El desempleo en EE.UU. baja al 9 por ciento pero se frena la creación de puestos de trabajo
Washington, EFE
El índice de desempleo en EE.UU. bajó una décima, hasta el 9 %, en octubre, aunque ese descenso no refleja una mejora en el mercado laboral, ya que se frenó la creación de puestos de trabajo al caer a 80.000 desde los 158.000 de septiembre, según el informe divulgado hoy por el Gobierno.
La ganancia neta de empleos en octubre, la más baja en cuatro meses, fue menor que la que habían pronosticado los analistas, que esperaban que la tasa de desempleo se mantuviera entre el 9 % y el 9,2 %, pero apostaban por un incremento de entre 90.000 y 100.000 puestos de trabajo.
Según el informe del Departamento de Trabajo, en octubre el sector privado ganó 104.000 empleos, pero en el público se perdieron 24.000, por lo que el incremento neto quedó en 80.000.
Esa cifra contrasta con los 158.000 empleos ganados en septiembre, según la revisión al alza del Departamento de Trabajo sobre su primera medición para ese mes (103.000), y con los 104.000 de agosto (57.000 en el primer cálculo).
En octubre el sector de servicios profesionales y de negocios añadió 32.000 empleos; el de hoteles, restaurantes y entretenimiento agregó 22.000, y el de salud, 12.000.
Por contra, el sector de la construcción, considerado clave para la reactivación económica, sufrió un recorte de 20.000 puestos de trabajo, el mayor desde enero.
El dato positivo es que, con la caída del 9,1 % al 9 %, la primera desde julio, el índice de desempleo está en su nivel más bajo desde abril.
Ese índice ha estado por encima del 8 % desde febrero de 2009, el período más prolongado con una tasa tan alta desde que se iniciaron las estadísticas en 1948.
Aunque en lo que va de 2011 se han creado más de un millón de empleos en EE.UU., ese aumento no es suficiente para mantenerse al día con el crecimiento de la población y poder empujar hacia abajo la cifra de desempleados, que roza los 14 millones.
El jefe del Consejo Presidencial de Asesores Económicos de la Casa Blanca, Alan Krueger, admitió en un comunicado que la tasa de desempleo sigue siendo "inaceptablemente alta" y que el ritmo de mejora "no es lo suficientemente rápido".
Lo más preocupante es que los expertos coinciden en que el desempleo se mantendrá en torno al 9 % al menos durante dos años más. Además, los nuevos cálculos de la Reserva Federal (Fed) al respecto tampoco son nada alentadores.
Según los pronósticos de la Fed, Estados Unidos crecerá este año entre un 1,6 % y un 1,7 % (en junio había previsto entre un 2,7 % y un 2,9 %), mientras que el desempleo se mantendrá entre el 9 % y el 9,1 %, frente a la estimación previa de un rango de entre 8,6 % y 8,9 %.
Ante este sombrío panorama económico, el presidente de la Fed, Ben Bernanke, defendió el pasado miércoles las políticas expansivas y señaló que "nuevas medidas permanecen sobre la mesa", al término de una reunión de dos días del Comité de Mercado Abierto.
"La política monetaria puede ser algo menos poderosa que en el pasado, pero está afectando al crecimiento económico (...) La situación económica sería peor si no hubiésemos tomado estas medidas", afirmó Bernanke.
El presidente de Estados Unidos, Barack Obama, defiende un plan de creación de empleo valorado en 447.000 millones de dólares cuya aprobación está solicitando con insistencia al Congreso desde que lo presentó en septiembre.
El problema reside en que los legisladores republicanos han rechazado sistemáticamente el plan de Obama en varias votaciones celebradas en el Senado, la última este jueves, porque no están de acuerdo con los nuevos impuestos que contempla ni con su elevado presupuesto.
En una conferencia telefónica, la secretaria estadounidense de Trabajo, Hilda Solís, remarcó la pérdida de trabajos en la construcción y en el sector público, y urgió al Congreso a aprobar el plan de empleo del presidente.
El índice de desempleo en EE.UU. bajó una décima, hasta el 9 %, en octubre, aunque ese descenso no refleja una mejora en el mercado laboral, ya que se frenó la creación de puestos de trabajo al caer a 80.000 desde los 158.000 de septiembre, según el informe divulgado hoy por el Gobierno.
La ganancia neta de empleos en octubre, la más baja en cuatro meses, fue menor que la que habían pronosticado los analistas, que esperaban que la tasa de desempleo se mantuviera entre el 9 % y el 9,2 %, pero apostaban por un incremento de entre 90.000 y 100.000 puestos de trabajo.
Según el informe del Departamento de Trabajo, en octubre el sector privado ganó 104.000 empleos, pero en el público se perdieron 24.000, por lo que el incremento neto quedó en 80.000.
Esa cifra contrasta con los 158.000 empleos ganados en septiembre, según la revisión al alza del Departamento de Trabajo sobre su primera medición para ese mes (103.000), y con los 104.000 de agosto (57.000 en el primer cálculo).
En octubre el sector de servicios profesionales y de negocios añadió 32.000 empleos; el de hoteles, restaurantes y entretenimiento agregó 22.000, y el de salud, 12.000.
Por contra, el sector de la construcción, considerado clave para la reactivación económica, sufrió un recorte de 20.000 puestos de trabajo, el mayor desde enero.
El dato positivo es que, con la caída del 9,1 % al 9 %, la primera desde julio, el índice de desempleo está en su nivel más bajo desde abril.
Ese índice ha estado por encima del 8 % desde febrero de 2009, el período más prolongado con una tasa tan alta desde que se iniciaron las estadísticas en 1948.
Aunque en lo que va de 2011 se han creado más de un millón de empleos en EE.UU., ese aumento no es suficiente para mantenerse al día con el crecimiento de la población y poder empujar hacia abajo la cifra de desempleados, que roza los 14 millones.
El jefe del Consejo Presidencial de Asesores Económicos de la Casa Blanca, Alan Krueger, admitió en un comunicado que la tasa de desempleo sigue siendo "inaceptablemente alta" y que el ritmo de mejora "no es lo suficientemente rápido".
Lo más preocupante es que los expertos coinciden en que el desempleo se mantendrá en torno al 9 % al menos durante dos años más. Además, los nuevos cálculos de la Reserva Federal (Fed) al respecto tampoco son nada alentadores.
Según los pronósticos de la Fed, Estados Unidos crecerá este año entre un 1,6 % y un 1,7 % (en junio había previsto entre un 2,7 % y un 2,9 %), mientras que el desempleo se mantendrá entre el 9 % y el 9,1 %, frente a la estimación previa de un rango de entre 8,6 % y 8,9 %.
Ante este sombrío panorama económico, el presidente de la Fed, Ben Bernanke, defendió el pasado miércoles las políticas expansivas y señaló que "nuevas medidas permanecen sobre la mesa", al término de una reunión de dos días del Comité de Mercado Abierto.
"La política monetaria puede ser algo menos poderosa que en el pasado, pero está afectando al crecimiento económico (...) La situación económica sería peor si no hubiésemos tomado estas medidas", afirmó Bernanke.
El presidente de Estados Unidos, Barack Obama, defiende un plan de creación de empleo valorado en 447.000 millones de dólares cuya aprobación está solicitando con insistencia al Congreso desde que lo presentó en septiembre.
El problema reside en que los legisladores republicanos han rechazado sistemáticamente el plan de Obama en varias votaciones celebradas en el Senado, la última este jueves, porque no están de acuerdo con los nuevos impuestos que contempla ni con su elevado presupuesto.
En una conferencia telefónica, la secretaria estadounidense de Trabajo, Hilda Solís, remarcó la pérdida de trabajos en la construcción y en el sector público, y urgió al Congreso a aprobar el plan de empleo del presidente.