Desarmar a los combatientes libios podría tomar tiempo
Trípoli, AP
Desarmar a los ex rebeldes libios podría tomar meses y además no se les quitarán las armas por la fuerza, afirmó el nuevo primer ministro en una entrevista difundida el viernes, lo que indica un cambio respecto de las promesas anteriores de una acción expeditiva.
Abdurrahim el-Keib también reconoció que el Consejo Nacional de Transición, que guiará a Libia a su primera elección libre a efectuarse en ocho meses, todavía no ha establecido control pleno sobre el país, aunque dijo que estaba logrando progresos. El Consejo declaró la liberación de Libia el 23 de octubre, tres días después de la captura y muerte del dictador Moamar Gadafi.
La proliferación de las milicias de los ex rebeldes en Libia y el poder todavía incierto del Consejo han planteado preocupaciones sobre la creciente inestabilidad durante el período de transición, que debe concluir con la elección de una asamblea general en junio.
Miles de civiles en Libia tomaron las armas durante la guerra de ocho meses que derrocó a Gadafi. Algunos han vuelto a sus actividades anteriores pero otros han permanecido en sus unidades de combate, operando puestos de control o patrullando las calles. En las últimas semanas han circulado versiones de combatientes que usaron sus armas para zanjar cuentas personales.
El-Keib, que conducirá el gobierno interino durante los próximos ocho meses, dijo el viernes a la radio France24 que "llevará algún tiempo" recolectar todas esas armas.
"No obligaremos a la gente a tomar decisiones y acciones apresuradas ni promulgaremos leyes que les impidan guardar armas", afirmó. En cambio, el gobierno tratará de ofrecer alternativas a los ex combatientes, incluso instrucción y empleos, agregó.
"Esperemos que antes de que concluyan los ocho meses podamos hacer que esos combatientes depongan las armas y vuelvan a sus actividades", dijo.
Desarmar a los ex rebeldes libios podría tomar meses y además no se les quitarán las armas por la fuerza, afirmó el nuevo primer ministro en una entrevista difundida el viernes, lo que indica un cambio respecto de las promesas anteriores de una acción expeditiva.
Abdurrahim el-Keib también reconoció que el Consejo Nacional de Transición, que guiará a Libia a su primera elección libre a efectuarse en ocho meses, todavía no ha establecido control pleno sobre el país, aunque dijo que estaba logrando progresos. El Consejo declaró la liberación de Libia el 23 de octubre, tres días después de la captura y muerte del dictador Moamar Gadafi.
La proliferación de las milicias de los ex rebeldes en Libia y el poder todavía incierto del Consejo han planteado preocupaciones sobre la creciente inestabilidad durante el período de transición, que debe concluir con la elección de una asamblea general en junio.
Miles de civiles en Libia tomaron las armas durante la guerra de ocho meses que derrocó a Gadafi. Algunos han vuelto a sus actividades anteriores pero otros han permanecido en sus unidades de combate, operando puestos de control o patrullando las calles. En las últimas semanas han circulado versiones de combatientes que usaron sus armas para zanjar cuentas personales.
El-Keib, que conducirá el gobierno interino durante los próximos ocho meses, dijo el viernes a la radio France24 que "llevará algún tiempo" recolectar todas esas armas.
"No obligaremos a la gente a tomar decisiones y acciones apresuradas ni promulgaremos leyes que les impidan guardar armas", afirmó. En cambio, el gobierno tratará de ofrecer alternativas a los ex combatientes, incluso instrucción y empleos, agregó.
"Esperemos que antes de que concluyan los ocho meses podamos hacer que esos combatientes depongan las armas y vuelvan a sus actividades", dijo.