El presidente Salé parte hacia Omán y Estados Unidos
Saná, EP
El presidente saliente de Yemen, Alí Abdulá Salé, ha partido este domingo desde el aeropuerto de Saná con destino a Omán, donde pasará unos días antes de viajar a Estados Unidos, donde recibirá tratamiento médico, según han confirmado las autoridades del aeropuerto de la capital yemení.
Este mismo domingo, Salé se ha disculpado por cualquier "fracaso" del que haya sido responsable durante sus 33 años de mandato en el país, según hace saber a través de un comunicado oficial emitido hoy por la agencia oficial de noticias yemení, SABA.
"Pido el perdón de todos mis compatriotas, hombres y mujeres, por cualquier fracaso que hubiera tenido lugar durante mis 33 años de mandato. Pido perdón y ofrezco mis disculpas a todos los ciudadanos", dijo Salé, quien invitó a todos los exiliados a que "regresen a sus hogares" e inicien "una nueva página" de sus vidas bajo el nuevo liderazgo del país.
Salé, quien recibió ayer garantía total de inmunidad por el Parlamento yemení frente a las víctimas del levantamiento que comenzó hace once meses contra su régimen, también anunció que viajará a Estados Unidos para proseguir con el tratamiento médico que recibe por las heridas causadas en el fallido atentado contra su persona del pasado 11 de junio.
El presidente estimó que regresará a Yemen en torno al 21 de febrero, fecha en la que presumiblemente el vicepresidente Abd Rabo Mansour Hadi será nombrado oficialmente nuevo jefe de Estado.
"El vicepresidente asumirá toda la responsabilidad hasta su elección el próximo 21 de febrero, y pido a todos los ciudadanos que colaboren con él y con el gobierno de reconociliación por amor al país, y para reparar lo que estos 11 meses han destruido", rezó la nota.
Este discurso tiene lugar en un día en el que miles de yemeníes han salido a las calles de Saná para protestar por la aprobación de la ley que otorga inmunidad judicial al presidente Salé, y han exigido su procesamiento por los crímenes cometidos durante su estancia en el poder. En especial, recuerdan los cientos de muertos durante la represión de las protestas contra Salé del pasado año.
La marcha ha estado respaldada por los grupos de la oposición que no se han sumado al plan de paz del Consejo de Cooperación del Golfo (CCG), por el que Salé abandona el poder a cambio precisamente de su inmunidad y la de su familia. Desde estos partidos cuestionan la legitimidad del Parlamento para aprobar la ley de inmunidad.
"No estamos obligados por la ley de inmunidad porque solo implica a la Unión de Partidos Reunidos y al gobernante Congreso General del Pueblo, no a nosotros", ha explicado el máximo responsable del consejo juvenil que lidera las protestas desde hace un año, Mani al Matari.
"Seguiremos protestando hasta que todas las demandas de la revolución sean satisfechas (...). El Parlamento no tiene legitimidad, así que nos aferramos al derecho internacional", ha añadido.
La ley de inmunidad, aprobada el sábado en el Parlamento, no protege absolutamente a los subalternos de Salé, ya que una enmienda de última hora permite su enjuiciamiento por "actos terroristas". Sí otorga en cambio la inmunidad por delitos "políticos" cometidos durante el cumplimiento de sus funciones.
El presidente saliente de Yemen, Alí Abdulá Salé, ha partido este domingo desde el aeropuerto de Saná con destino a Omán, donde pasará unos días antes de viajar a Estados Unidos, donde recibirá tratamiento médico, según han confirmado las autoridades del aeropuerto de la capital yemení.
Este mismo domingo, Salé se ha disculpado por cualquier "fracaso" del que haya sido responsable durante sus 33 años de mandato en el país, según hace saber a través de un comunicado oficial emitido hoy por la agencia oficial de noticias yemení, SABA.
"Pido el perdón de todos mis compatriotas, hombres y mujeres, por cualquier fracaso que hubiera tenido lugar durante mis 33 años de mandato. Pido perdón y ofrezco mis disculpas a todos los ciudadanos", dijo Salé, quien invitó a todos los exiliados a que "regresen a sus hogares" e inicien "una nueva página" de sus vidas bajo el nuevo liderazgo del país.
Salé, quien recibió ayer garantía total de inmunidad por el Parlamento yemení frente a las víctimas del levantamiento que comenzó hace once meses contra su régimen, también anunció que viajará a Estados Unidos para proseguir con el tratamiento médico que recibe por las heridas causadas en el fallido atentado contra su persona del pasado 11 de junio.
El presidente estimó que regresará a Yemen en torno al 21 de febrero, fecha en la que presumiblemente el vicepresidente Abd Rabo Mansour Hadi será nombrado oficialmente nuevo jefe de Estado.
"El vicepresidente asumirá toda la responsabilidad hasta su elección el próximo 21 de febrero, y pido a todos los ciudadanos que colaboren con él y con el gobierno de reconociliación por amor al país, y para reparar lo que estos 11 meses han destruido", rezó la nota.
Este discurso tiene lugar en un día en el que miles de yemeníes han salido a las calles de Saná para protestar por la aprobación de la ley que otorga inmunidad judicial al presidente Salé, y han exigido su procesamiento por los crímenes cometidos durante su estancia en el poder. En especial, recuerdan los cientos de muertos durante la represión de las protestas contra Salé del pasado año.
La marcha ha estado respaldada por los grupos de la oposición que no se han sumado al plan de paz del Consejo de Cooperación del Golfo (CCG), por el que Salé abandona el poder a cambio precisamente de su inmunidad y la de su familia. Desde estos partidos cuestionan la legitimidad del Parlamento para aprobar la ley de inmunidad.
"No estamos obligados por la ley de inmunidad porque solo implica a la Unión de Partidos Reunidos y al gobernante Congreso General del Pueblo, no a nosotros", ha explicado el máximo responsable del consejo juvenil que lidera las protestas desde hace un año, Mani al Matari.
"Seguiremos protestando hasta que todas las demandas de la revolución sean satisfechas (...). El Parlamento no tiene legitimidad, así que nos aferramos al derecho internacional", ha añadido.
La ley de inmunidad, aprobada el sábado en el Parlamento, no protege absolutamente a los subalternos de Salé, ya que una enmienda de última hora permite su enjuiciamiento por "actos terroristas". Sí otorga en cambio la inmunidad por delitos "políticos" cometidos durante el cumplimiento de sus funciones.