Karzai asgura que su país no hablará con los talibanes "hasta que no tengan un teléfono"
Estambul, EFE
El presidente afgano, Hamid Karzai, explicó hoy en Estambul que su país no volverá a dialogar con los talibán "hasta que no tengan un teléfono al que llamar, a la vez que dejó la puerta abierta a reanudar las negociaciones con Pakistán.
El asesinato del expresidente afgano y jefe de las negociaciones de paz, Burhanuddin Rabbani, el pasado 20 de septiembre en su propia casa de Kabul supuso un duro golpe a la estrategia que se había abierto con el diálogo entre el gobierno y la insurgencia talibán.
"Hasta el asesinato de Rabbani estábamos plenamente dedicados a la negociación con los líderes talibán, estuviesen éstos en Afganistán, Pakistán o cualquier otro lugar. Al mismo tiempo estábamos comprometidos en un proceso (de diálogo) con Pakistán", certificó Karzai.
"Pero la persona que vino como un enviado de los talibán resultó ser un terrorista suicida", dijo en referencia al atentado.
"No podemos seguir hablando con suicidas. Hasta que no tengamos un número de teléfono, una dirección, una puerta a la que llamar, no podremos reanudar el diálogo", aseguró.
Aún así, Karzai se mostró partidario de reanudar las conversaciones con Pakistán, país al que Afganistán y Estados Unidos han acusado de ayudar a los insurgentes.
De hecho, con la mediación turca, ambos países acordaron hoy en Estambul cooperar en la investigación para esclarecer el asesinato de Rabbani compartiendo información entre sus servicios secretos, según anunció hoy el presidente de Turquía, Abdullah Gül, al término de la sexta Cumbre Trilateral Turquía-Afganistán-Pakistán.
"Esperamos que la cooperación entre ambos países sobre el asesinato de Rabbani pueda llevar a un nuevo entendimiento", manifestó Karzai.
"El asesinato de Rabbani se llevó a cabo para detener el proceso de paz y ambos presidentes coinciden en ello. Por tanto, el proceso de paz debe continuar", dijo Gül animando a las partes a reanudar el diálogo.
Aunque el líder afgano reconoció "avances" en los contactos bilaterales tras la llegada de un "gobierno democrático" a Pakistán en 2008, señaló que, el hecho de que sea necesaria la mediación de Turquía para juntar a las delegaciones paquistaní y afgana, "indica la dificultad de la situación en la región".
El presidente de Pakistán, Asif Ali Zardari, dijo por su parte que "se ha llegado a un punto en que tiene que haber una solución regional para Afganistán".
Aunque "amigos de lejos quieran ayudarnos, puede que no entiendan nuestra cultura, comentó en una velada referencia a EEUU, país con el que las relaciones se han deteriorado hasta un nivel sin precedentes.
Se mostró así más partidario de que sea Turquía quien medie entre las autoridades de Kabul e Islamabad, pues, como "país musulmán", "podría estar en mejor lugar para ayudar".
Zardari dio a entender que se están produciendo ciertos avances a pesar de la lentitud del proceso.
"La situación es muy compleja en la región. Los ejércitos de la OTAN llevan 10 años ahí y, si fuese fácil, ya la habrían arreglado", explicó.
El presidente afgano, Hamid Karzai, explicó hoy en Estambul que su país no volverá a dialogar con los talibán "hasta que no tengan un teléfono al que llamar, a la vez que dejó la puerta abierta a reanudar las negociaciones con Pakistán.
El asesinato del expresidente afgano y jefe de las negociaciones de paz, Burhanuddin Rabbani, el pasado 20 de septiembre en su propia casa de Kabul supuso un duro golpe a la estrategia que se había abierto con el diálogo entre el gobierno y la insurgencia talibán.
"Hasta el asesinato de Rabbani estábamos plenamente dedicados a la negociación con los líderes talibán, estuviesen éstos en Afganistán, Pakistán o cualquier otro lugar. Al mismo tiempo estábamos comprometidos en un proceso (de diálogo) con Pakistán", certificó Karzai.
"Pero la persona que vino como un enviado de los talibán resultó ser un terrorista suicida", dijo en referencia al atentado.
"No podemos seguir hablando con suicidas. Hasta que no tengamos un número de teléfono, una dirección, una puerta a la que llamar, no podremos reanudar el diálogo", aseguró.
Aún así, Karzai se mostró partidario de reanudar las conversaciones con Pakistán, país al que Afganistán y Estados Unidos han acusado de ayudar a los insurgentes.
De hecho, con la mediación turca, ambos países acordaron hoy en Estambul cooperar en la investigación para esclarecer el asesinato de Rabbani compartiendo información entre sus servicios secretos, según anunció hoy el presidente de Turquía, Abdullah Gül, al término de la sexta Cumbre Trilateral Turquía-Afganistán-Pakistán.
"Esperamos que la cooperación entre ambos países sobre el asesinato de Rabbani pueda llevar a un nuevo entendimiento", manifestó Karzai.
"El asesinato de Rabbani se llevó a cabo para detener el proceso de paz y ambos presidentes coinciden en ello. Por tanto, el proceso de paz debe continuar", dijo Gül animando a las partes a reanudar el diálogo.
Aunque el líder afgano reconoció "avances" en los contactos bilaterales tras la llegada de un "gobierno democrático" a Pakistán en 2008, señaló que, el hecho de que sea necesaria la mediación de Turquía para juntar a las delegaciones paquistaní y afgana, "indica la dificultad de la situación en la región".
El presidente de Pakistán, Asif Ali Zardari, dijo por su parte que "se ha llegado a un punto en que tiene que haber una solución regional para Afganistán".
Aunque "amigos de lejos quieran ayudarnos, puede que no entiendan nuestra cultura, comentó en una velada referencia a EEUU, país con el que las relaciones se han deteriorado hasta un nivel sin precedentes.
Se mostró así más partidario de que sea Turquía quien medie entre las autoridades de Kabul e Islamabad, pues, como "país musulmán", "podría estar en mejor lugar para ayudar".
Zardari dio a entender que se están produciendo ciertos avances a pesar de la lentitud del proceso.
"La situación es muy compleja en la región. Los ejércitos de la OTAN llevan 10 años ahí y, si fuese fácil, ya la habrían arreglado", explicó.