Ferrari se alimenta de McLaren
El equipo italiano confirma la llegada de cinco ingenieros de la escudería británica, además de fichar a un nuevo responsable de Mercedes y a otro de Bridgestone
Madonna di Campiglio, El País
El año pasado, por estas mismas fechas, Ferrari anunciaba la llegada de Neil Martin, un ingeniero procedente de Red Bull, que se iba a incorporar a la estructura italiana a las órdenes de Pat Fry, reclutado de McLaren un par de meses antes. Una decepcionante temporada después, Ferrari -a lo largo de estos meses- ha vuelto a agitar su estructura organizativa con el fin de recuperar el potencial que se le presupone al equipo más exitoso de la historia de la F-1. Esta vez, el desembarco es numéricamente considerable y los efectivos provienen principalmente de McLaren. Aunque desde Ferrari se muestran reticentes a desvelar cuántos integrantes del rival incorporan a su plantilla, al menos se sabe que son tres los ingenieros en ponerse el mono rojo.
De entre todo el pelotón destaca Steve Clark, que hasta ahora trabajaba en Mercedes, ocupará el rol de responsable de los ingenieros de pista de Fernando Alonso y Felipe Massa, y que, en consecuencia, supervisará el trabajo de Andrea Stella, el hombre que guía al asturiano, y Rob Smedley, su homólogo en el caso de Massa. Además de ellos, la Scuderia ha dado la bienvenida a un contingente de expertos en aerodinámica, el parámetro más trascendental en la F-1 actual y, probablemente, el que más guerra les ha dado a los técnicos de Maranello en los últimos dos años. Los nuevos fichajes son el indio Rupad Darekar y Lawrence Hodge, ambos ingenieros aerodinámicos, además de Jonathan Heal, experto en cálculo, del griego Veloudis Ioannis, especialista en dinámica de fluidos por ordenador, y el italiano Giacomo Tortora, con mucha experiencia en la simulación. Estos dos últimos ya llevan algunos meses trabajando en el nuevo bólido.
A todas estas incorporaciones hay que añadir la del japonés Hiroide Hamashima, ex director del departamento de desarrollo de neumáticos de competición de Bridgestone. "El rendimiento de las gomas nos hizo sufrir un poco el año pasado, y en ese sentido se explica este fichaje. Básicamente, para reforzar nuestro conocimiento en esa área. La última temporada no conseguimos extraer el máximo rendimiento de todos los tipos de compuestos", ha comentado Stefano Domenicali desde la concentración de Madonna Di Campiglio, en los Dolomitas.
Todos esos esfuerzos deberían haberse proyectado ya en el nuevo monoplaza, que se presentará en la sede de la compañía, en Maranello, el próximo tres de febrero, y que según Domenicali romperá por completo con la tradición evolutiva que últimamente caracterizaba a los bólidos rojos. "Desde un punto de vista mecánico es una rotura con el pasado, aunque todo dependerá de si es competitivo o no lo es. Hay conceptos nuevos que nunca han sido utilizados en los prototipos anteriores", ha deslizado el máximo responsable de Ferrari en la F-1.
Madonna di Campiglio, El País
El año pasado, por estas mismas fechas, Ferrari anunciaba la llegada de Neil Martin, un ingeniero procedente de Red Bull, que se iba a incorporar a la estructura italiana a las órdenes de Pat Fry, reclutado de McLaren un par de meses antes. Una decepcionante temporada después, Ferrari -a lo largo de estos meses- ha vuelto a agitar su estructura organizativa con el fin de recuperar el potencial que se le presupone al equipo más exitoso de la historia de la F-1. Esta vez, el desembarco es numéricamente considerable y los efectivos provienen principalmente de McLaren. Aunque desde Ferrari se muestran reticentes a desvelar cuántos integrantes del rival incorporan a su plantilla, al menos se sabe que son tres los ingenieros en ponerse el mono rojo.
De entre todo el pelotón destaca Steve Clark, que hasta ahora trabajaba en Mercedes, ocupará el rol de responsable de los ingenieros de pista de Fernando Alonso y Felipe Massa, y que, en consecuencia, supervisará el trabajo de Andrea Stella, el hombre que guía al asturiano, y Rob Smedley, su homólogo en el caso de Massa. Además de ellos, la Scuderia ha dado la bienvenida a un contingente de expertos en aerodinámica, el parámetro más trascendental en la F-1 actual y, probablemente, el que más guerra les ha dado a los técnicos de Maranello en los últimos dos años. Los nuevos fichajes son el indio Rupad Darekar y Lawrence Hodge, ambos ingenieros aerodinámicos, además de Jonathan Heal, experto en cálculo, del griego Veloudis Ioannis, especialista en dinámica de fluidos por ordenador, y el italiano Giacomo Tortora, con mucha experiencia en la simulación. Estos dos últimos ya llevan algunos meses trabajando en el nuevo bólido.
A todas estas incorporaciones hay que añadir la del japonés Hiroide Hamashima, ex director del departamento de desarrollo de neumáticos de competición de Bridgestone. "El rendimiento de las gomas nos hizo sufrir un poco el año pasado, y en ese sentido se explica este fichaje. Básicamente, para reforzar nuestro conocimiento en esa área. La última temporada no conseguimos extraer el máximo rendimiento de todos los tipos de compuestos", ha comentado Stefano Domenicali desde la concentración de Madonna Di Campiglio, en los Dolomitas.
Todos esos esfuerzos deberían haberse proyectado ya en el nuevo monoplaza, que se presentará en la sede de la compañía, en Maranello, el próximo tres de febrero, y que según Domenicali romperá por completo con la tradición evolutiva que últimamente caracterizaba a los bólidos rojos. "Desde un punto de vista mecánico es una rotura con el pasado, aunque todo dependerá de si es competitivo o no lo es. Hay conceptos nuevos que nunca han sido utilizados en los prototipos anteriores", ha deslizado el máximo responsable de Ferrari en la F-1.