Saif al-Islam, de heredero de Gadafi a prisionero de guerra

Redacción, BBC Mundo
Las autoridades libias informaron este sábado de la captura de Saif al-Islam, hijo del depuesto líder Muammar Gadafi, cerca de la ciudad de Obari, en el sudoeste del país.

Pese a que nunca ostentó ningún cargo oficial en el gobierno libio, antes del derrocamiento de su padre, Saif al-Islam era considerado como la segunda figura en importancia en la nación norteafricana tras el propio Gadafi.

En la actualidad es reclamado por la Corte Penal Internacional de la Haya (CPI), acusado de crímenes contra la humanidad por su presunta implicación en la represión de las revueltas populares que se iniciaron el pasado febrero en Libia.

Hasta el comienzo de la rebelión, el segundo de los nueve hijos de Gadafi, de 39 años de edad, era visto como la figura reformista del régimen libio.

Pero durante las revueltas, Saif al-Islam realizó varios discursos desafiantes en los que abogó por continuar hasta el final la lucha contra los rebeldes, a los que acusó, entre otras cosas, de ser "matones y terroristas".

"Estamos en nuestra tierra y en nuestro país. Resistiremos seis meses, un año, dos años… y venceros", aseguró en un discurso el pasado agosto, horas antes de que las tropas del Consejo Nacional de Transición (CNT) entraran en Trípoli.

En aquel momento los rebeldes aseguraron haberlo capturado y la CPI dijo que pensaba llevarlo a juicio por sus presuntos crímenes.

Pero entonces Saif al-Islam reapareció rodeado de los suyos en un hotel de la capital libia en el que se hospedaban periodistas internacionales.

Por aquel entonces, todavía se mostraba seguro de la victoria, diciendo que los rebeldes habían sufrido una emboscada de las fuerzas leales a su padre. A partir de ese momento se perdió su pista, hasta este sábado.

¿Reformista?

Saif al-Islam negoció las compensaciones para las familias de los fallecidos en el atentado de Lockerbie.

Antes del inicio de las revueltas en Libia, Saif al-Islam había asegurado que su país necesitaba democracia y en los últimos años jugó un papel importante en el acercamiento de su país a Occidente.

Como presidente de la fundación caritativa de la familia Gadafi y –presuntamente- de la Autoridad Libia de Inversión, un millonario fondo soberano, Saif al-Islam tenía acceso a grandes cantidades de dinero, que utilizó para mejorar las relaciones de Libia con las naciones occidentales.

Según explica la periodista de la BBC Farhana Haide, estuvo involucrado en las conversaciones que llevaron a que su padre abandonara su programa de desarrollo de armas nucleares y ayudó a negociar la liberación en 2007 de cinco enfermeras y un médico búlgaros acusados de infectar deliberadamente con VIH a cientos de niños.

También negoció las compensaciones para las familias de los fallecidos en el atentado contra un avión de Pan-Am en 1988 en Lockerbie, Escocia, y en los ataques contra una discoteca de Berlín en 1986 y contra un avión de la compañía UTA en 1989.

También se dice que participó en las negociaciones para la liberación en 2009 del hombre condenado en Reino Unido por el ataque de Lockerbie, Abdelbaset al-Megrahi.

Tras estos acuerdos, se levantaron las sanciones internacionales contra Libia y, con Saif al-Islam jugando un papel importante tanto en el plano económico como en el político, Libia parecía iniciar un periodo de cambio.

Su sector petrolero empezaba a abrirse al exterior y el gobierno de Gadafi acepto controlar el flujo de inmigrantes subsaharianos que intentaban llegar a Europa a través de territorio libio.

Lazos con Occidente

Durante la toma de Trípoli, Saif al-Islam reapareció rodeado de los suyos en un hotel de la capital libia.

Saif al-Islam estudió arquitectura en Viena, Austria, y se doctoró en la prestigiosa London School of Economics, en Inglaterra.

Además, mantenía lazos con figuras políticas de Reino Unido, así como con la familia real británica. Se reunió con el Duque de York en diversas ocasiones y se dice que visitó tanto el Palacio de Buckingham como el Castillo de Windsor.

Se sabe que tenía dos tigres como mascotas y que era aficionado a la caza con halcones en el desierto, un pasatiempo habitual de las familias reales árabes.

Saif al-Islam siempre negó querer perpetuar el poder de su padre, asegurando que las riendas del poder no son "una granja que se hereda".

De hecho, en 2008 anunció su retirada de la política.

"Intervine extensamente en todo: nuestra política exterior, solucionando muchos problemas, en cuestiones de desarrollo, de vivienda. Porque no había instituciones o una sistema administrativo que pudieran hacerlo", aseguró.

"Pero ahora la situación ha cambiado y si continúo habrá problemas", dijo entonces.

También hizo un llamado a que hubiera reformas políticas en su país, un tema que trató en el doctorado que completó con éxito en la London School of Economics.

Ahora, pocas semanas después de la muerte de su padre, Saif al-islam fue capturado.

Según las autoridades libias, será sometido a un juicio justo en Libia.

"Saif al Islam Gadafi será presentado ante un tribunal libio y será juzgado en un proceso conforme a las normas jurídicas internacionales", dijo el ministro de Justicia de Libia, Mohammed al-Alagi.

Mientras, el primer ministro interino libio, Abderrahim al-Kib, aseguró a las agencias de noticias que el hijo de Gadafi será tratado "como un prisionero de guerra".

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