El economista jefe de Standard and Poor's dice que ya se trata a Francia como un país "triple B"
París, EFE
Francia, cuya calificación máxima "AAA" de deuda soberana está amenazada de revisión por parte de las agencias de notación, es tratada ya como un país "triple B", según el economista jefe para Europa de Standard & Poor's (S&P), Jean-Michel Six.
"A pesar de su triple A, los inversores tratan hoy a Francia como si tuviera una calificación triple B", declara hoy en el diario "Le Parisien" Jean-Michel Six, quien adelanta que la eventual victoria de la izquierda en las elecciones presidenciales de este año no influirá decisivamente en la valoración de Francia.
Tanto Six como Carol Sirou, presidenta de S&P France, evitan en el diario pronunciarse sobre si esta agencia va a rebajar la calificación de Francia, pero advierten que no es solo este país el que está bajo vigilancia, sino "los diecisiete países de la eurozona".
Sirou califica de "ilusiones" los comentarios de quienes consideran que, en caso de que se rebajara la calificación de Francia, podría identificarse esta como el resultado de un "complot estadounidense" o como un "sabotaje europeo".
Six, por su parte, recuerda no obstante que no existe una relación automática entre la calificación de un país y los tipos de interés que reclaman los inversores para su deuda soberana y recuerda que "rebajamos a Estados Unidos en verano y sus tipos bajaron".
Y sobre la personalidad que ocupe la jefatura del Estado en Francia a partir de mayo próximo, después de los comicios presidenciales, Sirou asegura que lo que se examinará será "si el equipo en el poder cuenta con los medios para (cumplir) su estrategia".
Acerca de las decisiones tomadas por los países de la eurozona para salir de la crisis, Six da la bienvenida a la inclusión en las respectivas Constituciones de las reglas que exigen el equilibrio presupuestario, pero asegura que "lo que nos interesa de verdad es qué hacen los países con sus gastos públicos.
Y pone en el ejemplo de Suecia, un país del que recuerda que perdió hace unos años su calificación de "triple A" y que, tras "esfuerzos serios y con un amplio consenso" interno, supo "recuperar sus finanza públicas y su calificación de origen".
Francia, cuya calificación máxima "AAA" de deuda soberana está amenazada de revisión por parte de las agencias de notación, es tratada ya como un país "triple B", según el economista jefe para Europa de Standard & Poor's (S&P), Jean-Michel Six.
"A pesar de su triple A, los inversores tratan hoy a Francia como si tuviera una calificación triple B", declara hoy en el diario "Le Parisien" Jean-Michel Six, quien adelanta que la eventual victoria de la izquierda en las elecciones presidenciales de este año no influirá decisivamente en la valoración de Francia.
Tanto Six como Carol Sirou, presidenta de S&P France, evitan en el diario pronunciarse sobre si esta agencia va a rebajar la calificación de Francia, pero advierten que no es solo este país el que está bajo vigilancia, sino "los diecisiete países de la eurozona".
Sirou califica de "ilusiones" los comentarios de quienes consideran que, en caso de que se rebajara la calificación de Francia, podría identificarse esta como el resultado de un "complot estadounidense" o como un "sabotaje europeo".
Six, por su parte, recuerda no obstante que no existe una relación automática entre la calificación de un país y los tipos de interés que reclaman los inversores para su deuda soberana y recuerda que "rebajamos a Estados Unidos en verano y sus tipos bajaron".
Y sobre la personalidad que ocupe la jefatura del Estado en Francia a partir de mayo próximo, después de los comicios presidenciales, Sirou asegura que lo que se examinará será "si el equipo en el poder cuenta con los medios para (cumplir) su estrategia".
Acerca de las decisiones tomadas por los países de la eurozona para salir de la crisis, Six da la bienvenida a la inclusión en las respectivas Constituciones de las reglas que exigen el equilibrio presupuestario, pero asegura que "lo que nos interesa de verdad es qué hacen los países con sus gastos públicos.
Y pone en el ejemplo de Suecia, un país del que recuerda que perdió hace unos años su calificación de "triple A" y que, tras "esfuerzos serios y con un amplio consenso" interno, supo "recuperar sus finanza públicas y su calificación de origen".