La muerte de Blake Mora complica el escenario en México
Cuando fue designado secretario de Gobernación, Francisco Blake Mora tenía dos encomiendas: coordinar la lucha contra la violencia por la guerra contra el narcotráfico y promover el diálogo gubernamental con todas las fuerzas políticas del país.
En los 16 meses que ocupó el segundo puesto político más importante del gobierno mexicano, Blake se convirtió en férreo defensor de la estrategia contra el crimen del presidente Felipe Calderón.
De hecho, en las últimas semanas coordinó las operaciones militares y policíacas en tres de los estados con mayor presencia de carteles, Veracruz, Guerrero y Michoacán.
Este viernes Francisco Blake perdió la vida en un accidente aéreo y según analistas su muerte complica el escenario para el gobierno de Calderón, sobre todo a unos meses del proceso para elegir a un nuevo presidente.
Manuel Camacho Solís, coordinador del frente partidista Diálogo para la Reconstrucción de México (DIA), le dice a BBC Mundo que es fundamental aclarar las condiciones del siniestro.
"Genera un estado de intranquilidad en el país y debemos pensar cómo resolverlo", subraya.
"Vamos a entrar a un período de sucesión presidencial y sería muy inconveniente que justo en el momento que se agregara un ingrediente adicional de percepción de problemas de ingobernabilidad o de vacío de poder".
El presidente Calderón dijo que las condiciones del clima en la zona donde cayó el helicóptero en que viajaba Blake con otros 7 acompañantes –en el oriente de la capital mexicana- hacen pensar en la probabilidad de un accidente.
Sin embargo, anunció una "minuciosa investigación" para conocer con precisión las causas del accidente.
Política local
Hace unos días Blake Mora dijo a periodistas que pensaba postularse como candidato gobernador del Baja california, su estado natal.
Nada tenía de particular, pues fue en esa entidad al noreste de México, donde hizo casi toda su carrera política: fue regidor en el cabildo de Tijuana y diputado al Congreso de la Unión.
En este último cargo se acercó a quien era el coordinador parlamentario del derechista Partido Acción Nacional (PAN), Felipe Calderón, y a quien era entonces su principal colaborador y amigo cercano, Juan Camilo Mouriño.
Luego, Blake fue designado secretario de gobierno de Baja California, que vivía una intensa ola de violencia por la disputa de dos carteles por el mercado y tráfico de drogas.
La experiencia que adquirió en la batalla sirvió para que Calderón lo nombrara secretario de Gobernación en julio de 2010, el mismo cargo que ocupara Mouriño casi dos años antes, cuando falleció al caer el avión en que viajaba.
Cuando Blake asumió su responsabilidad, el gobierno enfrentaba una crisis política por la revelación de un acuerdo secreto con el Partido Revolucionario Institucional (PRI) para evitar alianzas opositoras en elecciones de varios estados.
Así, su principal oferta fue intensificar el diálogo político, pero al paso de los meses su tarea cambió en la medida que aumentó la violencia en el país.
En los últimos meses, el papel de la Secretaría de Gobernación fue más activo en las operaciones contra la delincuencia organizada, y también en la defensa de la estrategia oficial contra el narcotráfico.
De hecho, el último acto público relevante de la dependencia fue responder al informe de la organización no gubernamental Human Rights Watch sobre violaciones a derechos humanos de fuerzas de seguridad.
El subsecretario Felipe Zamora ofreció la respuesta ante los medios. Dos días después el funcionario murió junto con su jefe.
Paradójicamente, el último mensaje en Twitter de Blake Mora fue para recordar a Camilo Mouriño.
Lo que viene
El presidente Calderón dijo que podía tratarse de un accidente por las condiciones climáticas donde cayó el helicóptero.
La muerte del responsable de las relaciones políticas del gobierno mexicano ocurre en momentos difíciles para el partido en el poder, el PAN.
Encuesta electorales señalan una importante ventaja del PRI, que mantuvo el poder durante 71 años, y otros sondeos reconocen un aumento en la percepción ciudadana de inseguridad.
En este clima Calderón debe elegir al sucesor de Blake, pero según el analista Camacho Solís no parece haber señales para modificar la estrategia anti crimen.
Y ante las próximas elecciones presidenciales, eso implica riesgos.
"Todos debemos estar conscientes de la necesidad de ir al proceso político con mayores niveles de comunicación consenso interno y acuerdo nacional, porque de otra manera la situación se puede salir de cauce".