Las autoridades del Kurdistán iraquí, reacias a entregar al vicepresidente Al Hashemi
Arbil, EP
Las autoridades de la región autónoma iraquí de Kurdistán se muestran reacias a entregar a las autoridades de Bagdad al vicepresidente, el suní Tareq al Hashemi, a pesar de que el Gobierno central ha emitido una petición formal para que el mandatario se enfrente a las acusaciones de crear grupos armados ilegales en la capital.
Aunque no han rechazado rotundamente que no vayan a arrestar a Al Hashemi, las autoridades de la región han explicado que el vicepresidente tiene derecho a ser juzgado en un tribunal que no esté en la capital.
El vicepresidente, que ha negado las acusaciones, viajó a la región kurda del país después de que el Gobierno emitiese una orden de busca y captura. Al Hashemi asegura que pretende defenderse de dichos cargos, pero ha pedido que el juicio no se celebre en Bagdad debido a que cree que el primer ministro, el chií Nuri al Maliki, controla el sistema judicial.
La orden se produjo el 18 de diciembre, el mismo día en el que las tropas estadounidenses abandonaron completamente el país y comenzó una crisis en la coalición de Gobierno. Al Hashemi es uno de los líderes del bloque suní.
Fuad Hussein, jefe de gabinete del presidente del Kurdistán iraquí, explicó que "el vicepresidente ha dicho que está dispuesto a ir al tribunal y si está disuesto a ir al tribunal, ¿por qué debemos arrestarle?". "Deben preparar un lugar seguro y justo para el juicio y si lo hacen, irá él mismo", señaló.
Al Hashemi ha sugerido que se celebre su juicio o en el Kurdistán iraquí o en Kirkuk, una ciudad que está fuera de esta región, pero que controlan suníes y kurdos. "Kirkuk comparte zonas nuestras y suyas. Son decentes y tienen tribunales justos. Estoy esperando una respuesta de Bagdad sobre esta cuestión", explicó Al Hashemi a la agencia de noticias turca Cihan.
Al Hashemi vive actualmente en una residencia del presidente de Irak, Jalal Talabani, en la provincia de Sulaimaniya, en la región del Kurdistán iraquí. Talabani aseguró que Al Hashemi no es un fugitivo y que sigue siendo vicepresidente. "Está acusado pero no condenado y según la ley, es inocente hasta que se pruebe lo contrario. No ha sido condenado", subrayó.
"No se niega a acudir al tribunal. Todo lo que ha dicho (...) es que se cambie el lugar para el juicio desde Bagdad a Kirkuk y que está dispuesto a ir a Kirkuk. Es una ciudad iraquí que está en manos del Gobierno central", señaló Talabani, de la comunidad kurda.
Las autoridades kurdas han recordado que Bagdad no tiene derecho a enviar a efectivos de las fuerzas de seguridad para arrestar a Al Hashemi en el Kurdistán iraquí, que cuenta con su propio Ejército y Policía.
Masoud Barzani, presidente de esta región, propuso la creación de una conferencia para resolver las diferencias políticas que rodean al caso de Al Hashemi, que más tarde fue recogida satisfactoriamente por Al Maliki. Hussein, el jefe de gabinete de Barzani, explicó que no se había decidido ni los invitados ni el lugar.
Las autoridades de la región autónoma iraquí de Kurdistán se muestran reacias a entregar a las autoridades de Bagdad al vicepresidente, el suní Tareq al Hashemi, a pesar de que el Gobierno central ha emitido una petición formal para que el mandatario se enfrente a las acusaciones de crear grupos armados ilegales en la capital.
Aunque no han rechazado rotundamente que no vayan a arrestar a Al Hashemi, las autoridades de la región han explicado que el vicepresidente tiene derecho a ser juzgado en un tribunal que no esté en la capital.
El vicepresidente, que ha negado las acusaciones, viajó a la región kurda del país después de que el Gobierno emitiese una orden de busca y captura. Al Hashemi asegura que pretende defenderse de dichos cargos, pero ha pedido que el juicio no se celebre en Bagdad debido a que cree que el primer ministro, el chií Nuri al Maliki, controla el sistema judicial.
La orden se produjo el 18 de diciembre, el mismo día en el que las tropas estadounidenses abandonaron completamente el país y comenzó una crisis en la coalición de Gobierno. Al Hashemi es uno de los líderes del bloque suní.
Fuad Hussein, jefe de gabinete del presidente del Kurdistán iraquí, explicó que "el vicepresidente ha dicho que está dispuesto a ir al tribunal y si está disuesto a ir al tribunal, ¿por qué debemos arrestarle?". "Deben preparar un lugar seguro y justo para el juicio y si lo hacen, irá él mismo", señaló.
Al Hashemi ha sugerido que se celebre su juicio o en el Kurdistán iraquí o en Kirkuk, una ciudad que está fuera de esta región, pero que controlan suníes y kurdos. "Kirkuk comparte zonas nuestras y suyas. Son decentes y tienen tribunales justos. Estoy esperando una respuesta de Bagdad sobre esta cuestión", explicó Al Hashemi a la agencia de noticias turca Cihan.
Al Hashemi vive actualmente en una residencia del presidente de Irak, Jalal Talabani, en la provincia de Sulaimaniya, en la región del Kurdistán iraquí. Talabani aseguró que Al Hashemi no es un fugitivo y que sigue siendo vicepresidente. "Está acusado pero no condenado y según la ley, es inocente hasta que se pruebe lo contrario. No ha sido condenado", subrayó.
"No se niega a acudir al tribunal. Todo lo que ha dicho (...) es que se cambie el lugar para el juicio desde Bagdad a Kirkuk y que está dispuesto a ir a Kirkuk. Es una ciudad iraquí que está en manos del Gobierno central", señaló Talabani, de la comunidad kurda.
Las autoridades kurdas han recordado que Bagdad no tiene derecho a enviar a efectivos de las fuerzas de seguridad para arrestar a Al Hashemi en el Kurdistán iraquí, que cuenta con su propio Ejército y Policía.
Masoud Barzani, presidente de esta región, propuso la creación de una conferencia para resolver las diferencias políticas que rodean al caso de Al Hashemi, que más tarde fue recogida satisfactoriamente por Al Maliki. Hussein, el jefe de gabinete de Barzani, explicó que no se había decidido ni los invitados ni el lugar.