Muerte de Gadafi es otra victoria de la doctrina Obama
Washington, AP
La muerte del ex dictador de Libia Moamar Gadafi amplía la creciente serie de victorias de seguridad bajo la vigía del presidente Barack Obama y refuerza su estilo propio de enfrentar a los enemigos sin sumergir a Estados Unidos en una guerra. Aun los escépticos ofrecieron felicitaciones.
para Obama, el resultado le permitió posar el jueves victorioso en el Jardín de Rosas de la Casa Blanca, tomando nota también de la muerte este año de líderes prominentes de al-Qaida a manos de fuerzas estadounidenses.
Su mensaje: Estados Unidos mostró que puede ayudar a congregar una campaña internacional para proteger a los libios y librar al mundo de un asesino sin que muera un solo soldado estadounidense.
Su vicepresidente, Joe Biden, fue más lejos.
"Esto es más de la receta sobre cómo tener tratos con el mundo mientras nos alejamos de lo que ha sido en el pasado", señaló Biden en Nueva Hampshire, mientras el gobierno buscaba nuevamente distanciarse de una era de políticas alguna vez dominadas por la guerra de Irak.
Para Obama, la historia más amplia es la de un gobierno con cada vez mayor credibilidad sobre cómo manejar a antagonistas o situaciones internacionales peligrosas sin sumergir al país en una guerra.
No se espera que la muerte de Gadafi tenga un impacto en sus probabilidades de reelección: la del 2012 será la campaña de la economía.
Pero pule su postura sobre cómo proteger a la nación y colaborar con el resto del mundo.
Como gusta a Obama recordar a los estadounidenses, él es el presidente que aceleró el fin de la guerra en Irak, y ahora está disminuyendo la presencia de soldados estadounidenses en Afganistán después de ampliarla grandemente. Y en un lapso de meses, el país ha visto la defunción de hombres infames que han matado estadounidenses o han aterrorizado a Estados Unidos.
Una redada de fuerzas especiales en Pakistán ordenada por Obama ocasionó en mayo la muerte del líder de al-Qaida Osama bin Laden, arquitecto de los ataques terroristas del 11 de septiembre del 2001.
El mes pasado, un ataque con aviones estadounidenses no tripulados en las montañas de Yemen mató a Anwar al-Awlaki, un ciudadano estadounidense y figura prominente de al-Qaida a quien se consideraba un operador de ataques contra Estados Unidos.
La muerte del ex dictador de Libia Moamar Gadafi amplía la creciente serie de victorias de seguridad bajo la vigía del presidente Barack Obama y refuerza su estilo propio de enfrentar a los enemigos sin sumergir a Estados Unidos en una guerra. Aun los escépticos ofrecieron felicitaciones.
para Obama, el resultado le permitió posar el jueves victorioso en el Jardín de Rosas de la Casa Blanca, tomando nota también de la muerte este año de líderes prominentes de al-Qaida a manos de fuerzas estadounidenses.
Su mensaje: Estados Unidos mostró que puede ayudar a congregar una campaña internacional para proteger a los libios y librar al mundo de un asesino sin que muera un solo soldado estadounidense.
Su vicepresidente, Joe Biden, fue más lejos.
"Esto es más de la receta sobre cómo tener tratos con el mundo mientras nos alejamos de lo que ha sido en el pasado", señaló Biden en Nueva Hampshire, mientras el gobierno buscaba nuevamente distanciarse de una era de políticas alguna vez dominadas por la guerra de Irak.
Para Obama, la historia más amplia es la de un gobierno con cada vez mayor credibilidad sobre cómo manejar a antagonistas o situaciones internacionales peligrosas sin sumergir al país en una guerra.
No se espera que la muerte de Gadafi tenga un impacto en sus probabilidades de reelección: la del 2012 será la campaña de la economía.
Pero pule su postura sobre cómo proteger a la nación y colaborar con el resto del mundo.
Como gusta a Obama recordar a los estadounidenses, él es el presidente que aceleró el fin de la guerra en Irak, y ahora está disminuyendo la presencia de soldados estadounidenses en Afganistán después de ampliarla grandemente. Y en un lapso de meses, el país ha visto la defunción de hombres infames que han matado estadounidenses o han aterrorizado a Estados Unidos.
Una redada de fuerzas especiales en Pakistán ordenada por Obama ocasionó en mayo la muerte del líder de al-Qaida Osama bin Laden, arquitecto de los ataques terroristas del 11 de septiembre del 2001.
El mes pasado, un ataque con aviones estadounidenses no tripulados en las montañas de Yemen mató a Anwar al-Awlaki, un ciudadano estadounidense y figura prominente de al-Qaida a quien se consideraba un operador de ataques contra Estados Unidos.