La Navidad se cubre de luto por ataques en Nigeria
Ya se ha confirmado que hubo unos 40 muertos en lo que aparentó ser una ofensiva coordinada: una primera explosión, en una iglesia católica romana cerca de la capital, Abuja, segó la vida de al menos 35 fieles. En otro ataque a una iglesia, esta vez en la ciudad de Jos, murió un oficial de policía. Cuatro más murieron a raíz de un ataque suicida en la sede de la policía en el estado de Yobe.
El grupo militante islamista Boko Haram dijo que había realizado los ataques, que el presidente de la Asociación Cristiana de Nigeria, Ayo Ortisejiefor, calificó de "barbáricos".
Ortisejiefor no fue el único en condenarlos.
Rechazo generalizado
La Casa Blanca describió los ataques como "violencia sin sentido" y ofreció ayuda a Nigeria para llevar a los responsables frente a la justicia.
Agregó que la investigación inicial mostraba que habían sido "actos terroristas".
El portavoz Jay Carney señaló en ese sentido que "condenamos esta violencia sin sentido y la trágica pérdida de vidas en el día de Navidad. Expresamos nuestras sinceras condolencias al pueblo nigeriano y especialmente a quienes perdieron a sus familiares y seres queridos".
Líderes en Reino Unido, Francia, Alemania e Italia también condenaron las bombas, calificándolas de "cobardes". Igualmente, el Vaticano y la Iglesia Católica de Nigeria los reprobaron.
Mientras el presidente francés, Nicolas Sarkozy, expresó su "solidaridad en la pelea (de Nigeria) contra el terrorismo", el ministro de Relaciones Exteriores de Alemania, Guido Westerwelle, hizo énfasis en que "ni siquiera en el día de Navidad, el mundo está libre de la cobardía y del miedo por el terrorismo".
Por su parte, el presidente de Nigeria, Goodluck Jonathan, dijo que las bombas eran "una afrenta injustificada hacia nuestra seguridad y nuestra libertad colectiva". Y añadió: "Los nigerianos deben unirse en una sola voz para condenarlos".
Multitudes enojadas
Análisis
Martin Plaut, editor de temas africanos de la BBC
Boko Haram, que admitió haber realizado los ataques, ha estado inmerso en una pelea sangrienta con las autoridades nigerianas desde cuando fue fundado, en 2002.
Hay indicios de que estos ataques estaban siendo planeados. La semana pasada, unas bombas que estaban siendo fabricadas explotaron de manera prematura en los estados de Yobe y Kaduna.
Luego, la policía allanó un supuesto escondite de Boko Haram en Yobe. Unas 60 personas murieron en el enfrentamiento armado subsiguiente.
Los ataques con bomba de este domingo parecen ser parte de una ofensiva planeada por los militantes, que están pidiendo un estado estrictamente islamista.
El primer ataque, fuera de la iglesia de Santa Teresa en Madalla, cerca de Abuja, mató a 35 e hirió a otros 50.
Tanto la iglesia como los edificios cercanos terminaron con daños sustanciales.
El padre Christopher Barde le dijo a la agencia de noticias AFP que la explosión ocurrió cuando faltaba poco para que terminara la misa navideña de la mañana.
"Fue realmente terrible", dijo. "Algunas personas (heridas) corrieron hacia mí diciendo "padre, deme la unción".
La muchedumbre se enojó a raíz del ataque y de la lenta respuesta de los servicios de emergencia.
La agencia de noticias Reuters informó que miles de jóvenes han instalado controles en las calles que van desde la capital hacia el norte -mayoritariamente musulmán- y están siendo atacados por las fuerzas de seguridad con gases lacrimógenos.
En Jos, una explosión cerca de la iglesia de la Montaña del Fuego y los Milagros ocurrió poco antes de una serie de disparos que mató a un oficial de policía, según le dijo el vocero gubernamental Pam Ayuba a la agencia AP.
Dos artefactos explosivos fueron desactivados en un edificio cercano, pero en el noreste del país, en Damaturu, sí se sintieron dos explosiones.
Una fue un ataque suicida en un cochebomba dirigido a un convoy del servicio estatal de seguridad.
Corresponsales de la BBC dicen que cuatro personas murieron ahí, incluyendo el atacante suicida.
También hubo otra explosión en el pueblo cercano de Gadaka.
Boko Haram
Damaturu y Gadaka están ubicados en el estado de Yobe, que ha sido el epicentro de la violencia entre las fuerzas de seguridad y los milicianos de Boko Haram.
Más de 60 personas han muerto en combates sólo en esta región en esta semana.
Un vocero de Boko Haram, Abul-Qaqa, les dijo a medios locales que eran los responsables de los ataques.
Boko Haram, que significa "la educación occidental está prohibida", quiere que se imponga la Sharia (ley islámica).
El grupo organizó un ataque suicida en agosto contra la sede de las Naciones Unidas en Abuja, en el que murieron más de 20 personas.
También fue responsable de una serie de explosiones en Jos la víspera de la Navidad de 2010.