Republicanos y demócratas acuerdan prorrogar la rebaja de los impuestos

Washington, EP
Los senadores republicanos y demócratas han acordado este viernes prorrogar la rebaja de los impuestos en las nóminas y las ayudas a los parados durante dos meses más, según han confirmado asesores del Congreso norteamericano.

No obstante, el acuerdo deberá ser refrendado en un pleno del Senado y en la Cámara de Representantes. En estas votaciones también decidirán si aceleran la construcción de un oleoducto que conecte el golfo de México y Canadá, un proyecto que no está exento de polémica, tal y como han dejado entrever asesores del Congreso.

Estas mismas fuentes han argüido que esta confirmación es fruto de un acuerdo 'quid pro quo', en el que los demócratas ceden ante los republicanos en el proyecto del oleoducto Keystone XL y, a la inversa, el Partido Demócrata logra que se prorroguen ambas medidas de corte social.

Al respecto, los sectores ecologistas han recriminado que los republicanos tengan el control del Gobierno estadounidense en materia de petróleo. En este sentido, el presidente de Estados Unidos, Barack Obama, está obligado a permitir la construcción del oleoducto en un plan de 60 días o declarar que "el comercio de crudo con Canadá no es del interés nacional de Estados Unidos", de acuerdo con un asesor del senador republicano Richard Lugar.

Obama decidió posponer la decisión sobre Keystone XL para el año 2013 para tratar de hallar una vía alternativa a este proyecto, que los republicanos han ensalzado al aducir que creará empleo.

Otra problemática con la que se ha topado la Administración Obama es la financiación de esta extensión de los beneficios fiscales y las ayudas a los parados, puesto que, en un principio, pretendía sufragar este esfuerzo con el aumento de los impuestos a los mas ricos, una medida que los demócratas no han conseguido incluir en este acuerdo, según ha afirmado un asesor del Congreso.

Por su parte, fuentes cercanas a las negociaciones han defendido que este esfuerzo se verá compensado por el incremento de las tasas para las transacciones hipotecarias en las que intervengan agencias estatales como Fannie Mae o Freddie Mac.

En un comunicado, la Casa Blanca ha tildado el acuerdo sobre la extensión de dos meses como una "importante victoria" para el pueblo norteamericano y la economía nacional, si bien la intención primera de Obama era prorrogar los beneficios fiscales y las ayudas a los desempleados durante más tiempo.

En caso de que no se hubiera alcanzado dicho pacto, ha defendido el director de comunicación de la Casa Blanca, Dan Pfeiffer, "nuestro recuperación y el crecimiento del empleo habrían sufrido un efecto dañino". Así, "el presidente urge al Congreso a finiquitar su trabajo".
OBAMA DUDA SOBRE EL OLEODUCTO

Fuentes oficiales han dejado entrever la posibilidad de que Obama no apruebe con casi toda seguridad la construcción del oleoducto que conectará Canadá y el estado de Texas, en el sur del país.

La Administración Obama considera que el acuerdo para la extensión de los beneficios fiscales y las ayudas a los parados por dos meses no es el más ideal, puesto que no creen que los republicanos apoyen esta medida finalmente.

Al respecto, fuentes oficiales han condicionado la aprobación de esta medida y a la extensión por un año más para que los impuestos no suban con el comienzo de 2012. En cambio, dicha ampliación adicional de un año también podría traer consigo la firma para la construcción del oleoducto.

El Gobierno ha criticado la actitud insistente de los republicanos para con el proyecto Keystone XL al alegar que juega en contra del esfuerzo de la Administración en pos de implementar el paquete de medidas para la creación de empleo en el país, cifrado en unos 7.000 millones de dólares (5.360 millones de euros), de acuerdo con esta misma fuente.

En este sentido, Obama se apoya en la advertencia lanzada el pasado lunes por el Departamento de Estado norteamericano. En ella, alertó de que el Partido Republicano podría violar una ley medioambiental y forzar un acuerdo en el caso de que la mencionada insistencia republicana se traduzca en una reducción del plazo para que el presidente decida a no más de 60 días.

En respuesta, Obama ordenó al Departamento de Estado que emprendiera una revisión adicional del proyecto Keystone XL para así retrasar la posible aprobación del oleoducto hasta finales del próximo año, cuando se celebrarán las elecciones presidenciales en noviembre, a las que Obama opta a la reelección.

El presidente estadounidense no dará 'luz verde' al proyecto hasta que no se cerciore la Administración de los riesgos medioambientales, sanitarios y de seguridad que conllevaría el oleoducto.

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