A 70 años de Pearl Harbor
EEUU, AFP
El ataque japonés a la base estadunidense en Hawai, el 7 de diciembre de 1941, cambió dramáticamente la historia durante el siglo XX.
Ayer el gobierno estadunidense recordó con un minuto de silencio el hecho en el que murieron 2,400 soldados.
Ayer el gobierno estadunidense recordó con un minuto de silencio el hecho en el que murieron 2,400 soldados.
Los sobrevivientes del ataque japonés a la base estadunidense de Pearl Harbor, en Hawai, celebraron un minuto de silencio ayer, cuando el gobierno estadunidense conmemoró con banderas a media asta el 70 aniversario de aquel hecho que definió el rumbo de la historia del siglo XX.
El secretario de Defensa Leon Panetta recordó la forma en que el sorpresivo ataque de Japón despertó a un “gigante dormido” —Estados Unidos—, que respondió uniéndose a sus aliados europeos en la Segunda Guerra Mundial.
Una multitud congregada en Pearl Harbor, al oeste de Honolulú (Hawai, en el Pacífico), inclinó la cabeza a las 7:55 de la mañana (17:55 GMT) para evocar el momento exacto en que Japón inició un contundente ataque contra la Flota Estadunidense del Pacífico, el 7 de diciembre de 1941.
“Hace setenta años (...) nuestra nación sufrió un ataque cruel y destructivo. Nuestros enemigos pensaron que con esta incursión súbita y deliberada debilitarían a Estados Unidos”, dijo Panetta en una carta leída en el memorial.
“Pero en cambio, sólo lo fortalecieron. Ese día realmente se despertó un gigante dormido”, dijo.
La multitud aplaudió cuando docenas de sobrevivientes del ataque se pusieron de pie, algunos saludando con la mano, poco después del sobrevuelo de tres aviones F22.
Estados Unidos celebró actos conmemorativos desde la isla de Hawai hasta Washington DC, en la costa este, para recordar a los 2,400 estadunidenses que murieron a causa del ataque.
El presidente Barack Obama dispuso que la bandera de las barras y las estrellas ondeara a media asta en los edificios federales en todo el país, para recordar el Día Nacional de Conmemoración de Pearl Harbor.
El día después del ataque, el Congreso estadunidense declaró oficialmente la guerra a Japón y, tres días después, Alemania le declaró la guerra a Estados Unidos, cuya entrada en el escenario bélico cambió el curso del conflicto.
En un ataque de dos horas, unos 20 buques fueron hundidos o dañados y 164 aviones quedaron destruidos.
Al denunciar “una fecha que perdurará en la infamia”, el entonces presidente Franklin Roosevelt declaró la guerra a Japón, en momentos en que muchos de sus ciudadanos habían abrigado la esperanza de escapar al conflicto.
Durante siete décadas, algunas teorías de la conspiración han planteado que el presidente Roosevelt había recibido información de inteligencia sobre el ataque japonés antes de que ocurriera, pero que deliberadamente eligió no actuar.
De acuerdo con esas teorías, Roosevelt creía que el golpe provocado por el ataque persuadiría a los estadunidenses de la necesidad de entrar en la Segunda Guerra Mundial.
Esas teorías fueron alimentadas por el hecho de que un radar militar estadunidense fracasó en detectar a seis portaaviones japoneses con 400 aviones a bordo, que se detuvieron a 350 km de su objetivo.
Pero estos supuestos han sido descartados por algunos escépticos. “Es una leyenda”, afirma el historiador Daniel Martínez, que trabaja en el Monumento Nacional a Pearl Harbor en Hawai. “Esa es la clase de teorías conspirativas que se fabrican sólo para vender libros”.
Casi seis décadas después de que Japón iniciara su ataque sorpresa, los atentados del 11 de setiembre de 2001 de Al Qaeda contra Estados Unidos llevaron a hacer comparaciones con el ataque a Pearl Harbor, en el sentido de que desató la respuesta militar estadunidense y un profundo replanteo estratégico.
El ataque japonés a la base estadunidense en Hawai, el 7 de diciembre de 1941, cambió dramáticamente la historia durante el siglo XX.
Ayer el gobierno estadunidense recordó con un minuto de silencio el hecho en el que murieron 2,400 soldados.
Ayer el gobierno estadunidense recordó con un minuto de silencio el hecho en el que murieron 2,400 soldados.
Los sobrevivientes del ataque japonés a la base estadunidense de Pearl Harbor, en Hawai, celebraron un minuto de silencio ayer, cuando el gobierno estadunidense conmemoró con banderas a media asta el 70 aniversario de aquel hecho que definió el rumbo de la historia del siglo XX.
El secretario de Defensa Leon Panetta recordó la forma en que el sorpresivo ataque de Japón despertó a un “gigante dormido” —Estados Unidos—, que respondió uniéndose a sus aliados europeos en la Segunda Guerra Mundial.
Una multitud congregada en Pearl Harbor, al oeste de Honolulú (Hawai, en el Pacífico), inclinó la cabeza a las 7:55 de la mañana (17:55 GMT) para evocar el momento exacto en que Japón inició un contundente ataque contra la Flota Estadunidense del Pacífico, el 7 de diciembre de 1941.
“Hace setenta años (...) nuestra nación sufrió un ataque cruel y destructivo. Nuestros enemigos pensaron que con esta incursión súbita y deliberada debilitarían a Estados Unidos”, dijo Panetta en una carta leída en el memorial.
“Pero en cambio, sólo lo fortalecieron. Ese día realmente se despertó un gigante dormido”, dijo.
La multitud aplaudió cuando docenas de sobrevivientes del ataque se pusieron de pie, algunos saludando con la mano, poco después del sobrevuelo de tres aviones F22.
Estados Unidos celebró actos conmemorativos desde la isla de Hawai hasta Washington DC, en la costa este, para recordar a los 2,400 estadunidenses que murieron a causa del ataque.
El presidente Barack Obama dispuso que la bandera de las barras y las estrellas ondeara a media asta en los edificios federales en todo el país, para recordar el Día Nacional de Conmemoración de Pearl Harbor.
El día después del ataque, el Congreso estadunidense declaró oficialmente la guerra a Japón y, tres días después, Alemania le declaró la guerra a Estados Unidos, cuya entrada en el escenario bélico cambió el curso del conflicto.
En un ataque de dos horas, unos 20 buques fueron hundidos o dañados y 164 aviones quedaron destruidos.
Al denunciar “una fecha que perdurará en la infamia”, el entonces presidente Franklin Roosevelt declaró la guerra a Japón, en momentos en que muchos de sus ciudadanos habían abrigado la esperanza de escapar al conflicto.
Durante siete décadas, algunas teorías de la conspiración han planteado que el presidente Roosevelt había recibido información de inteligencia sobre el ataque japonés antes de que ocurriera, pero que deliberadamente eligió no actuar.
De acuerdo con esas teorías, Roosevelt creía que el golpe provocado por el ataque persuadiría a los estadunidenses de la necesidad de entrar en la Segunda Guerra Mundial.
Esas teorías fueron alimentadas por el hecho de que un radar militar estadunidense fracasó en detectar a seis portaaviones japoneses con 400 aviones a bordo, que se detuvieron a 350 km de su objetivo.
Pero estos supuestos han sido descartados por algunos escépticos. “Es una leyenda”, afirma el historiador Daniel Martínez, que trabaja en el Monumento Nacional a Pearl Harbor en Hawai. “Esa es la clase de teorías conspirativas que se fabrican sólo para vender libros”.
Casi seis décadas después de que Japón iniciara su ataque sorpresa, los atentados del 11 de setiembre de 2001 de Al Qaeda contra Estados Unidos llevaron a hacer comparaciones con el ataque a Pearl Harbor, en el sentido de que desató la respuesta militar estadunidense y un profundo replanteo estratégico.