El BCE estudia prestar hasta 200.000 millones al FMI para combatir la crisis
La decisión se trató en la reunión del Eurogrupo del martes pasado. -El FMI no niega los contactos
Bruselas, El País
Una propuesta europea diseñada para canalizar préstamos de los bancos centrales a través del Fondo Monetario Internacional podría permitir la puesta en marcha de una línea de financiación de hasta 200.000 millones de euros para luchar contra la crisis de la deuda, según señalaron dos personas familiarizadas con las negociaciones. La necesidad de reforzar los instrumentos con los que cuenta la UE para combatir la crisis surgió ante la incapacidad de elevar los 440.000 millones de euros del fondo de rescate hasta alcanzar un billón.
Al cierre de las Bolsas, el propio FMI ha reconocido por boca de Gerry Rice, portavoz y Director de Relaciones Externas, que "el Fondo necesita más recursos si la crisis se agrava, y tal y como apuntó Juncker (presidente del Eurogrupo y primer ministro de Luxemburgo) después de la cumbre del 29 de noviembre, las autoridades europeas, así como otros miembros del FMI está explorando préstamos bilaterales con el organismo". "Tal y como dijimos, esos créditos podrían de hecho venir de los bancos centrales de los países, que de hecho ya están prestando dinero al Fondo", ha añadido.
En la reunión del 29 de noviembre a la que asistió el presidente del Banco Central Europeo, Mario Draghi, los ministros de Finanzas de la zona euro dieron el visto bueno para trabajar en el plan, dijeron las fuentes, que pidieron no ser identificadas porque las conversaciones están en una etapa temprana.
Según la propuesta, el dinero de los bancos centrales canalizado a través del organismo presidido por Christine Lagarde permitiría financiar programas de créditos de emergencia para Italia o España, los dos países que hoy por hoy se consideran como los más vulnerables. "Estamos buscando un refuerzo máximo", avanzó el 30 de noviembre el ministro de Finanzas de Bélgica, Didier Reynders.
Para los gobiernos de los países ricos, como Alemania, esta medida permitiría abrir una nueva fuente de fondos sin violar la normativa europea, que prohíbe que los bancos centrales puedan acudir directamente en ayuda de los países con problemas de financiación. Sobre este punto, el gobernador del BCE, Mario Draghi insinuó ayer que la entidad está dispuesta a asumir un mayor protagonismo para afrontar la crisis en el futuro si los Gobiernos europeos acuerdan "un nuevo pacto fiscal" que endurezca las reglas que limitan el déficit y la deuda pública.
En su comparecencia ante el Parlamento Europeo, Draghi fue muy explícito al recordar que "el BCE solo puede actuar dentro de los límites del Tratado" y que la compra de bonos soberanos que ha efectuado hasta ahora "no es para subvencionar a Gobiernos", sino "para reparar los canales de transmisión de la política monetaria".
Sin embargo, esta medida no sería un sustituto del programa de compra de bonos de los países bajo presión en los mercados por parte de la Autoridad Monetaria del euro, algo que defienden varios países, entre ellos España, pero que choca con el rechazo frontal de Alemania. Desde que puso en marcha esta medida en mayo de 2010, el BCE ha comprado 203.500 millones de euros en deuda de los tres países que reciben ayuda financiera -Grecia, Irlanda y Portugal- además de títulos de Italia y España.
La intervención conjunta decidida esta semana por los seis principales bancos centrales internacionales, que a pesar de disparar las compras en las Bolsas y reforzar la mejora en la deuda tiene un impacto real limitado, ha sido interpretada por los analistas e inversores como un posible adelanto de nuevas medidas a corto plazo para superar la crisis.
Una propuesta europea diseñada para canalizar préstamos de los bancos centrales a través del Fondo Monetario Internacional podría permitir la puesta en marcha de una línea de financiación de hasta 200.000 millones de euros para luchar contra la crisis de la deuda, según señalaron dos personas familiarizadas con las negociaciones. La necesidad de reforzar los instrumentos con los que cuenta la UE para combatir la crisis surgió ante la incapacidad de elevar los 440.000 millones de euros del fondo de rescate hasta alcanzar un billón.
Al cierre de las Bolsas, el propio FMI ha reconocido por boca de Gerry Rice, portavoz y Director de Relaciones Externas, que "el Fondo necesita más recursos si la crisis se agrava, y tal y como apuntó Juncker (presidente del Eurogrupo y primer ministro de Luxemburgo) después de la cumbre del 29 de noviembre, las autoridades europeas, así como otros miembros del FMI está explorando préstamos bilaterales con el organismo". "Tal y como dijimos, esos créditos podrían de hecho venir de los bancos centrales de los países, que de hecho ya están prestando dinero al Fondo", ha añadido.
En la reunión del 29 de noviembre a la que asistió el presidente del Banco Central Europeo, Mario Draghi, los ministros de Finanzas de la zona euro dieron el visto bueno para trabajar en el plan, dijeron las fuentes, que pidieron no ser identificadas porque las conversaciones están en una etapa temprana.
Según la propuesta, el dinero de los bancos centrales canalizado a través del organismo presidido por Christine Lagarde permitiría financiar programas de créditos de emergencia para Italia o España, los dos países que hoy por hoy se consideran como los más vulnerables. "Estamos buscando un refuerzo máximo", avanzó el 30 de noviembre el ministro de Finanzas de Bélgica, Didier Reynders.
Para los gobiernos de los países ricos, como Alemania, esta medida permitiría abrir una nueva fuente de fondos sin violar la normativa europea, que prohíbe que los bancos centrales puedan acudir directamente en ayuda de los países con problemas de financiación. Sobre este punto, el gobernador del BCE, Mario Draghi insinuó ayer que la entidad está dispuesta a asumir un mayor protagonismo para afrontar la crisis en el futuro si los Gobiernos europeos acuerdan "un nuevo pacto fiscal" que endurezca las reglas que limitan el déficit y la deuda pública.
En su comparecencia ante el Parlamento Europeo, Draghi fue muy explícito al recordar que "el BCE solo puede actuar dentro de los límites del Tratado" y que la compra de bonos soberanos que ha efectuado hasta ahora "no es para subvencionar a Gobiernos", sino "para reparar los canales de transmisión de la política monetaria".
Sin embargo, esta medida no sería un sustituto del programa de compra de bonos de los países bajo presión en los mercados por parte de la Autoridad Monetaria del euro, algo que defienden varios países, entre ellos España, pero que choca con el rechazo frontal de Alemania. Desde que puso en marcha esta medida en mayo de 2010, el BCE ha comprado 203.500 millones de euros en deuda de los tres países que reciben ayuda financiera -Grecia, Irlanda y Portugal- además de títulos de Italia y España.
La intervención conjunta decidida esta semana por los seis principales bancos centrales internacionales, que a pesar de disparar las compras en las Bolsas y reforzar la mejora en la deuda tiene un impacto real limitado, ha sido interpretada por los analistas e inversores como un posible adelanto de nuevas medidas a corto plazo para superar la crisis.