Al menos 60 radicales islámicos mueren en un ataque aéreo de Kenia en Somalia
Nairobi, EFE
Al menos sesenta miembros de la milicia radical islámica Al Shabab murieron este viernes en un ataque aéreo de Kenia en el sur de Somalia, aseguró hoy el coronel del Ejército keniano Cyrus Oguna.
Los bombardeos tuvieron lugar en la zona de Garbahare (región de Gedo), indicó Oguna en declaraciones a los periodistas en Nairobi, en las que precisó que Al Shabab "perdió 60 o más combatientes, y más de 50 resultaron heridos".
"Seguiremos golpeándoles (a los radicales islámicos)", agregó el coronel, citado por la web del diario keniano "Daily Star".
Por su parte, el portavoz del Ejército keniano, comandante Emmanuel Chirchir, indicó en su cuenta de Twitter que el ataque se saldó "sin bajas" en las filas de las fuerzas de su país.
Según Chirchir, el objetivo de las tropas kenianas es hacerse con el control de la ciudad costera meridional de Kismayo, cuyo puerto está en manos de Al Shabab y constituye una importante fuente de ingresos para la milicia.
Este tipo de ataques se viene repitiendo en las últimas semanas en el sur de Somalia, aunque no suele efectuarse una verificación independiente del número de víctimas en ambos bandos, que tienden a negar la versión del adversario.
Las tropas kenianas entraron en Somalia el pasado 15 de octubre, dos días después del secuestro de dos cooperantes españolas de la ONG Médicos sin Fronteras en el campo de refugiados fronterizo de Daabad (noreste de Kenia).
El Ejército keniano culpa a Al Shabab -grupo ligado a la red terrorista Al Qaeda- de ese secuestro y otros más ocurridos en su territorio, mientras la organización radical ha amenazado con perpetrar atentados en suelo de Kenia.
La milicia, que controla amplias zonas del sur y centro del Somalia, combate desde 2006 al Gobierno Federal de Transición somalí y a las tropas de la Misión de la Unión Africana en Somalia (AMISOM) a fin de instaurar un Estado musulmán de corte wahabí en el país.
Somalia vive en un estado de guerra civil y caos desde 1991, cuando fue derrocado el dictador Mohamed Siad Barré, lo que dejó al país sin gobierno efectivo y a merced de milicias islamistas, señores de la guerra tribales y bandas de delincuentes armados.
Al menos sesenta miembros de la milicia radical islámica Al Shabab murieron este viernes en un ataque aéreo de Kenia en el sur de Somalia, aseguró hoy el coronel del Ejército keniano Cyrus Oguna.
Los bombardeos tuvieron lugar en la zona de Garbahare (región de Gedo), indicó Oguna en declaraciones a los periodistas en Nairobi, en las que precisó que Al Shabab "perdió 60 o más combatientes, y más de 50 resultaron heridos".
"Seguiremos golpeándoles (a los radicales islámicos)", agregó el coronel, citado por la web del diario keniano "Daily Star".
Por su parte, el portavoz del Ejército keniano, comandante Emmanuel Chirchir, indicó en su cuenta de Twitter que el ataque se saldó "sin bajas" en las filas de las fuerzas de su país.
Según Chirchir, el objetivo de las tropas kenianas es hacerse con el control de la ciudad costera meridional de Kismayo, cuyo puerto está en manos de Al Shabab y constituye una importante fuente de ingresos para la milicia.
Este tipo de ataques se viene repitiendo en las últimas semanas en el sur de Somalia, aunque no suele efectuarse una verificación independiente del número de víctimas en ambos bandos, que tienden a negar la versión del adversario.
Las tropas kenianas entraron en Somalia el pasado 15 de octubre, dos días después del secuestro de dos cooperantes españolas de la ONG Médicos sin Fronteras en el campo de refugiados fronterizo de Daabad (noreste de Kenia).
El Ejército keniano culpa a Al Shabab -grupo ligado a la red terrorista Al Qaeda- de ese secuestro y otros más ocurridos en su territorio, mientras la organización radical ha amenazado con perpetrar atentados en suelo de Kenia.
La milicia, que controla amplias zonas del sur y centro del Somalia, combate desde 2006 al Gobierno Federal de Transición somalí y a las tropas de la Misión de la Unión Africana en Somalia (AMISOM) a fin de instaurar un Estado musulmán de corte wahabí en el país.
Somalia vive en un estado de guerra civil y caos desde 1991, cuando fue derrocado el dictador Mohamed Siad Barré, lo que dejó al país sin gobierno efectivo y a merced de milicias islamistas, señores de la guerra tribales y bandas de delincuentes armados.