La represión deja 11 muertos un día antes de que venza el ultimátum árabe
DAMASCO,AFP
Las fuerzas de seguridad sirias mataron al menos a 11 personas este viernes, al disparar contra miles de manifestantes que pedían la expulsión de los embajadores de Siria en el exterior, un día antes de que venza el ultimátum de la Liga Árabe a Damasco para que cese la represión.
Los militantes opositores habían llamado en su página de Facebook a manifestarse para pedir a los integrantes de la comunidad internacional la "expulsión de los embajadores" sirios, a quienes calificaron como "embajadores del crimen".
Por otra parte, según la televisión estatal, tres miembros de las fuerzas de seguridad fueron ultimados en un ataque con bomba en Hama (centro), en momentos en que militares disidentes multiplican las operaciones de este tipo.
En varias ciudades del país tuvieron lugar manifestaciones pidiendo la renuncia del presidente, Bashar al Asad, pese al despliegue masivo de fuerzas de seguridad, indicó el Observatorio Sirio de Derechos Humanos (OSDH) y los Comités de Coordinación Local, que fomentan las manifestaciones.
Los manifestantes salieron a la calle tras la oración semanal del viernes en las mezquitas, en grandes ciudades como Deraa (sur), Homs (centro), Deir Ezzor (este), Idleb (noroeste), y en la provincia de Damasco, indicaron los Comités y el OSDH.
Dos manifestantes murieron en Homs, cinco en Deraa, donde se inició la movilización popular el pasado 15 de marzo, tres fueron ultimados en la región de Damasco y otro en Hama, según el OSDH y los Comités.
La Liga Árabe dio hasta el sábado a Damasco para que "detenga la sangrienta represión", so pena de sanciones económicas.
La Liga se puso firme ante el incumplimiento sirio de su plan de salida de crisis, que prevé el fin de la represión, la retirada de las tropas de las ciudades, la liberación de miles de detenidos y el envío de observadores árabes.
En Siria, hay "riesgo de evolución hacia la guerra civil", advirtió este viernes el ministro turco de Relaciones Exteriores, Ahmet Davutoglu, en una entrevista otorgada a la AFP.
Por primera vez desde el inicio de las protestas, un centro de servicios de información aérea, situado en la entrada de Damasco, fue atacado el miércoles con cohetes por soldados disidentes cuyo jefe, el coronel Riad al Asad, se encuentra refugiado en Turquía.
El Ejército de Siria Libre, que reivindicó ese ataque, afirma que tiene miles de soldados que desertaron del ejército para unirse a la rebelión.
El jefe de la diplomacia francesa, Alain Juppé, estimó este viernes en Ankara que "es demasiado tarde" para la permanencia del régimen sirio.
Juppé subrayó que Francia y Turquía tienen "posiciones totalmente convergentes" en lo que respecta a la crisis siria y que van a trabajar juntos en este caso.
Por su parte, el primer ministro ruso, Vladimir Putin, pidió este viernes "moderación y prudencia" sobre Siria, donde la violencia se ha recrudecido, lo que ha motivado que varios países occidentales exijan nuevas sanciones contra el régimen de Bashar al Asad.
Las fuerzas de seguridad sirias mataron al menos a 11 personas este viernes, al disparar contra miles de manifestantes que pedían la expulsión de los embajadores de Siria en el exterior, un día antes de que venza el ultimátum de la Liga Árabe a Damasco para que cese la represión.
Los militantes opositores habían llamado en su página de Facebook a manifestarse para pedir a los integrantes de la comunidad internacional la "expulsión de los embajadores" sirios, a quienes calificaron como "embajadores del crimen".
Por otra parte, según la televisión estatal, tres miembros de las fuerzas de seguridad fueron ultimados en un ataque con bomba en Hama (centro), en momentos en que militares disidentes multiplican las operaciones de este tipo.
En varias ciudades del país tuvieron lugar manifestaciones pidiendo la renuncia del presidente, Bashar al Asad, pese al despliegue masivo de fuerzas de seguridad, indicó el Observatorio Sirio de Derechos Humanos (OSDH) y los Comités de Coordinación Local, que fomentan las manifestaciones.
Los manifestantes salieron a la calle tras la oración semanal del viernes en las mezquitas, en grandes ciudades como Deraa (sur), Homs (centro), Deir Ezzor (este), Idleb (noroeste), y en la provincia de Damasco, indicaron los Comités y el OSDH.
Dos manifestantes murieron en Homs, cinco en Deraa, donde se inició la movilización popular el pasado 15 de marzo, tres fueron ultimados en la región de Damasco y otro en Hama, según el OSDH y los Comités.
La Liga Árabe dio hasta el sábado a Damasco para que "detenga la sangrienta represión", so pena de sanciones económicas.
La Liga se puso firme ante el incumplimiento sirio de su plan de salida de crisis, que prevé el fin de la represión, la retirada de las tropas de las ciudades, la liberación de miles de detenidos y el envío de observadores árabes.
En Siria, hay "riesgo de evolución hacia la guerra civil", advirtió este viernes el ministro turco de Relaciones Exteriores, Ahmet Davutoglu, en una entrevista otorgada a la AFP.
Por primera vez desde el inicio de las protestas, un centro de servicios de información aérea, situado en la entrada de Damasco, fue atacado el miércoles con cohetes por soldados disidentes cuyo jefe, el coronel Riad al Asad, se encuentra refugiado en Turquía.
El Ejército de Siria Libre, que reivindicó ese ataque, afirma que tiene miles de soldados que desertaron del ejército para unirse a la rebelión.
El jefe de la diplomacia francesa, Alain Juppé, estimó este viernes en Ankara que "es demasiado tarde" para la permanencia del régimen sirio.
Juppé subrayó que Francia y Turquía tienen "posiciones totalmente convergentes" en lo que respecta a la crisis siria y que van a trabajar juntos en este caso.
Por su parte, el primer ministro ruso, Vladimir Putin, pidió este viernes "moderación y prudencia" sobre Siria, donde la violencia se ha recrudecido, lo que ha motivado que varios países occidentales exijan nuevas sanciones contra el régimen de Bashar al Asad.