El Supremo de Pakistán acusa de desacato al primer ministro
Islamabad, EP
El Tribunal Supremo de Pakistán ha ordenado este lunes la comparecencia del primer ministro del país, Yusuf Raza Gilani, después de acusarle de desacato por no haber actuado contra varios responsables del Gobierno acusados de corrupción, entre ellos el presidente del país, Asif Ali Zardari. La orden, que podría suponer la inhabilitación política para Gilani, coincide con la creciente tensión entre el Gobierno y el Ejército.
"En estas circunstancias, no nos queda otra opción, como primera medida, que notificar un aviso de comparecencia", se lee en la orden emitida por los siete miembros del tribunal. "El primer ministro debe comparecer personalmente ante el tribunal el 19 de enero", añade el texto.
"No se trata de un asunto menor ni frecuente", declaró el ministro paquistaní de Justicia, Moula Bakhsh Chandio, a la salida del Supremo. "Se trata de una orden del Tribunal Supremo sobre la cual debemos consultar a nuestro comité de expertos", prosiguió. "Tomaremos las medidas necesarias a la luz de la Constitución y de las leyes", agregó.
Aunque la orden ha sido presentada contra Gilani, la mayoría de los observadores creen que su objetivo real es el presidente Zardari. El mandatario se enfrentó a lo largo de los años noventa a numerosos casos de corrupción e incluso homicidio. El presidente ha rechazado todos los cargos, que ha atribuido a causas políticas.
En 2009 fue anulado el acuerdo de amnistía que le exoneraba de los cargos y ese mismo año el Supremo pidió al Gobierno que reabriera las investigaciones por corrupción contra Zardari. El Ejecutivo se negó a obedecer con el argumento de que Zardari gozaba de inmunidad en su calidad de jefe de Estado.
"En teoría, un primer ministro puede ir a la cárcel si se le declara culpable de desacato al tribunal", declaró el exministro de Justicia Jalid Anwar. "Pero no creo que suceda", prosiguió. "El peligro es que, si se le declarase culpable, quedaría inhabilitado para ser miembro del Parlamento" y, por tanto, no podría optar en adelante a la jefatura del Ejecutivo, añadió.
No es la primera vez que un primer ministro comparece ante el Tribunal Supremo. Ya lo hizo en su momento Nawaz Sharif por otro caso de desacato, dictado por el entonces ministro de Justicia, Sayyad Ali Shah.
TENSIÓN CON EL EJÉRCITO
La orden del Supremo coincide además con la mayor tensión entre el Gobierno y el Ejército paquistaníes desde el golpe de Estado de 1999, relacionada con las noticias sobre el envío de un memorándum a Estados Unidos en el que Islamabad pedía ayuda a Washington para mantener a raya a los militares ante la posibilidad de una sublevación, conocido como 'Informe Ijaz'.
Yusuf Raza Gilani anunció el miércoles de la semana pasada la destitución del secretario de Estado de Defensa, el teniente general retirado Naeem Jalid Lodhi, por haber mantenido una "conducta grave" y haber cometido "acciones ilegales".
El propio primer ministro criticó duramente el pasado sábado al Ejército y a los servicios de inteligencia, a los que acusó de actuar forma anticonstitucional. El jefe del Estado Mayor, Ashfaq Parvez Kayani, exigió ayer domingo que Gilani rectificase sus "cizañeras" declaraciones, pero el primer ministro respondió que solo hablará ante el Parlamento.
El Tribunal Supremo de Pakistán ha ordenado este lunes la comparecencia del primer ministro del país, Yusuf Raza Gilani, después de acusarle de desacato por no haber actuado contra varios responsables del Gobierno acusados de corrupción, entre ellos el presidente del país, Asif Ali Zardari. La orden, que podría suponer la inhabilitación política para Gilani, coincide con la creciente tensión entre el Gobierno y el Ejército.
"En estas circunstancias, no nos queda otra opción, como primera medida, que notificar un aviso de comparecencia", se lee en la orden emitida por los siete miembros del tribunal. "El primer ministro debe comparecer personalmente ante el tribunal el 19 de enero", añade el texto.
"No se trata de un asunto menor ni frecuente", declaró el ministro paquistaní de Justicia, Moula Bakhsh Chandio, a la salida del Supremo. "Se trata de una orden del Tribunal Supremo sobre la cual debemos consultar a nuestro comité de expertos", prosiguió. "Tomaremos las medidas necesarias a la luz de la Constitución y de las leyes", agregó.
Aunque la orden ha sido presentada contra Gilani, la mayoría de los observadores creen que su objetivo real es el presidente Zardari. El mandatario se enfrentó a lo largo de los años noventa a numerosos casos de corrupción e incluso homicidio. El presidente ha rechazado todos los cargos, que ha atribuido a causas políticas.
En 2009 fue anulado el acuerdo de amnistía que le exoneraba de los cargos y ese mismo año el Supremo pidió al Gobierno que reabriera las investigaciones por corrupción contra Zardari. El Ejecutivo se negó a obedecer con el argumento de que Zardari gozaba de inmunidad en su calidad de jefe de Estado.
"En teoría, un primer ministro puede ir a la cárcel si se le declara culpable de desacato al tribunal", declaró el exministro de Justicia Jalid Anwar. "Pero no creo que suceda", prosiguió. "El peligro es que, si se le declarase culpable, quedaría inhabilitado para ser miembro del Parlamento" y, por tanto, no podría optar en adelante a la jefatura del Ejecutivo, añadió.
No es la primera vez que un primer ministro comparece ante el Tribunal Supremo. Ya lo hizo en su momento Nawaz Sharif por otro caso de desacato, dictado por el entonces ministro de Justicia, Sayyad Ali Shah.
TENSIÓN CON EL EJÉRCITO
La orden del Supremo coincide además con la mayor tensión entre el Gobierno y el Ejército paquistaníes desde el golpe de Estado de 1999, relacionada con las noticias sobre el envío de un memorándum a Estados Unidos en el que Islamabad pedía ayuda a Washington para mantener a raya a los militares ante la posibilidad de una sublevación, conocido como 'Informe Ijaz'.
Yusuf Raza Gilani anunció el miércoles de la semana pasada la destitución del secretario de Estado de Defensa, el teniente general retirado Naeem Jalid Lodhi, por haber mantenido una "conducta grave" y haber cometido "acciones ilegales".
El propio primer ministro criticó duramente el pasado sábado al Ejército y a los servicios de inteligencia, a los que acusó de actuar forma anticonstitucional. El jefe del Estado Mayor, Ashfaq Parvez Kayani, exigió ayer domingo que Gilani rectificase sus "cizañeras" declaraciones, pero el primer ministro respondió que solo hablará ante el Parlamento.