Más de 100.000 africanos cruzaron el golfo de Adén hasta Yemen, según la ONU
Ginebra, EFE
Un total de 103.000 refugiados, solicitantes de asilo e inmigrantes africanos, sobre todo etíopes, atravesaron el golfo de Adén el año pasado, lo que supone una cifra sin precedentes, indicó hoy el Alto Comisionado de Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR).
Esta evolución revela la desesperanza de los habitantes de la región conocida como el Cuerno de África, dispuestos a todo para perseguir el sueño de una vida mejor.
Los migrantes, que parten generalmente de Somalia y Etiopía, pero también de la vecina Yibuti, emprenden peligrosas travesías marítimas organizadas por bandas de traficantes que les prometen llevarlos hasta la costa de Yemen, otro país sumergido en la pobreza y el conflicto armado.
Sin embargo, Yemen es visto solamente como un lugar de paso obligado para llegar hasta los ricos países del golfo Pérsico.
"El año pasado hemos visto casi un 100 por ciento de aumento con respecto a 2010, cuando 53.000 personas realizaron la misma travesía", precisó el portavoz del ACNUR, Adrian Edwards.
Señaló que las mayores cifras de refugiados e inmigrantes que intentan cruzar el golfo de Adén y el mar Rojo datan de 2009, cuando sumaron 78.000.
Los etíopes representan tres cuartas partes de los inmigrantes irregulares que llegaron a Yemen, mientras que los somalís fueron 25.000, con lo que su número total en ese país se eleva a 202.000 personas, según los datos del ACNUR.
El organismo indicó que al menos 130 inmigrantes perecieron ahogados durante la travesía y que muchos fueron maltratados o sufrieron abuso sexual durante el viaje.
La mayoría, en cualquier caso, llegan a Yemen "desesperados, deshidratados, mal alimentados y traumatizados", comentó Edwards.
Un total de 103.000 refugiados, solicitantes de asilo e inmigrantes africanos, sobre todo etíopes, atravesaron el golfo de Adén el año pasado, lo que supone una cifra sin precedentes, indicó hoy el Alto Comisionado de Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR).
Esta evolución revela la desesperanza de los habitantes de la región conocida como el Cuerno de África, dispuestos a todo para perseguir el sueño de una vida mejor.
Los migrantes, que parten generalmente de Somalia y Etiopía, pero también de la vecina Yibuti, emprenden peligrosas travesías marítimas organizadas por bandas de traficantes que les prometen llevarlos hasta la costa de Yemen, otro país sumergido en la pobreza y el conflicto armado.
Sin embargo, Yemen es visto solamente como un lugar de paso obligado para llegar hasta los ricos países del golfo Pérsico.
"El año pasado hemos visto casi un 100 por ciento de aumento con respecto a 2010, cuando 53.000 personas realizaron la misma travesía", precisó el portavoz del ACNUR, Adrian Edwards.
Señaló que las mayores cifras de refugiados e inmigrantes que intentan cruzar el golfo de Adén y el mar Rojo datan de 2009, cuando sumaron 78.000.
Los etíopes representan tres cuartas partes de los inmigrantes irregulares que llegaron a Yemen, mientras que los somalís fueron 25.000, con lo que su número total en ese país se eleva a 202.000 personas, según los datos del ACNUR.
El organismo indicó que al menos 130 inmigrantes perecieron ahogados durante la travesía y que muchos fueron maltratados o sufrieron abuso sexual durante el viaje.
La mayoría, en cualquier caso, llegan a Yemen "desesperados, deshidratados, mal alimentados y traumatizados", comentó Edwards.