscal señaló que tiene pruebas de médicos, manifestantes y comandantes de la Policía. "Tenemos las declaraciones de más de 2.000 testigos. Los detenidos no tuvieron un papel directo en los asesinatos, pero están siendo acusados (...) por participar e incitar a los asesinos, cuyas identidades se desconocen, a disparar contra los manifestantes", condenó.
Suleiman se quejó de que agencias estatales, como la Autoridad Nacional de Seguridad y los servicios de inteligencia, no han ayudado a la Fiscalía. Mohamed el Gendi, abogado de El Adly, señaló que responderá a las pruebas con datos y documentos y que la documentación aportada "ni es nueva ni confirma los crímenes".
En dos pantallas de televisión colocadas en el tribunal, se mostró como las fuerzas de seguridad disparan contra los manifestantes. "Las fuerzas policiales pretendían dañar los ojos de los manifestantes para dejarles ciegos e impedir que vieran la llegada de la revolución", destacó.
El general Hussein Said, jefe de comunicaciones de la agencia estatal de seguridad testificó que un ayudante del ministro del Interior ordenó a la Policía que utilizase las armas. El jueves se realizará la tercera sesión de esta semana.