Una ola de atentados islamistas contra iglesias sacude la Navidad en Nigeria
Lagos, EFE
Al menos 39 personas perdieron la vida hoy en Nigeria a consecuencia de cinco atentados de la secta islamista Boko Haram contra templos cristianos, en los que se celebraban los servicios religiosos de Navidad.
En Madalla, una ciudad del Estado de Níger cercana a la capital Abuya, los servicios de emergencia recuperaron al menos 35 cadáveres, según manifestaron responsables de la Agencia Nacional de Emergencias de Nigeria (NEMA), tras el ataque contra la iglesia católica de Santa Teresa.
El director de la NEMA, Mohammed Sani Sidi, dio por concluidas las tareas de rescate, según dijo a los periodistas.
No obstante, algunos feligreses afirmaron a la agencia de noticias de Nigeria NAN que decenas de fieles se encuentran aún desaparecidos.
La iglesia fue sacudida por dos explosiones simultáneas, poco después de que comenzaran los servicios religiosos, haciendo volar el tejado del templo y de varias viviendas cercanas.
Horas después, un nuevo ataque se registró en las inmediaciones de una iglesia en Jos, capital del Estado de Platau (Centro del país), ciudad que ya había recibido amenazas de Boko Haram durante la semana pasada.
Al menos un policía perdió la vida cuando trató de detener a cuatro hombres armados, que pretendían volar la iglesia de la Montaña de Fuego y Milagros de esta localidad, informó Ayuba Pam, portavoz del Gobierno regional.
El artefacto finalmente no llegó a alcanzar el edificio, según publicó hoy el diario nigeriano Sunday Trust.
Otras tras tres bombas hicieron explosión en las ciudades de Damaturu y Gaidam, ambas en el Estado de Yobe, al Noreste del país, dejando al menos tres muertos.
En Damaturu, un terrorista suicida se inmoló hoy en las inmediaciones del Centro de Operaciones del Ejército en la ciudad, lanzando su coche bomba contra un convoy que entraba en el perímetro de seguridad del centro, mientras que un segundo artefacto fue colocado en una comisaria de la localidad.
Los terroristas pretendían atentar contra un jefe militar, responsable de la ofensiva de las tropas nigerianas en Damaturu contra Boko Haram, que la semana pasada causaron al menos 61 muertos, la mayoría militantes de la secta islamista.
Un responsable policial afirmó a EFE que al menos un soldado y otras dos personas perecieron en el atentado.
Aun se desconoce el alcance de la segunda explosión registrada en Damaturu, así como el saldo de víctimas del ataque en la ciudad de Gaidam, dirigido contra fieles cristianos.
El norte de Nigeria se ha visto azotado este año por atentados atribuidos al grupo radical Boko Haram, cuyo nombre significa "La educación no islámica es pecado" y que lucha por la instauración de un Estado regido por la ley Sharia en el norte de Nigeria, de mayoría musulmana.
La ola de atentados de hoy supera el ataque más sangriento realizado hasta la fecha por el grupo terrorista, que se responsabilizó del atentado del pasado agosto contra la sede de la ONU en Abuya, en el que murieron 24 personas.
Con alrededor de 150 millones de habitantes, que forman parte de más de 200 grupos tribales, Nigeria, el país más poblado de África, sufre múltiples tensiones por las profundas diferencias políticas, religiosas y territoriales existentes entre sus comunidades.
Al menos 39 personas perdieron la vida hoy en Nigeria a consecuencia de cinco atentados de la secta islamista Boko Haram contra templos cristianos, en los que se celebraban los servicios religiosos de Navidad.
En Madalla, una ciudad del Estado de Níger cercana a la capital Abuya, los servicios de emergencia recuperaron al menos 35 cadáveres, según manifestaron responsables de la Agencia Nacional de Emergencias de Nigeria (NEMA), tras el ataque contra la iglesia católica de Santa Teresa.
El director de la NEMA, Mohammed Sani Sidi, dio por concluidas las tareas de rescate, según dijo a los periodistas.
No obstante, algunos feligreses afirmaron a la agencia de noticias de Nigeria NAN que decenas de fieles se encuentran aún desaparecidos.
La iglesia fue sacudida por dos explosiones simultáneas, poco después de que comenzaran los servicios religiosos, haciendo volar el tejado del templo y de varias viviendas cercanas.
Horas después, un nuevo ataque se registró en las inmediaciones de una iglesia en Jos, capital del Estado de Platau (Centro del país), ciudad que ya había recibido amenazas de Boko Haram durante la semana pasada.
Al menos un policía perdió la vida cuando trató de detener a cuatro hombres armados, que pretendían volar la iglesia de la Montaña de Fuego y Milagros de esta localidad, informó Ayuba Pam, portavoz del Gobierno regional.
El artefacto finalmente no llegó a alcanzar el edificio, según publicó hoy el diario nigeriano Sunday Trust.
Otras tras tres bombas hicieron explosión en las ciudades de Damaturu y Gaidam, ambas en el Estado de Yobe, al Noreste del país, dejando al menos tres muertos.
En Damaturu, un terrorista suicida se inmoló hoy en las inmediaciones del Centro de Operaciones del Ejército en la ciudad, lanzando su coche bomba contra un convoy que entraba en el perímetro de seguridad del centro, mientras que un segundo artefacto fue colocado en una comisaria de la localidad.
Los terroristas pretendían atentar contra un jefe militar, responsable de la ofensiva de las tropas nigerianas en Damaturu contra Boko Haram, que la semana pasada causaron al menos 61 muertos, la mayoría militantes de la secta islamista.
Un responsable policial afirmó a EFE que al menos un soldado y otras dos personas perecieron en el atentado.
Aun se desconoce el alcance de la segunda explosión registrada en Damaturu, así como el saldo de víctimas del ataque en la ciudad de Gaidam, dirigido contra fieles cristianos.
El norte de Nigeria se ha visto azotado este año por atentados atribuidos al grupo radical Boko Haram, cuyo nombre significa "La educación no islámica es pecado" y que lucha por la instauración de un Estado regido por la ley Sharia en el norte de Nigeria, de mayoría musulmana.
La ola de atentados de hoy supera el ataque más sangriento realizado hasta la fecha por el grupo terrorista, que se responsabilizó del atentado del pasado agosto contra la sede de la ONU en Abuya, en el que murieron 24 personas.
Con alrededor de 150 millones de habitantes, que forman parte de más de 200 grupos tribales, Nigeria, el país más poblado de África, sufre múltiples tensiones por las profundas diferencias políticas, religiosas y territoriales existentes entre sus comunidades.