Gadafi aseguró que prefería "morir" a "ser juzgado" por el fiscal jefe del TPI
Madrid, EP
El fallecido mandatario libio Muamar Gadafi transmitió a sus allegados en los últimos meses de resistencia ante los rebeldes que consiguieron hacerse con el control del país el pasado mes de octubre que prefería "morir" a "ser juzgado por Ocampo", en referencia al fiscal jefe del Tribunal Penal Internacional (TPI), Luis Moreno-Ocampo.
"Mejor morir que ser juzgado por Ocampo", fue el mensaje que el dictador transmitió a varias de las personas de su entorno, incluido el jefe de su guardia personal, Mansour Dhaou, que fue una de las cinco personas que siguieron al lado del mandatario hasta el momento de su captura el pasado 20 de octubre en Sirte.
En una entrevista concedida al diario francés 'Le Monde', Dhaou ha detallado los últimos momentos que pasó Gadafi con los combatientes que resistían el embate de los rebeldes en Sirte y cómo intentó huir de madrugada en un convoy formado por unos 40 vehículos con destino a Jaaraf, la aldea en la que nació el dictador y en la que fueron enterrados sus padres.
El convoy, marcado por la "desorganización" de sus integrantes, se puso en marcha en torno a las 3.00 o las 4.00 horas de la madrugada y fue detenido por el impacto de un misil lanzado por las fuerzas de la OTAN.
"(El convoy) falló cuando teníamos que meter a los heridos en los vehículos. Todo fue caótico. La idea era ir a Jaraaf, a una treintena de kilómetros al oeste de Sirte. Allí nació Gadafi y allí fueron enterrados sus padres. Es como si hubiera querido morir en casa", ha explicado.
Dhaou ha revelado que Gadafi abandonó la capital libia el 18 de agosto, dos días antes de que las fuerzas rebeldes entraran en Trípoli y lograran hacerse con el control de la ciudad en apenas dos horas. El jefe de la Guardia personal de Gadafi ha indicado que abandonar la capital fue idea de Saif al Islam, que pensaba que la defensa de la ciudad ya no era viable.
Dhaou ha asegurado que la caída de Trípoli en tan poco tiempo fue consecuencia de la "traición" del comandante encargado de la defensa de la ciudad. "De 3.800 hombres, sólo combatieron 160. Gadafi se sintió triste porque veía su círculo reducirse", ha añadido.
El fallecido mandatario creyó hasta el pasado mes de septiembre que
la reconquista del país todavía era posible. "Después de 42 años en el poder, no podía pensar de otra manera. Creo que él se creía su propia propaganda. Y sus hijos, sobre todo Saif al Islam, le empujaban en este sentido", ha relatado Dhaou.
El jefe de la Guardia presidencial de Gadafi ha asegurado que el dictador llegó a pensar en renunciar al poder a mediados de marzo, cuando sopesaba entregar el testigo a su hijo Saif al Islam pero finalmente no lo hizo y, posteriormente, llegó la orden de arresto del TPI, que complicó aún más su situación. Fue entonces cuando Gadafi no dudó en proclamar que siempre sería "mejor morir en Libia que ser juzgado por Ocampo".
Por último, Dhaou ha relatado que en sus últimos meses en el poder Gadafi apenas hablaba, "leía el Corán y otros libros, escribía mucho y dormía bastante". "La situación era muy difícil. No había agua ni electricidad ni teléfono. Estábamos aislados del mundo. Esto le deprimía, no estaba acostumbrado a vivir así, se sentía inquieto", ha concluido.
El fallecido mandatario libio Muamar Gadafi transmitió a sus allegados en los últimos meses de resistencia ante los rebeldes que consiguieron hacerse con el control del país el pasado mes de octubre que prefería "morir" a "ser juzgado por Ocampo", en referencia al fiscal jefe del Tribunal Penal Internacional (TPI), Luis Moreno-Ocampo.
"Mejor morir que ser juzgado por Ocampo", fue el mensaje que el dictador transmitió a varias de las personas de su entorno, incluido el jefe de su guardia personal, Mansour Dhaou, que fue una de las cinco personas que siguieron al lado del mandatario hasta el momento de su captura el pasado 20 de octubre en Sirte.
En una entrevista concedida al diario francés 'Le Monde', Dhaou ha detallado los últimos momentos que pasó Gadafi con los combatientes que resistían el embate de los rebeldes en Sirte y cómo intentó huir de madrugada en un convoy formado por unos 40 vehículos con destino a Jaaraf, la aldea en la que nació el dictador y en la que fueron enterrados sus padres.
El convoy, marcado por la "desorganización" de sus integrantes, se puso en marcha en torno a las 3.00 o las 4.00 horas de la madrugada y fue detenido por el impacto de un misil lanzado por las fuerzas de la OTAN.
"(El convoy) falló cuando teníamos que meter a los heridos en los vehículos. Todo fue caótico. La idea era ir a Jaraaf, a una treintena de kilómetros al oeste de Sirte. Allí nació Gadafi y allí fueron enterrados sus padres. Es como si hubiera querido morir en casa", ha explicado.
Dhaou ha revelado que Gadafi abandonó la capital libia el 18 de agosto, dos días antes de que las fuerzas rebeldes entraran en Trípoli y lograran hacerse con el control de la ciudad en apenas dos horas. El jefe de la Guardia personal de Gadafi ha indicado que abandonar la capital fue idea de Saif al Islam, que pensaba que la defensa de la ciudad ya no era viable.
Dhaou ha asegurado que la caída de Trípoli en tan poco tiempo fue consecuencia de la "traición" del comandante encargado de la defensa de la ciudad. "De 3.800 hombres, sólo combatieron 160. Gadafi se sintió triste porque veía su círculo reducirse", ha añadido.
El fallecido mandatario creyó hasta el pasado mes de septiembre que
la reconquista del país todavía era posible. "Después de 42 años en el poder, no podía pensar de otra manera. Creo que él se creía su propia propaganda. Y sus hijos, sobre todo Saif al Islam, le empujaban en este sentido", ha relatado Dhaou.
El jefe de la Guardia presidencial de Gadafi ha asegurado que el dictador llegó a pensar en renunciar al poder a mediados de marzo, cuando sopesaba entregar el testigo a su hijo Saif al Islam pero finalmente no lo hizo y, posteriormente, llegó la orden de arresto del TPI, que complicó aún más su situación. Fue entonces cuando Gadafi no dudó en proclamar que siempre sería "mejor morir en Libia que ser juzgado por Ocampo".
Por último, Dhaou ha relatado que en sus últimos meses en el poder Gadafi apenas hablaba, "leía el Corán y otros libros, escribía mucho y dormía bastante". "La situación era muy difícil. No había agua ni electricidad ni teléfono. Estábamos aislados del mundo. Esto le deprimía, no estaba acostumbrado a vivir así, se sentía inquieto", ha concluido.