China pone en marcha su gran brújula satelital
China anunció este martes la puesta en marcha de su propio sistema de navegación vía satélite Beidou-2/Compass (brújula) que se presenta como alternativa al GPS estadounidense, aunque con una operatividad todavía limitada.
Según informó Ren Chengqi, director de la oficina estatal que controla el proyecto, el sistema ofrecerá a modo de prueba servicios de posicionamiento, navegación y medición del tiempo tanto para el territorio chino como para otras regiones limítrofes.
Pero China todavía debe lanzar nuevos satélites para completar la red de 35 en total que en 2015 completarían el funcionamiento del sistema.
Una apuesta tecnológica fuerte
Beidou, es el nombre que los astrólogos de la antigüedad en China empleaban para denominar al conjunto de estrellas que más brillan en el firmamento: la constelación Osa Mayor, que se convirtió en el punto de referencia de la brújula celeste que usaron desde entonces generaciones enteras de exploradores.
Con este nombre simbólico, China lleva diez años tratando de desarrollar un sistema que termine con su dependencia del GPS estadounidense, siendo una de las apuestas tecnológicas más fuertes de China y de la que el país espera obtener ahora beneficios económicos.
China inició la creación de una red de navegación satelital en el año 2000 y ya hace una década que la red experimental Beidou-1 ofrece servicios de posicionamiento limitados y de caracter nacional.
Pero ahora, con una red recientemente ampliada, Brújula "cubrirá la mayor parte de Asia-Pacífico", aseguró Ren, lo que dio a entender que Japón y Estados Unidos podrían estar cubiertos por el sistema una vez se pongan en órbita otros 6 satélites para finales del próximo año.
El gobierno chino espera que Brújula genere un mercado por valor de US$60.000 millones, vinculado al desarrollo de aplicaciones para la industria del motor, telecomunicaciones o pesca en 2020.
Servicios más asequibles
Se trata del punto de partida de un proyecto todavía más ambicioso: una red global de navegación satelital que se espera quede lista en 2020, cuando se complete la red de cinco satélites de órbita terrestre geosíncrona (GEO) y 30 de órbita terrestre media (MEO), que permitirían cubrir todo el planeta.
Durante las pruebas realizadas a Brújula se obtuvieron datos con una precisión de 25 metros, aunque se espera reducir este margen a 10 metros en 2013.
De acuerdo al diario chino Shanghai Daily, a diferencia de GPS, Glonass (el sistema que pretende activar Rusia) y Galileo (proyecto europeo en el que también participa China), Brújula ofrecerá servicios de telecomunicaciones y su coste será mucho menor que GPS.
Pero más allá de los servicios libres, la red también proporcionará servicios de uso exclusivamente militar mucho más precisos.
Un estudio elaborado en 2004 por Geoffrey Forden, investigador del Instituto de Tecnología de massachusets, en Estados Unidos, apuntó que Brújula podría emplearse para disparar misiles contra Taiwan, en caso de que tuviera lugar un conflicto armado por el territorio. Al tener su propio sistema, China evitaría el riesgo de que Estados Unidos desconectara su GPS.
Por su parte un reporte de defenspolicy.org en 2011 sugirió que Brújula también podría ser usada para guiar a aviones no tripulados en la destrucción de fuerzas navales extranjeras, en caso de ataque contra China.
Carrera espacial china
Según explicó a la BBC Michael Sheehan, experto en política espacial, China vive actualmente una carrera espacial que rememora la que impulsaron Estados Unidos y Rusia a mediados del siglo XX. De hecho, China es el tercer país del mundo que logra enviar un hombre al espacio con tecnología propia.
"Las adquisiciones de nuevas tecnologías como trenes de alta velocidad, sistemas anti-satelitales o buques porta-aviones se dan no por su intrínseco valor, sino porque la directiva del Partido Comunista los ve como símbolos que distinguen a las grandes potencias de sus competidores", explicó.
Actualmente China es el único país que está tratando de construir una estación espacial por si sola, cuyo objetivo es que humanos aterricen en la luna.
De hecho, está previsto que este año se lancen dos naves tripuladas al espacio para trabajar en el laboratorio espacial de Tiangong (puesta en órbita el pasado mes de septiembre) y una de las tripulantes podría convertirse en la primera mujer china en el espacio.
Competencia
La Brújula china será compatible con otros sistemas de navegación existentes en el mundo.
Más allá del GPS, Rusia ya opera su propio sistema conocido como Glonass. Recientemente, el país lanzó una serie de satélites para cubrir lo huecos en el sistema. A principios de este mes reportaba que ya cubre la totalidad del planeta.
La Unión Europea también trabaja en Galileo. Su primer satélite operativo alcanzó la órbita en octubre. La Agencia Espacial Europea asegura que la red estará completa en 2019.
Paralelamente, Estados Unidos trabaja en mejorar su GPS, que pasaría a llamarse GPS III. Ya se ha construido un nuevo prototipo satelital y, según el ejército estadounidense, éste será más poderoso, dificultando al enemigo un posible ataque, y permitiendo el acceso a zonas densamente construidas o con follaje.
El proyecto podría tener un coste de US$25.000 millones y estaría listo en 2025.