Los activistas de Wukan acaban con las protestas
Wukan, EP
Los activistas de Wukan, una localidad del sureste de China que se ha rebelado contra las autoridades del Partido Comunista desde hace más de una semana, han anunciado este miércoles el fin de todas las protestas después de que las autoridades prometiesen varias concesiones a las reivindicaciones de los manifestantes.
La población de Wukan, en la provincia de Guangdong, ha realizado numerosas protestas por la expropiación de terrenos y por la sospechosa muerte de uno de los organizadores de las protestas, Xue Jinbo, mientras estaba bajo custodia tras ser detenido el pasado 9 de diciembre.
Tras las negociaciones con las autoridades, los organizadores de las protestas han pedido al resto de los habitantes de la localidad que vuelvan a su vida normal tras la promesa de que el Gobierno investigará la muerte de Xue y revisará las expropiaciones. Además, también se han comprometido a liberar a tres hombres detenidos durante las concentraciones del pasado mes de septiembre en la misma localidad.
Uno de los activistas, Yang Semao, explicó durante una asamblea de habitantes de la localidad que "como se ha conseguido", no seguirán haciendo ruido. "Han aceptado nuestras peticiones iniciales", explicó Yang. "Si el Gobierno no cumple sus compromisos, volveremos a protestar", añadió.
Este miércoles, unas mil personas se han concentrado para escuchar a Lin Zuluan, otro de los organizadores, sobre las concesiones prometidas por el Gobierno, que han sido recibidas con fuertes aplausos. Lin aseguró además que ninguno de los habitantes sufrirá ningún castigo por haber participado en las protestas.
Sin embargo, algunos habitantes de la zona se han mostrado cautelosos. "Nuestros corazones no están tranquilos", señaló Zhong Xianmei. "No se nos ha devuelto el cuerpo. ¿Están los detenidos en sus casas? ¿Podemos confiar en sus palabras?", señaló.
Según Lin, las autoridades aceptaron que el municipio celebrase elecciones democráticas. En China, los comités municipales son elegidos en teoría, aunque en la práctica hay muchas restricciones en las votaciones.
TIENEN RAZONES PARA QUEJARSE
El jefe del Partido Comunista en Guangdong, Wang Yang, reconoció que los habitantes de la localidad tienen razones para quejarse en una entrevista concedida al periódico 'Southern Daily'. "Se trata de una serie de conflictos que se han acumulado durante mucho tiempo en el curso del desarrollo social y económico", explicó Wang.
Guangdong es una provincia muy próspera de China, pero la urbanización y la industrialización de la región ha provocado el descontento de los ciudadanos.
La tierra cultivable en China suele estar en manos de cooperativas locales, pero las autoridades pueden ordenar su expropiación a cambio de compensaciones, que siempre son criticadas por los dueños por ser demasiado pequeñas.
Las protestas locales en China se están convirtiendo en episodios comunes en el país, especialmente contra la corrupción, la contaminación, los bajos salarios o las expropiaciones de tierra, justificadas pro las autoridades locales en nombre del progreso. Varios expertos chinos aseguran que se producen unos 90.000 de estos "incidentes de masas" al año.
Los activistas de Wukan, una localidad del sureste de China que se ha rebelado contra las autoridades del Partido Comunista desde hace más de una semana, han anunciado este miércoles el fin de todas las protestas después de que las autoridades prometiesen varias concesiones a las reivindicaciones de los manifestantes.
La población de Wukan, en la provincia de Guangdong, ha realizado numerosas protestas por la expropiación de terrenos y por la sospechosa muerte de uno de los organizadores de las protestas, Xue Jinbo, mientras estaba bajo custodia tras ser detenido el pasado 9 de diciembre.
Tras las negociaciones con las autoridades, los organizadores de las protestas han pedido al resto de los habitantes de la localidad que vuelvan a su vida normal tras la promesa de que el Gobierno investigará la muerte de Xue y revisará las expropiaciones. Además, también se han comprometido a liberar a tres hombres detenidos durante las concentraciones del pasado mes de septiembre en la misma localidad.
Uno de los activistas, Yang Semao, explicó durante una asamblea de habitantes de la localidad que "como se ha conseguido", no seguirán haciendo ruido. "Han aceptado nuestras peticiones iniciales", explicó Yang. "Si el Gobierno no cumple sus compromisos, volveremos a protestar", añadió.
Este miércoles, unas mil personas se han concentrado para escuchar a Lin Zuluan, otro de los organizadores, sobre las concesiones prometidas por el Gobierno, que han sido recibidas con fuertes aplausos. Lin aseguró además que ninguno de los habitantes sufrirá ningún castigo por haber participado en las protestas.
Sin embargo, algunos habitantes de la zona se han mostrado cautelosos. "Nuestros corazones no están tranquilos", señaló Zhong Xianmei. "No se nos ha devuelto el cuerpo. ¿Están los detenidos en sus casas? ¿Podemos confiar en sus palabras?", señaló.
Según Lin, las autoridades aceptaron que el municipio celebrase elecciones democráticas. En China, los comités municipales son elegidos en teoría, aunque en la práctica hay muchas restricciones en las votaciones.
TIENEN RAZONES PARA QUEJARSE
El jefe del Partido Comunista en Guangdong, Wang Yang, reconoció que los habitantes de la localidad tienen razones para quejarse en una entrevista concedida al periódico 'Southern Daily'. "Se trata de una serie de conflictos que se han acumulado durante mucho tiempo en el curso del desarrollo social y económico", explicó Wang.
Guangdong es una provincia muy próspera de China, pero la urbanización y la industrialización de la región ha provocado el descontento de los ciudadanos.
La tierra cultivable en China suele estar en manos de cooperativas locales, pero las autoridades pueden ordenar su expropiación a cambio de compensaciones, que siempre son criticadas por los dueños por ser demasiado pequeñas.
Las protestas locales en China se están convirtiendo en episodios comunes en el país, especialmente contra la corrupción, la contaminación, los bajos salarios o las expropiaciones de tierra, justificadas pro las autoridades locales en nombre del progreso. Varios expertos chinos aseguran que se producen unos 90.000 de estos "incidentes de masas" al año.