Israel pide al Consejo de Seguridad de la ONU que condene el lanzamiento de cohetes desde Gaza
Naciones Unidas, EFE
El embajador de Israel ante la ONU, Ron Prosor, criticó hoy el silencio que ha guardado el Consejo de Seguridad del organismo ante el lanzamiento de cohetes desde la franja de Gaza y pidió al órgano que condene esos ataques que ponen en peligro la vida de más un millón de personas en su país.
"Mientras estamos reunidos en Nueva York para debatir sobre la vital importancia de proteger a los civiles en los conflictos armados, los cohetes caen todavía sobre más de un millón de hombres, mujeres y niños en el sur de Israel", aseguró el diplomático israelí durante una reunión del Consejo de Seguridad.
Prosor responsabilizó al grupo radical islamista Hamás "y a otros terroristas de Gaza" de unos ataques que tienen como objetivo a "los civiles" israelíes y que, en las dos últimas semanas, han sido dirigidos contra "el corazón de grandes ciudades israelíes, sus parques y sus guarderías, y contra los salones de nuestros hogares".
Las historias de los afectados por esos ataques deberían, dijo el embajador, "conmocionar y escandalizar al Consejo de Seguridad y a todas las personas decentes", aunque, "sin embargo, de este Consejo no ha salido ni una sola palabra de condena y el silencio lo dice todo".
El embajador israelí criticó las acciones de Hamás, que a su juicio usa "al pueblo de Gaza como permanentes escudos humanos" y señaló que las escuelas de ese territorio son lugares desde los que lanzan los cohetes, los hogares son "laboratorios armamentísticos experimentales" y las mezquitas, "depósitos de misiles".
"Barrios enteros se han convertido en bases para el terror", aseguró Prosor, quien lanzó un llamamiento a la comunidad internacional para que actúe y frene la cultura de odio y violencia que cree que se inculca "a los niños en Oriente Medio, a quienes se les enseña a odiar y deshumanizar a los israelíes y a los judíos".
El diplomático israelí se expresó así en el debate organizado en el Consejo de Seguridad sobre la necesidad de proteger a los civiles en los conflictos armados, en el que participó el secretario general de la ONU, Ban Ki-moon, quien destacó la "responsabilidad fundamental" que tienen los Gobiernos y las partes enfrentadas en un conflicto de proteger a la población.
Ban subrayó las prioridades de la ONU para proteger a los civiles, entre las que destacan el cumplimiento de las leyes humanitarias internacionales y de derechos humanos, la presencia de "cascos azules" entrenados y con recursos, el acceso adecuado para que la ayuda humanitaria llegue a las poblaciones afectadas y la mejora de los sistemas de rendición de cuentas.
El debate en el Consejo de Seguridad, en el que la alta comisionada de la ONU para los Derechos Humanos, Navi Pillay, alertó de que en Siria puede iniciarse un conflicto armado como el de Libia, sirvió además para que los representantes de varios países, entre ellos Israel, mostraran su malestar ante la falta de acción del consejo para detener la represión del régimen sirio.
"La violencia en Siria debe detenerse ya y sus responsables deben rendir cuentas. Exhortamos al Consejo de Seguridad que asuma sus responsabilidades y tome acciones contundentes", aseguró en el consejo el jefe de la delegación de la Unión Europea (UE) ante la ONU, Thomas Mayr-Harting.
La llamada de atención de la UE tuvo su eco también en las intervenciones de Francia y Alemania, mientras que EE.UU. pidió que el Consejo de Seguridad actúe para frenar la represión que se vive en el país árabe, donde este miércoles la violencia ha dejado al menos 26 muertos.
En el debate, organizado por Portugal, que preside este mes el Consejo de Seguridad, participaron sus quince miembros, así como representantes de otros países, entre ellos algunos latinoamericanos, como Chile, Guatemala, México y Perú, además de Colombia, que ocupa un asiento en ese órgano.
El embajador de Israel ante la ONU, Ron Prosor, criticó hoy el silencio que ha guardado el Consejo de Seguridad del organismo ante el lanzamiento de cohetes desde la franja de Gaza y pidió al órgano que condene esos ataques que ponen en peligro la vida de más un millón de personas en su país.
"Mientras estamos reunidos en Nueva York para debatir sobre la vital importancia de proteger a los civiles en los conflictos armados, los cohetes caen todavía sobre más de un millón de hombres, mujeres y niños en el sur de Israel", aseguró el diplomático israelí durante una reunión del Consejo de Seguridad.
Prosor responsabilizó al grupo radical islamista Hamás "y a otros terroristas de Gaza" de unos ataques que tienen como objetivo a "los civiles" israelíes y que, en las dos últimas semanas, han sido dirigidos contra "el corazón de grandes ciudades israelíes, sus parques y sus guarderías, y contra los salones de nuestros hogares".
Las historias de los afectados por esos ataques deberían, dijo el embajador, "conmocionar y escandalizar al Consejo de Seguridad y a todas las personas decentes", aunque, "sin embargo, de este Consejo no ha salido ni una sola palabra de condena y el silencio lo dice todo".
El embajador israelí criticó las acciones de Hamás, que a su juicio usa "al pueblo de Gaza como permanentes escudos humanos" y señaló que las escuelas de ese territorio son lugares desde los que lanzan los cohetes, los hogares son "laboratorios armamentísticos experimentales" y las mezquitas, "depósitos de misiles".
"Barrios enteros se han convertido en bases para el terror", aseguró Prosor, quien lanzó un llamamiento a la comunidad internacional para que actúe y frene la cultura de odio y violencia que cree que se inculca "a los niños en Oriente Medio, a quienes se les enseña a odiar y deshumanizar a los israelíes y a los judíos".
El diplomático israelí se expresó así en el debate organizado en el Consejo de Seguridad sobre la necesidad de proteger a los civiles en los conflictos armados, en el que participó el secretario general de la ONU, Ban Ki-moon, quien destacó la "responsabilidad fundamental" que tienen los Gobiernos y las partes enfrentadas en un conflicto de proteger a la población.
Ban subrayó las prioridades de la ONU para proteger a los civiles, entre las que destacan el cumplimiento de las leyes humanitarias internacionales y de derechos humanos, la presencia de "cascos azules" entrenados y con recursos, el acceso adecuado para que la ayuda humanitaria llegue a las poblaciones afectadas y la mejora de los sistemas de rendición de cuentas.
El debate en el Consejo de Seguridad, en el que la alta comisionada de la ONU para los Derechos Humanos, Navi Pillay, alertó de que en Siria puede iniciarse un conflicto armado como el de Libia, sirvió además para que los representantes de varios países, entre ellos Israel, mostraran su malestar ante la falta de acción del consejo para detener la represión del régimen sirio.
"La violencia en Siria debe detenerse ya y sus responsables deben rendir cuentas. Exhortamos al Consejo de Seguridad que asuma sus responsabilidades y tome acciones contundentes", aseguró en el consejo el jefe de la delegación de la Unión Europea (UE) ante la ONU, Thomas Mayr-Harting.
La llamada de atención de la UE tuvo su eco también en las intervenciones de Francia y Alemania, mientras que EE.UU. pidió que el Consejo de Seguridad actúe para frenar la represión que se vive en el país árabe, donde este miércoles la violencia ha dejado al menos 26 muertos.
En el debate, organizado por Portugal, que preside este mes el Consejo de Seguridad, participaron sus quince miembros, así como representantes de otros países, entre ellos algunos latinoamericanos, como Chile, Guatemala, México y Perú, además de Colombia, que ocupa un asiento en ese órgano.