Grecia en huelga contra promesas de austeridad del nuevo gobierno
Atenas, AFP
Grecia vive este jueves una huelga general contra las medidas de rigor impuestas por el gobierno de Lucas Papademos, que prometió seguir aplicando la política de austeridad recetada por la Unión Europea y el FMI para sanear la economía nacional, al borde de la quiebra.
En la decimocuarta huelga general desde el inicio de la crisis de la deuda griega en 2010, el tráfico ferroviario está paralizado, los barcos permanecen amarrados, la mayoría de los bancos cerrados y tanto escuelas como hospitales funcionan al mínimo.
En Atenas, los taxis y el metro funcionaban con normalidad por la mañana y podían verse numerosos comercios abiertos. El tráfico aéreo y la Bolsa también operaban de forma normal. Los autobuses observaron un paro de varias horas por la mañana y prevén otro por la tarde.
Al mediodía se prevé una manifestación en la capital griega y otra en Tesalónica (norte), convocadas por las federaciones sindicales del sector público (ADEDY) y privado (GSEE).
"No debemos hacernos ilusiones, la austeridad continuará en 2012 y también nuestra movilización, porque la precariedad y la amenaza del desempleo persisten", dijo a la AFP el secretario general de la GSEE, Yannis Panagopulos.
La ADEDY criticó en especial los recortes salariales acometidos y un plan de paro técnico que afectará a 20.000 funcionarios este mes y a 150.000 de aquí a 2013, según las previsiones del gobierno.
Los sindicatos esperan una participación inferior a la de la anterior huelga general, celebrada los días 19 y 20 de octubre, debido a la llegada de un nuevo gobierno, que gozaría de un período de gracia, y a las esperanzas depositadas en las elecciones legislativas del próximo año.
El nuevo paro de 24 horas tiene como divisa "No al presupuesto de recesión", que podía leerse en numerosos carteles colgados por toda Atenas.
La huelga se produce antes de que el Parlamento vote el martes un plan presupuestario 2012 que reducirá el gasto público y el número de funcionarios y aumentará la carga impositiva para reducir el déficit del país.
El presupuesto del año próximo prevé reducir el déficit del 9% previsto este año a 5,4% del PIB, pero también una contracción de la economía por quinto año consecutivo (-2,8%).
Acosada por una deuda de más del 150% de su PIB (unos 350.000 millones de euros), Grecia ha multiplicado desde 2010 las medidas de rigor a cambio de la ayuda financiera de la Unión Europea y el Fondo Monetario Internacional, que le permitió escapar a la suspensión de pagos.
Dicha ayuda se materializó en un primer rescate de 110.000 millones de euros acordado en mayo de 2010, y en un segundo plan de 130.000 millones acordado por la Eurozona en una cumbre el 26 de octubre en Bruselas.
El segundo plan de rescate, pendiente de aplicación, incluye 30.000 millones para recapitalizar los bancos griegos y la eliminación del 50% de la deuda griega en manos privadas mediante una participación voluntaria de los acreedores en un intercambio de obligaciones.
El primer ministro griego, el tecnócrata Lucas Papademos, se comprometió a "tomar todas las medidas necesarias para aplicar las decisiones de la cumbre de la zona euro del 26 de octubre y cumplir los objetivos del programa de saneamiento de la economía, crucial para mejorar la vida de los griegos", en una carta enviada a los dirigentes de la UE, el FMI y el Banco Central Europeo.
En esa carta, mandada el martes y publicada el miércoles noche, Papademos se comprometió a "elaborar un nuevo plan (presupuestario) plurianual creíble" y a "terminar el intercambio de obligaciones públicas griegas en manos de acreedores privados", para reducir el volumen de la deuda de Grecia.
"Las reformas fiscales y estructurales continuarán para mejorar la competitividad del país", apostilló Papademos, que desde el 11 de noviembre dirige un gobierno de coalición entre el partido socialista, la derecha y la ultraderecha, que se comprometieron a apoyar la política de rigor.
El gobierno anunció que la tarde del jueves se reunirá para preparar la próxima cumbre europea del 8 y 9 de diciembre en Bruselas.
Grecia vive este jueves una huelga general contra las medidas de rigor impuestas por el gobierno de Lucas Papademos, que prometió seguir aplicando la política de austeridad recetada por la Unión Europea y el FMI para sanear la economía nacional, al borde de la quiebra.
En la decimocuarta huelga general desde el inicio de la crisis de la deuda griega en 2010, el tráfico ferroviario está paralizado, los barcos permanecen amarrados, la mayoría de los bancos cerrados y tanto escuelas como hospitales funcionan al mínimo.
En Atenas, los taxis y el metro funcionaban con normalidad por la mañana y podían verse numerosos comercios abiertos. El tráfico aéreo y la Bolsa también operaban de forma normal. Los autobuses observaron un paro de varias horas por la mañana y prevén otro por la tarde.
Al mediodía se prevé una manifestación en la capital griega y otra en Tesalónica (norte), convocadas por las federaciones sindicales del sector público (ADEDY) y privado (GSEE).
"No debemos hacernos ilusiones, la austeridad continuará en 2012 y también nuestra movilización, porque la precariedad y la amenaza del desempleo persisten", dijo a la AFP el secretario general de la GSEE, Yannis Panagopulos.
La ADEDY criticó en especial los recortes salariales acometidos y un plan de paro técnico que afectará a 20.000 funcionarios este mes y a 150.000 de aquí a 2013, según las previsiones del gobierno.
Los sindicatos esperan una participación inferior a la de la anterior huelga general, celebrada los días 19 y 20 de octubre, debido a la llegada de un nuevo gobierno, que gozaría de un período de gracia, y a las esperanzas depositadas en las elecciones legislativas del próximo año.
El nuevo paro de 24 horas tiene como divisa "No al presupuesto de recesión", que podía leerse en numerosos carteles colgados por toda Atenas.
La huelga se produce antes de que el Parlamento vote el martes un plan presupuestario 2012 que reducirá el gasto público y el número de funcionarios y aumentará la carga impositiva para reducir el déficit del país.
El presupuesto del año próximo prevé reducir el déficit del 9% previsto este año a 5,4% del PIB, pero también una contracción de la economía por quinto año consecutivo (-2,8%).
Acosada por una deuda de más del 150% de su PIB (unos 350.000 millones de euros), Grecia ha multiplicado desde 2010 las medidas de rigor a cambio de la ayuda financiera de la Unión Europea y el Fondo Monetario Internacional, que le permitió escapar a la suspensión de pagos.
Dicha ayuda se materializó en un primer rescate de 110.000 millones de euros acordado en mayo de 2010, y en un segundo plan de 130.000 millones acordado por la Eurozona en una cumbre el 26 de octubre en Bruselas.
El segundo plan de rescate, pendiente de aplicación, incluye 30.000 millones para recapitalizar los bancos griegos y la eliminación del 50% de la deuda griega en manos privadas mediante una participación voluntaria de los acreedores en un intercambio de obligaciones.
El primer ministro griego, el tecnócrata Lucas Papademos, se comprometió a "tomar todas las medidas necesarias para aplicar las decisiones de la cumbre de la zona euro del 26 de octubre y cumplir los objetivos del programa de saneamiento de la economía, crucial para mejorar la vida de los griegos", en una carta enviada a los dirigentes de la UE, el FMI y el Banco Central Europeo.
En esa carta, mandada el martes y publicada el miércoles noche, Papademos se comprometió a "elaborar un nuevo plan (presupuestario) plurianual creíble" y a "terminar el intercambio de obligaciones públicas griegas en manos de acreedores privados", para reducir el volumen de la deuda de Grecia.
"Las reformas fiscales y estructurales continuarán para mejorar la competitividad del país", apostilló Papademos, que desde el 11 de noviembre dirige un gobierno de coalición entre el partido socialista, la derecha y la ultraderecha, que se comprometieron a apoyar la política de rigor.
El gobierno anunció que la tarde del jueves se reunirá para preparar la próxima cumbre europea del 8 y 9 de diciembre en Bruselas.