EE UU comenzará a ceder soberanía al Ejército de Afganistán a partir de 2012
Las tropas de la OTAN comenzarán a integrarse en batallones del Ejército nacional de Afganistán
Kabul, El País
El año que viene, las tropas de la OTAN comenzarán a integrarse dentro de batallones del Ejército nacional de Afganistán, según ha revelado el general al mando de ese contingente aliado, el general de los Marines norteamericanos John Allen. De ese modo, la OTAN y el Ejército de Estados Unidos reducirán sus operaciones de combate drásticamente y cederán un mayor liderazgo a las fuerzas de seguridad afganas, de cara a la toma total de soberanía que el presidente, Barack Obama, ha programado para 2014.
Durante meses, la Casa Blanca intentó que la OTAN iniciara ese cambio de estrategia para facilitar el repliegue militar. La cúpula militar norteamericana, sin embargo, quería una retirada lenta, pero Obama decidió marcarse 2014 como la fecha de salida, contra la opinión de la mayoría de generales. Las declaraciones de Allen indican que, finalmente, las fuerzas armadas facilitarán esa transición a la soberanía afgana dentro de los plazos marcados por la Casa Blanca.
En su punto máximo, y después del refuerzo ordenado por el propio Obama, había más de 100.000 soldados de EE UU en Afganistán. La retirada comenzó en verano, y seguirá de forma continuada. Antes de septiembre de 2012 quedarán en aquel país 70.000 soldados. El general Allen ha comentado en diversas ocasiones, en visitas oficiales de congresistas del Capitolio, que confía en no tener que aplicar reducciones drásticas de tropas antes de 2014.
Antes de septiembre de 2012 quedarán en aquel país 70.000 soldados
“A medida que analizamos la salida de Irak, habrá momentos cruciales aquí en Afganistán, según avanza la transición de soberanía y a medida que una mayor parte de la ciudadanía afgana cae dentro del escudo de protección de las fuerzas de seguridad afganas”, dijo el general Allen en un discurso en Kabul. “Las combinaciones [de tropas de la OTAN y del ejército afgano] son una parte importante en el debate sobre la evolución de la estrategia de operaciones”.
El general Allen anunció ese cambio estratégico en uno de los peores momentos en las relaciones entre EE UU y Pakistán, debido a la muerte de 24 soldados de este último país en un ataque aliado en la frontera con Afganistán. Una de las labores que caerá con más peso sobre los hombros del ejército afgano será precisamente la de sellar esa frontera, por la que transitan con frecuencia insurgentes afiliados a Al Qaeda y los Talibán.
“Estamos trabajando duramente para restablecer esas relaciones”, dijo el general Allen en el discurso. Otro punto de fricción es el de la captura y muerte de Osama bin Laden en Abottabad, en territorio paquistaní, en mayo, una operación para la cual el Pentágono no consultó con sus homólogos paquistaníes. “Queremos iniciar una vía de trabajo en la frontera que nos permita regresar a los niveles de cooperación que pueda regir las operaciones a ambas partes de la frontera”.
En represalia por el ataque, Pakistán cerró las vías de abastecimiento del Ejército de EE UU que pasaban por su territorio y dejó de participar en reuniones para coordinar la seguridad de la frontera. A pesar de esa colaboración, los insurgentes cruzan esa frontera a su antojo, y se refugian en territorio paquistaní, para planificar ataques sobre los soldados aliados y sobre la población civil afgana.
Kabul, El País
El año que viene, las tropas de la OTAN comenzarán a integrarse dentro de batallones del Ejército nacional de Afganistán, según ha revelado el general al mando de ese contingente aliado, el general de los Marines norteamericanos John Allen. De ese modo, la OTAN y el Ejército de Estados Unidos reducirán sus operaciones de combate drásticamente y cederán un mayor liderazgo a las fuerzas de seguridad afganas, de cara a la toma total de soberanía que el presidente, Barack Obama, ha programado para 2014.
Durante meses, la Casa Blanca intentó que la OTAN iniciara ese cambio de estrategia para facilitar el repliegue militar. La cúpula militar norteamericana, sin embargo, quería una retirada lenta, pero Obama decidió marcarse 2014 como la fecha de salida, contra la opinión de la mayoría de generales. Las declaraciones de Allen indican que, finalmente, las fuerzas armadas facilitarán esa transición a la soberanía afgana dentro de los plazos marcados por la Casa Blanca.
En su punto máximo, y después del refuerzo ordenado por el propio Obama, había más de 100.000 soldados de EE UU en Afganistán. La retirada comenzó en verano, y seguirá de forma continuada. Antes de septiembre de 2012 quedarán en aquel país 70.000 soldados. El general Allen ha comentado en diversas ocasiones, en visitas oficiales de congresistas del Capitolio, que confía en no tener que aplicar reducciones drásticas de tropas antes de 2014.
Antes de septiembre de 2012 quedarán en aquel país 70.000 soldados
“A medida que analizamos la salida de Irak, habrá momentos cruciales aquí en Afganistán, según avanza la transición de soberanía y a medida que una mayor parte de la ciudadanía afgana cae dentro del escudo de protección de las fuerzas de seguridad afganas”, dijo el general Allen en un discurso en Kabul. “Las combinaciones [de tropas de la OTAN y del ejército afgano] son una parte importante en el debate sobre la evolución de la estrategia de operaciones”.
El general Allen anunció ese cambio estratégico en uno de los peores momentos en las relaciones entre EE UU y Pakistán, debido a la muerte de 24 soldados de este último país en un ataque aliado en la frontera con Afganistán. Una de las labores que caerá con más peso sobre los hombros del ejército afgano será precisamente la de sellar esa frontera, por la que transitan con frecuencia insurgentes afiliados a Al Qaeda y los Talibán.
“Estamos trabajando duramente para restablecer esas relaciones”, dijo el general Allen en el discurso. Otro punto de fricción es el de la captura y muerte de Osama bin Laden en Abottabad, en territorio paquistaní, en mayo, una operación para la cual el Pentágono no consultó con sus homólogos paquistaníes. “Queremos iniciar una vía de trabajo en la frontera que nos permita regresar a los niveles de cooperación que pueda regir las operaciones a ambas partes de la frontera”.
En represalia por el ataque, Pakistán cerró las vías de abastecimiento del Ejército de EE UU que pasaban por su territorio y dejó de participar en reuniones para coordinar la seguridad de la frontera. A pesar de esa colaboración, los insurgentes cruzan esa frontera a su antojo, y se refugian en territorio paquistaní, para planificar ataques sobre los soldados aliados y sobre la población civil afgana.