El 'ultrabook' quiere jubilar al portátil
Intel apuesta por los PC potentes pero muy ligeros
Las Vegas, El País
La feria no ha abierto oficialmente sus puertas pero ya tiene un ganador formal. Ni móviles ni tabletas, de momento el amo del CES es el ultrabook, un concepto inventado por Intel para renovar por completo la concepción del ordenador portátil.
Del mayor fabricante de procesadores del mundo se esperaría una conferencia muy técnica. Fue al contratario. Mooly Eden, vicepresidente de la empresa californiana, se basó en las emociones, en los usos que se ha dado al ordenador desde sus comienzos con especial hincapié en los últimos 20 años.
Ni arquitectura de procesadores, ni cifras de ventas (aunque son líderes frente al eterno segundo, AMD), ni bancos de pruebas. Intel se centró en cómo hacer que todo el mundo quiera un ultrabook, un portátil potente y de menos de un kilo. El concepto nacido hace siete meses y con un fondo para su promoción de más de 230 millones de euros, ha evolucionado. Inicialmente era algo así como un netbook, pero potente y más fino. No se declaraba abiertamente pero era la respuesta del mundo Windows al MacBookAir de Apple. Un portátil de entre 11 y 13 pulgadas con batería de hasta 7 horas y un procesador que permite editar vídeo sin problemas. Sin embargo, ya se aceptan los modelos con 14 y 15 pulgadas. Según el directivo el cambio obedece a sus análisis de mercado.
El precio, quizá, era el único impedimento. La frontera de los 1000 euros hace que no sea apto para todos los públicos y es ahí donde la industria ha encontrado la brecha para renovar el parqué de portátiles.
De paso, desaparece sin tener que argumentar demasiado la grabadora de DVD. Apple tomó la decisión y el resto de los competidores recogen los beneficios si funciona, pero carecen de desgaste. No es una nueva estrategia. Ya sucedió con la ranura para los disquettes. Los primeros iMac, en 1998, carecían de ella. Fue el principio de su extinción.
No todos los ordenadores ligeros serán ultrabooks, para eso Intel ha creado una serie de parámetros entre los que incluyen algunas recomendaciones como que a lo largo de este año las pantallas pasen a tener un grosor de solo 5 milímetros, más finas que las tabletas más finas. El más difícil todavía. Entre los deberes de Sellers para los fabricantes se encuentra la necesidad de volver a crear las conexiones VGA y la clavija de alimentación para hacer la parte inferior del ultrabook menor todavía. El USB es uno de los afortunados que, de momento, parece intocable. Por último, les pidió que innovaran también en materiales.
Entre los ejemplos de uso mostraron creación de álbumes con miles de imágenes en pocos minutos, edición de vídeo, videojuegos y conexión a Internet constante. El vaticinio de Intel, dispuesta a hacer una campaña publicitaria solo comparable al despliegue de 2003, cuando lanzaron los chips Centrino, es que el precio bajará y bajará a medida que crezca la competencia.
Kevin Sellers, vicepresidente de Márketing, anunció que ya se están creando 75 modelos distintos. En CES se presentan un buen puñado de ellos: Acer S3, Asus Zenbook, HP Folio 13, varios IdeaPad de Lenovo, LG Z330, Toshiba Protégé Z830, y un modelo más de Samsung cuyo nombre no está definido.
Elultrabook del futuro
En CES no parece importar mucho que algunos de los productos de los que se vean no salgan nunca a la luz. Se denomina vaporware. Suelen acaparar montones y montones de comentarios en blogs. Intel insistió en que su visión de futuro dista mucho de este etiqueta, aunque pueda sonar increíble.
Interacción entre ordenadores. En los últimos 30 años el reto era mejorar el procesador. Ahora es la forma en que se usan. La interfaz de usuario: No hicimos mucho. No había tanta innovación. No teníamos potencia suficiente. Apple y Microsoft trajeron los iconos y la interfaz de usuario.
Un ejemplo está en que, siguiendo la estela de Siri, de nuevo Apple es el gran ausente, la empresa que nadie cita pero que suele crear tendencia. La segunda generación de esta nueva familia tendrá reconocimiento de voz. Intel se ha aliado con Dragon, una empresa especializada en este campo, para que los ordenadores entiendan desde su lanzamiento varios idiomas: chino, japonés, inglés, francés, italiano, español, alemán y portugués. También funcionarán con Windows 8.
Nikiski, un nombre extraño, será la siguiente estrella, el modelo a seguir para los portátiles del futuro. ¿Qué tiene este prototipo que lo haga diferente y ejemplar? Una pantalla táctil, toda una franja, debajo del teclado. Al bajar la tapa, queda a la vista. En la misma se pueden consultar, aunque se haya cerrado el ordenador, la agenda, páginas web y el correo.
¿Es la tableta el gran enemigo del PC? Sí y no. Sellers remarcó que quieren unir lo mejor de ambos mundos y que, según sus análisis, los usuarios siguen necesitando y pidiendo un teclado físico. Blackberry también usó mucho tiempo ese argumento. Ahora presenta teléfonos con y sin teclas, a gusto del consumidor.
Sellers se despidió con una aviso: "La gente no compra procesadores, compra experiencias. La invasión será en abril".
Las Vegas, El País
La feria no ha abierto oficialmente sus puertas pero ya tiene un ganador formal. Ni móviles ni tabletas, de momento el amo del CES es el ultrabook, un concepto inventado por Intel para renovar por completo la concepción del ordenador portátil.
Del mayor fabricante de procesadores del mundo se esperaría una conferencia muy técnica. Fue al contratario. Mooly Eden, vicepresidente de la empresa californiana, se basó en las emociones, en los usos que se ha dado al ordenador desde sus comienzos con especial hincapié en los últimos 20 años.
Ni arquitectura de procesadores, ni cifras de ventas (aunque son líderes frente al eterno segundo, AMD), ni bancos de pruebas. Intel se centró en cómo hacer que todo el mundo quiera un ultrabook, un portátil potente y de menos de un kilo. El concepto nacido hace siete meses y con un fondo para su promoción de más de 230 millones de euros, ha evolucionado. Inicialmente era algo así como un netbook, pero potente y más fino. No se declaraba abiertamente pero era la respuesta del mundo Windows al MacBookAir de Apple. Un portátil de entre 11 y 13 pulgadas con batería de hasta 7 horas y un procesador que permite editar vídeo sin problemas. Sin embargo, ya se aceptan los modelos con 14 y 15 pulgadas. Según el directivo el cambio obedece a sus análisis de mercado.
El precio, quizá, era el único impedimento. La frontera de los 1000 euros hace que no sea apto para todos los públicos y es ahí donde la industria ha encontrado la brecha para renovar el parqué de portátiles.
De paso, desaparece sin tener que argumentar demasiado la grabadora de DVD. Apple tomó la decisión y el resto de los competidores recogen los beneficios si funciona, pero carecen de desgaste. No es una nueva estrategia. Ya sucedió con la ranura para los disquettes. Los primeros iMac, en 1998, carecían de ella. Fue el principio de su extinción.
No todos los ordenadores ligeros serán ultrabooks, para eso Intel ha creado una serie de parámetros entre los que incluyen algunas recomendaciones como que a lo largo de este año las pantallas pasen a tener un grosor de solo 5 milímetros, más finas que las tabletas más finas. El más difícil todavía. Entre los deberes de Sellers para los fabricantes se encuentra la necesidad de volver a crear las conexiones VGA y la clavija de alimentación para hacer la parte inferior del ultrabook menor todavía. El USB es uno de los afortunados que, de momento, parece intocable. Por último, les pidió que innovaran también en materiales.
Entre los ejemplos de uso mostraron creación de álbumes con miles de imágenes en pocos minutos, edición de vídeo, videojuegos y conexión a Internet constante. El vaticinio de Intel, dispuesta a hacer una campaña publicitaria solo comparable al despliegue de 2003, cuando lanzaron los chips Centrino, es que el precio bajará y bajará a medida que crezca la competencia.
Kevin Sellers, vicepresidente de Márketing, anunció que ya se están creando 75 modelos distintos. En CES se presentan un buen puñado de ellos: Acer S3, Asus Zenbook, HP Folio 13, varios IdeaPad de Lenovo, LG Z330, Toshiba Protégé Z830, y un modelo más de Samsung cuyo nombre no está definido.
Elultrabook del futuro
En CES no parece importar mucho que algunos de los productos de los que se vean no salgan nunca a la luz. Se denomina vaporware. Suelen acaparar montones y montones de comentarios en blogs. Intel insistió en que su visión de futuro dista mucho de este etiqueta, aunque pueda sonar increíble.
Interacción entre ordenadores. En los últimos 30 años el reto era mejorar el procesador. Ahora es la forma en que se usan. La interfaz de usuario: No hicimos mucho. No había tanta innovación. No teníamos potencia suficiente. Apple y Microsoft trajeron los iconos y la interfaz de usuario.
Un ejemplo está en que, siguiendo la estela de Siri, de nuevo Apple es el gran ausente, la empresa que nadie cita pero que suele crear tendencia. La segunda generación de esta nueva familia tendrá reconocimiento de voz. Intel se ha aliado con Dragon, una empresa especializada en este campo, para que los ordenadores entiendan desde su lanzamiento varios idiomas: chino, japonés, inglés, francés, italiano, español, alemán y portugués. También funcionarán con Windows 8.
Nikiski, un nombre extraño, será la siguiente estrella, el modelo a seguir para los portátiles del futuro. ¿Qué tiene este prototipo que lo haga diferente y ejemplar? Una pantalla táctil, toda una franja, debajo del teclado. Al bajar la tapa, queda a la vista. En la misma se pueden consultar, aunque se haya cerrado el ordenador, la agenda, páginas web y el correo.
¿Es la tableta el gran enemigo del PC? Sí y no. Sellers remarcó que quieren unir lo mejor de ambos mundos y que, según sus análisis, los usuarios siguen necesitando y pidiendo un teclado físico. Blackberry también usó mucho tiempo ese argumento. Ahora presenta teléfonos con y sin teclas, a gusto del consumidor.
Sellers se despidió con una aviso: "La gente no compra procesadores, compra experiencias. La invasión será en abril".