La plaza Tahrir vuelve al epicentro con las exigencias de un poder civil
Madrid, EP
La plaza Tahrir vuelve a ser noticia después de formar parte del movimiento que el pasado 18 de febrero logró derrocar al entonces mandatario Mubarack. Este viernes ha sido testigo de las ansias de democracia de un pueblo egipcio que lleva gobernado 9 meses por un Ejecutivo de transición que ahora propone darle la mayor autoridad del país al ejército. En este sentido, cerca de 50.000 personas se han concentrado en la emblemática plaza de El Cairo para expresar su oposición a la reforma constitucional que refuerza el poder político del Ejército. La respuesta del Gobierno ha sido prometer negociaciones entorno a estas exigencias.
El Consejo Supremo de las Fuerzas Armadas, que gobierna Egipto desde la caída de Hosni Mubarak en febrero, ha planteado que el Ejército sea la única institución competente para gestionar su normativa y su presupuesto, lo que le dejaría al margen del Parlamento electo y con capacidad incluso para vetar un gobierno salido de las urnas.
A este respecto, alrededor de 50.000 manifestantes egipcios se han concentrado este viernes en la plaza Tahrir de El Cairo para reclamar al Consejo Supremo del Ejército que entregue el poder a un gobierno civil surgido de unas elecciones y para expresar su oposición a la reforma constitucional propuesta por el actual gabinete provisional para reforzar el poder político del Ejército.
Los manifestantes, en su mayoría hombres con barba y mujeres con velo, han cantado himnos religiosos antes de la celebración de la oración del Viernes, mientras otros muchos repartían folletos en los que se pedía la retirada de la propuesta constitucional y la celebración de elecciones presidenciales no más allá de abril de 2012.
"¿Acaso este gobierno quiere humillar al pueblo? Este pueblo se levantó contra (el expresidente Hosni) Mubarak y se levantará de nuevo contra la Constitución que quieren imponernos", manifestó un miembro de un grupo islamista salafista a través de un altavoz.
Los partidos y movimientos salafistas, seguidores de una visión islámica ortodoxa, han galvanizado las protestas de este viernes, con el apoyo de los Hermanos Musulmanes y de varias formaciones políticas liberales.
ELECCIONES QUE PELIGRAN
El Gobierno egipcio ha prometido, en respuesta a estas manifestaciones, seguir negociando con la oposición las propuestas reclamadas, y han desmentido a través de un comunicado que quieran aplazar hasta después de las elecciones parlamentarias el diálogo con los grupos opositores sobre el plan presentado por el viceprimer ministro para Asuntos Políticos Ali el Selmi, informa el periódico 'Al Ahram'.
Sin embargo, las elecciones parlamentarias, previstas para el próximo 28 de noviembre, podrían verse afectadas por el actual debate entre los partidos políticos y el Gobierno sobre la reforma de algunos artículos de la Constitución. Concretamente, las enmiendas conceden poder al Ejército para supervisar el Parlamento y, de hecho, para vetar un posible gobierno elegido en las urnas.
Al menos 39 partidos y grupos políticos han firmado una declaración conjunta en la que anuncian su intención de manifestarse "para proteger la democracia y la transferencia del poder". Este manifiesto se ha hecho público tras la ruptura de las negociaciones entre los grupos islamistas y el gobierno militar.
No obstante, tanto los Hermanos Musulmanes como el Movimiento Salafista han anunciado a media tarde su retirada de la plaza cairota, donde tras su salida oficial aún permanecían miles de personas.
La plaza Tahrir vuelve a ser noticia después de formar parte del movimiento que el pasado 18 de febrero logró derrocar al entonces mandatario Mubarack. Este viernes ha sido testigo de las ansias de democracia de un pueblo egipcio que lleva gobernado 9 meses por un Ejecutivo de transición que ahora propone darle la mayor autoridad del país al ejército. En este sentido, cerca de 50.000 personas se han concentrado en la emblemática plaza de El Cairo para expresar su oposición a la reforma constitucional que refuerza el poder político del Ejército. La respuesta del Gobierno ha sido prometer negociaciones entorno a estas exigencias.
El Consejo Supremo de las Fuerzas Armadas, que gobierna Egipto desde la caída de Hosni Mubarak en febrero, ha planteado que el Ejército sea la única institución competente para gestionar su normativa y su presupuesto, lo que le dejaría al margen del Parlamento electo y con capacidad incluso para vetar un gobierno salido de las urnas.
A este respecto, alrededor de 50.000 manifestantes egipcios se han concentrado este viernes en la plaza Tahrir de El Cairo para reclamar al Consejo Supremo del Ejército que entregue el poder a un gobierno civil surgido de unas elecciones y para expresar su oposición a la reforma constitucional propuesta por el actual gabinete provisional para reforzar el poder político del Ejército.
Los manifestantes, en su mayoría hombres con barba y mujeres con velo, han cantado himnos religiosos antes de la celebración de la oración del Viernes, mientras otros muchos repartían folletos en los que se pedía la retirada de la propuesta constitucional y la celebración de elecciones presidenciales no más allá de abril de 2012.
"¿Acaso este gobierno quiere humillar al pueblo? Este pueblo se levantó contra (el expresidente Hosni) Mubarak y se levantará de nuevo contra la Constitución que quieren imponernos", manifestó un miembro de un grupo islamista salafista a través de un altavoz.
Los partidos y movimientos salafistas, seguidores de una visión islámica ortodoxa, han galvanizado las protestas de este viernes, con el apoyo de los Hermanos Musulmanes y de varias formaciones políticas liberales.
ELECCIONES QUE PELIGRAN
El Gobierno egipcio ha prometido, en respuesta a estas manifestaciones, seguir negociando con la oposición las propuestas reclamadas, y han desmentido a través de un comunicado que quieran aplazar hasta después de las elecciones parlamentarias el diálogo con los grupos opositores sobre el plan presentado por el viceprimer ministro para Asuntos Políticos Ali el Selmi, informa el periódico 'Al Ahram'.
Sin embargo, las elecciones parlamentarias, previstas para el próximo 28 de noviembre, podrían verse afectadas por el actual debate entre los partidos políticos y el Gobierno sobre la reforma de algunos artículos de la Constitución. Concretamente, las enmiendas conceden poder al Ejército para supervisar el Parlamento y, de hecho, para vetar un posible gobierno elegido en las urnas.
Al menos 39 partidos y grupos políticos han firmado una declaración conjunta en la que anuncian su intención de manifestarse "para proteger la democracia y la transferencia del poder". Este manifiesto se ha hecho público tras la ruptura de las negociaciones entre los grupos islamistas y el gobierno militar.
No obstante, tanto los Hermanos Musulmanes como el Movimiento Salafista han anunciado a media tarde su retirada de la plaza cairota, donde tras su salida oficial aún permanecían miles de personas.