Londres se prepara para la ruptura de la zona euro
Cameron pide a los dirigentes europeos que actúen para evitar el peor escenario económico
Londres, El País
Londres se prepara para el peor de los escenarios: la ruptura del euro. No es que el Gobierno británico desee que ocurra eso, ni siquiera lo pronostica, pero el primer ministro, el conservador David Cameron, ha declarado que el país ha de estar preparado ante la posibilidad de que eso ocurra. Y el responsable de Negocios, el liberal-demócrata y europeísta Vince Cable, ha afirmado también que el Tesoro contempla ese escenario, aunque a su juicio el actual pesimismo es exagerado y hay que tener en cuenta la fortaleza de la economía italiana, país al que no hay que equiparar a Grecia, opina.
Reino Unido observa la crisis del euro consentimientos encontrados. Incluso lo más europeístas respiran aliviados por no estar en la zona euro y muchos parecen haber olvidado que el mundo de los negocios y la mayoría de la City defendían la moneda única.
Mientras el líder de la oposición, Ed Miliband, ha pedido al Consejo Europeo que se reúna con urgencia y no se levante de la mesa hasta dar con una solución a la crisis, Cameron ha pedido también “acción” a sus colegas europeos.
Quizás Cameron represente mejor que nadie el sentimiento de contradicción que embarga al país. Él sí puede proclamar que se oponía al euro, pero él sabe muy bien que el no estar en el euro no deja al país a salvo de nada y que una ruptura de la moneda única puede provocar una crisis que afecte de lleno a la economía británica porque vende en la zona euro el 40% de sus exportaciones.
“No es de nuestro interés que la zona euro se rompa, que haya países que lo abandonen”, insistió ayer, convirtiendo sus palabras de supuesto ánimo en una declaración alarmista. Si dice eso es que realmente teme que pueda ocurrir. “Tenemos que mantener a la economía británica a salvo, sacar a la economía británica de esta tormenta. Eso significa prepararnos para todas las eventualidades. Y eso es exactamente lo que haremos”, ha añadido, agorero.
La libra no tiene problemas de encarecimiento de las emisiones de deuda, pero el estar fuera del euro no le ha dejado en mejor posición que a otros países: sus cuentas públicas son peores que la de la mayoría, sus bancos han necesitado más ayudas que en ningún otro país y la gran ventaja de mantener la independencia monetaria, la depreciación de su divisa,no se ha traducido en un tirón de las exportaciones.
Ayer mismo, la Comisión Europea predijo un horizonte bastante gris para la economía británica, con un crecimiento del 0,7%este año y del 0,6% y el 1,5% en 2012 y 2013. En marzo pasado, la Oficina de Responsabilidad Presupuestaria británica, en cuyas cifras se basa el Tesoro para elaborar los Presupuestos del Estado, predijo para esos mismos años crecimientos del 1,7%, el 2,5% y el 2,9%. Es decir, la libra no está en el euro, pero Reino Unido sí está en esta crisis.
Londres, El País
Londres se prepara para el peor de los escenarios: la ruptura del euro. No es que el Gobierno británico desee que ocurra eso, ni siquiera lo pronostica, pero el primer ministro, el conservador David Cameron, ha declarado que el país ha de estar preparado ante la posibilidad de que eso ocurra. Y el responsable de Negocios, el liberal-demócrata y europeísta Vince Cable, ha afirmado también que el Tesoro contempla ese escenario, aunque a su juicio el actual pesimismo es exagerado y hay que tener en cuenta la fortaleza de la economía italiana, país al que no hay que equiparar a Grecia, opina.
Reino Unido observa la crisis del euro consentimientos encontrados. Incluso lo más europeístas respiran aliviados por no estar en la zona euro y muchos parecen haber olvidado que el mundo de los negocios y la mayoría de la City defendían la moneda única.
Mientras el líder de la oposición, Ed Miliband, ha pedido al Consejo Europeo que se reúna con urgencia y no se levante de la mesa hasta dar con una solución a la crisis, Cameron ha pedido también “acción” a sus colegas europeos.
Quizás Cameron represente mejor que nadie el sentimiento de contradicción que embarga al país. Él sí puede proclamar que se oponía al euro, pero él sabe muy bien que el no estar en el euro no deja al país a salvo de nada y que una ruptura de la moneda única puede provocar una crisis que afecte de lleno a la economía británica porque vende en la zona euro el 40% de sus exportaciones.
“No es de nuestro interés que la zona euro se rompa, que haya países que lo abandonen”, insistió ayer, convirtiendo sus palabras de supuesto ánimo en una declaración alarmista. Si dice eso es que realmente teme que pueda ocurrir. “Tenemos que mantener a la economía británica a salvo, sacar a la economía británica de esta tormenta. Eso significa prepararnos para todas las eventualidades. Y eso es exactamente lo que haremos”, ha añadido, agorero.
La libra no tiene problemas de encarecimiento de las emisiones de deuda, pero el estar fuera del euro no le ha dejado en mejor posición que a otros países: sus cuentas públicas son peores que la de la mayoría, sus bancos han necesitado más ayudas que en ningún otro país y la gran ventaja de mantener la independencia monetaria, la depreciación de su divisa,no se ha traducido en un tirón de las exportaciones.
Ayer mismo, la Comisión Europea predijo un horizonte bastante gris para la economía británica, con un crecimiento del 0,7%este año y del 0,6% y el 1,5% en 2012 y 2013. En marzo pasado, la Oficina de Responsabilidad Presupuestaria británica, en cuyas cifras se basa el Tesoro para elaborar los Presupuestos del Estado, predijo para esos mismos años crecimientos del 1,7%, el 2,5% y el 2,9%. Es decir, la libra no está en el euro, pero Reino Unido sí está en esta crisis.