El líder opositor griego no apoyará más medidas de austeridad
Atenas, EP
El líder del partido conservador Nueva Democracia, Antonis Samaras, ha asegurado este lunes que su partido no respaldará nuevas medidas de austeridad y ha considerado que las políticas que reclaman la UE y el Fondo Monterialio Internacional (FMI) deberían modificarse.
"No votaremos a favor de ninguna nueva medida", ha señalado Samaras en un encuentro con los diputados de su partido, antes del inicio de la sesión parlamentaria para la adopción de la moción de confianza sobre el nuevo Gobierno de unidad nacional que preside Lucas Papademos.
Asimismo, según recoge Reuters, Samaras ha dejado claro que no firmará ninguna carta de compromiso con las medidas de austeridad exigidas por la UE y el FMI para recibir un nuevo fondo de rescate, como le ha reclamado el comisario europeo de Asuntos Ecónomicos, Olli Rehn, y ha defendido que su promesa verbal debería ser suficiente.
El líder opositor ha querido también dejar claro que el Ejecutivo de Papademos "no es un gobierno de coalición". "Solo sería una coalición si tuviéramos en común objetivos políticos", ha afirmado, asegurando que "las críticas a la política seguida por el Gobierno de (George) Papandreu en los dos últimos años no terminan aquí".
Nueva Democracia ya se opuso a las medidas de austeridad que se exigieron a Grecia a cambio del primer rescate financiero, reclamando una bajada de los impuestos y más incentivos para las empresas. El nuevo Gobierno de Papademos deberá negociar ahora las condiciones del segundo plan de rescate.
"Nos hemos comprometido a ayudar al gobierno de transición pero no nos hemos comprometido a nada más", ha asegurado ante sus diputados, según recoge el diario local 'Ekathimerini'. Según Samaras, el nuevo Ejecutivo es una solución "temporal" y por tanto habrá que celebrar elecciones anticipadas el 19 de febrero para que los griegos se pronuncien sobre qué gobierno quieren.
CRÍTICAS A PAPANDREU
Asimismo, Samaras se ha mostrado muy crítico con el ya ex primer ministro George Papandreu, que dimitió la semana pasada para dejar paso a un gobierno encabezado por el exvicepresidente del Banco Central Europeo Papademos, acusando al líder socialista de "dejar la economía colgando de un hilo".
El líder de Nueva Democracia ha explicado que entró en el Gobierno de "transición" con cuatro objetivos: evitar que Papandreu celebrara un referéndum sobre la pertenencia de Grecia al euro, echarle del poder, apoyar un gobierno que garantizara el segundo rescate y fijar la fecha para las elecciones anticipadas. "Conseguimos todos nuestros objetivos en una semana", se ha felicitado.
Samaras ha aprovechado también para acusar a Papandreu y su partido, el PASOK, de tratar de crear la impresión de que Nueva Democracia fue quien obstaculizó la designación del nuevo primer ministro y la formación del nuevo ejecutivo.
Según ha dicho hoy, Papademos no fue propuesto como candidato hasta la medianoche del miércoles y el exvicepresidente del BCE nunca puso ninguna condición para aceptar el cargo, como se había sugerido desde la oficina del entonces primer ministro. "No caí en la trampa", ha afirmado el líder conservador.
El líder del partido conservador Nueva Democracia, Antonis Samaras, ha asegurado este lunes que su partido no respaldará nuevas medidas de austeridad y ha considerado que las políticas que reclaman la UE y el Fondo Monterialio Internacional (FMI) deberían modificarse.
"No votaremos a favor de ninguna nueva medida", ha señalado Samaras en un encuentro con los diputados de su partido, antes del inicio de la sesión parlamentaria para la adopción de la moción de confianza sobre el nuevo Gobierno de unidad nacional que preside Lucas Papademos.
Asimismo, según recoge Reuters, Samaras ha dejado claro que no firmará ninguna carta de compromiso con las medidas de austeridad exigidas por la UE y el FMI para recibir un nuevo fondo de rescate, como le ha reclamado el comisario europeo de Asuntos Ecónomicos, Olli Rehn, y ha defendido que su promesa verbal debería ser suficiente.
El líder opositor ha querido también dejar claro que el Ejecutivo de Papademos "no es un gobierno de coalición". "Solo sería una coalición si tuviéramos en común objetivos políticos", ha afirmado, asegurando que "las críticas a la política seguida por el Gobierno de (George) Papandreu en los dos últimos años no terminan aquí".
Nueva Democracia ya se opuso a las medidas de austeridad que se exigieron a Grecia a cambio del primer rescate financiero, reclamando una bajada de los impuestos y más incentivos para las empresas. El nuevo Gobierno de Papademos deberá negociar ahora las condiciones del segundo plan de rescate.
"Nos hemos comprometido a ayudar al gobierno de transición pero no nos hemos comprometido a nada más", ha asegurado ante sus diputados, según recoge el diario local 'Ekathimerini'. Según Samaras, el nuevo Ejecutivo es una solución "temporal" y por tanto habrá que celebrar elecciones anticipadas el 19 de febrero para que los griegos se pronuncien sobre qué gobierno quieren.
CRÍTICAS A PAPANDREU
Asimismo, Samaras se ha mostrado muy crítico con el ya ex primer ministro George Papandreu, que dimitió la semana pasada para dejar paso a un gobierno encabezado por el exvicepresidente del Banco Central Europeo Papademos, acusando al líder socialista de "dejar la economía colgando de un hilo".
El líder de Nueva Democracia ha explicado que entró en el Gobierno de "transición" con cuatro objetivos: evitar que Papandreu celebrara un referéndum sobre la pertenencia de Grecia al euro, echarle del poder, apoyar un gobierno que garantizara el segundo rescate y fijar la fecha para las elecciones anticipadas. "Conseguimos todos nuestros objetivos en una semana", se ha felicitado.
Samaras ha aprovechado también para acusar a Papandreu y su partido, el PASOK, de tratar de crear la impresión de que Nueva Democracia fue quien obstaculizó la designación del nuevo primer ministro y la formación del nuevo ejecutivo.
Según ha dicho hoy, Papademos no fue propuesto como candidato hasta la medianoche del miércoles y el exvicepresidente del BCE nunca puso ninguna condición para aceptar el cargo, como se había sugerido desde la oficina del entonces primer ministro. "No caí en la trampa", ha afirmado el líder conservador.