Paso del tren de basura radiactiva desata choques entre la policía y antinucleares
Berlín, EFE
Los duros enfrentamientos entre la policía y los activistas antinucleares marcaron hoy la segunda jornada del recorrido del tren "castor" por Alemania, cargado con basura altamente radiactiva de camino al depósito temporal de Gorleben (norte del país).
A las 15.25 GMT el transporte atravesó la localidad de Rotenburg de Wümme, según la cadena pública alemana ZDF, con lo que tan sólo le restan unos 145 kilómetros de ruta y polémica.
La jornada estuvo plagada de acciones de protesta a lo largo del trayecto del tren, entre las que destacaron las sucedidas en los alrededores de Metzingen, una localidad cercana a Gorleben, donde se produjeron los enfrentamientos más graves entre activistas y policías.
Allí, cerca de donde ayer ardieron dos vehículos policiales, las fuerzas de seguridad cargaron hoy en repetidas ocasiones contra múltiples grupos de activistas de hasta un centenar de personas que intentaban llegar hasta las vías.
La policía informó en un comunicado de que sus efectivos fueron atacados con cócteles molotov, bengalas y piedras, y los activistas y medios de comunicación destacaron el uso excesivo de cañones de agua, pelotas de goma y gases lacrimógenos por parte de las fuerzas de seguridad.
Fuentes antinucleares aseguraron asimismo que en ese lugar han logrado "desenterrar" unos 20 metros de vías, una de las estrategias más practicadas por los activistas para detener el tren, algo que confirmó posteriormente la policía local.
También en Metzingen, desde las 14.30 GMT, unos 1.200 activistas según la policía (1.800 según los antinucleares) han logrado saltar el cordón policial y realizan una "sentada" sobre las vías que por el momento no ha podido ser disuelta.
Las fuerzas de seguridad, que han desplegado a un total de 20.000 efectivos para asegurar el recorrido de este polémico tren, han aplicado este año una nueva estrategia de "tolerancia cero", como apuntó en su edición de hoy el periódico "Berliner Tageszeitung".
"La policía ha reaccionado con una fuerza inusual contra las protestas", señalaba en portada este rotativo, que recordó que en años anteriores los agentes buscaban "rebajar" la tensión.
A mediodía y bajo una intensa lluvia tuvo lugar una manifestación en contra de la energía atómica en la localidad de Dannenberg, la más cercana al cementerio nuclear de Gorleben, en la que participaron 8.000 personas según la policía y unas 25.000 según los organizadores.
A esta concentración pacífica siguió la ya tradicional "tractorada" de protesta en la que participaron unos 600 vehículos agrícolas de las poblaciones cercanas.
Aunque oficialmente se apuntó al domingo, aún se desconoce cuándo llegará el controvertido transporte a esta localidad, en donde los once contenedores tipo "castor" con 2.500 toneladas de basura altamente radiactiva deben ser reubicados en camiones para recorrer los últimos kilómetros por carretera hasta el depósito de Gorleben.
El convoy entró en territorio alemán ayer por la mañana por la localidad de Saarbrücken (oeste del país) procedente de la planta de procesamiento de basura atómica de La Hague (oeste de Francia).
No obstante, el jueves por la noche ya se produjeron en territorio alemán los primeros incidentes relacionados con el paso del tren, cuando la policía empleó cañones de agua contra unos 800 manifestantes en Metzingen.
Desde hace años, los transportes de desechos radiactivos por Alemania generan fuertes protestas del colectivo antinuclear, con recurrentes cortes de las vías en su trayecto al depósito de Gorleben.
Tras las multitudinarias concentraciones del año pasado, las más concurridas en décadas, las protestas de 2011 son las primeras desde la aprobación del "apagón" nuclear de la canciller federal, Angela Merkel, bajo el impacto de la catástrofe de la central atómica de Fukushima.
Los duros enfrentamientos entre la policía y los activistas antinucleares marcaron hoy la segunda jornada del recorrido del tren "castor" por Alemania, cargado con basura altamente radiactiva de camino al depósito temporal de Gorleben (norte del país).
A las 15.25 GMT el transporte atravesó la localidad de Rotenburg de Wümme, según la cadena pública alemana ZDF, con lo que tan sólo le restan unos 145 kilómetros de ruta y polémica.
La jornada estuvo plagada de acciones de protesta a lo largo del trayecto del tren, entre las que destacaron las sucedidas en los alrededores de Metzingen, una localidad cercana a Gorleben, donde se produjeron los enfrentamientos más graves entre activistas y policías.
Allí, cerca de donde ayer ardieron dos vehículos policiales, las fuerzas de seguridad cargaron hoy en repetidas ocasiones contra múltiples grupos de activistas de hasta un centenar de personas que intentaban llegar hasta las vías.
La policía informó en un comunicado de que sus efectivos fueron atacados con cócteles molotov, bengalas y piedras, y los activistas y medios de comunicación destacaron el uso excesivo de cañones de agua, pelotas de goma y gases lacrimógenos por parte de las fuerzas de seguridad.
Fuentes antinucleares aseguraron asimismo que en ese lugar han logrado "desenterrar" unos 20 metros de vías, una de las estrategias más practicadas por los activistas para detener el tren, algo que confirmó posteriormente la policía local.
También en Metzingen, desde las 14.30 GMT, unos 1.200 activistas según la policía (1.800 según los antinucleares) han logrado saltar el cordón policial y realizan una "sentada" sobre las vías que por el momento no ha podido ser disuelta.
Las fuerzas de seguridad, que han desplegado a un total de 20.000 efectivos para asegurar el recorrido de este polémico tren, han aplicado este año una nueva estrategia de "tolerancia cero", como apuntó en su edición de hoy el periódico "Berliner Tageszeitung".
"La policía ha reaccionado con una fuerza inusual contra las protestas", señalaba en portada este rotativo, que recordó que en años anteriores los agentes buscaban "rebajar" la tensión.
A mediodía y bajo una intensa lluvia tuvo lugar una manifestación en contra de la energía atómica en la localidad de Dannenberg, la más cercana al cementerio nuclear de Gorleben, en la que participaron 8.000 personas según la policía y unas 25.000 según los organizadores.
A esta concentración pacífica siguió la ya tradicional "tractorada" de protesta en la que participaron unos 600 vehículos agrícolas de las poblaciones cercanas.
Aunque oficialmente se apuntó al domingo, aún se desconoce cuándo llegará el controvertido transporte a esta localidad, en donde los once contenedores tipo "castor" con 2.500 toneladas de basura altamente radiactiva deben ser reubicados en camiones para recorrer los últimos kilómetros por carretera hasta el depósito de Gorleben.
El convoy entró en territorio alemán ayer por la mañana por la localidad de Saarbrücken (oeste del país) procedente de la planta de procesamiento de basura atómica de La Hague (oeste de Francia).
No obstante, el jueves por la noche ya se produjeron en territorio alemán los primeros incidentes relacionados con el paso del tren, cuando la policía empleó cañones de agua contra unos 800 manifestantes en Metzingen.
Desde hace años, los transportes de desechos radiactivos por Alemania generan fuertes protestas del colectivo antinuclear, con recurrentes cortes de las vías en su trayecto al depósito de Gorleben.
Tras las multitudinarias concentraciones del año pasado, las más concurridas en décadas, las protestas de 2011 son las primeras desde la aprobación del "apagón" nuclear de la canciller federal, Angela Merkel, bajo el impacto de la catástrofe de la central atómica de Fukushima.