Los serbokosovares del norte piden a Belgrado que envíe tropas
Zubin, EP
La comunidad serbia mayoritaria en el norte de Kosovo ha mantenido su desafío a la misión de la OTAN en el país balcánico (KFOR) al no retirar las barricadas que mantiene en la región y ha solicitado al Gobierno serbio que envíe tropas para controlar la situación, más de una década después de que los militares serbios fueran desalojados de este territorio por los bombardeos de la Alianza Atlántica.
Los serbokosovares del norte, que no reconocen la declaración de independencia aprobada por el Parlamento kosovar en febrero de 2008, mantienen varias barricadas levantadas en dos puestos fronterizos del norte de Kosovo próximos a Serbia desde el pasado mes de julio, cuando las autoridades kosovares, de etnia albana, intentaron tomar el control de ambos puestos.
Los enfrentamientos entre serbokosovares y albanokosovares se originaron después de que las fuerzas de la misión de la OTAN intentaran que se retiraran de los dos puestos fronterizos. Los militares de la KFOR se encargan de la seguridad del país desde que los militares serbios se retiraron de Kosovo en 1999, fecha en que la ONU asumió su administración, ahora ejercida por la misión de la Unión Europea EULEX.
"Serbia y el Consejo de Seguridad de la ONU deberían facilitar el retorno de parte del Ejército y la Policía (serbios) y su despliegue en el norte de Kosovo", han afirmado los líderes serbokosovares del norte en una declaración tras mantener una reunión para analizar la situación.
El comandante de la KFOR, el general alemán Erhard Drews, ha dejado claro que la actitud de los kosovares del norte le parece un desafío y ha advertido de que los militares aliados se desplegarán en la región para retirar las barricadas a no ser que los serbokosovares cambien de postura.
Según la prensa serbia, el presidente serbio, Boris Tadic, habría solicitado a los serbokosovares que busquen una solución negociada al problema de los dos puestos fronterizos y que mantengan una actitud pacífica. Las autoridades de Belgrado han afirmado que están estudiando la declaración de los serbokosovares y no han querido hacer declaraciones.
Serbia aún mantiene el control del norte de Kosovo, pero está sometida a la presión de la Unión Europea, que le ha emplazado a resolver sus problemas con Kosovo antes de poder acceder a la alianza comunitaria.
Los líderes serbokosovares en la localidad de Zubin Potok, situada a 100 kilómetros al norte de Pristina y cercana a uno de los pasos fronterizos, han advertido de que las carreteras continuarán bloqueadas aunque se han mostrado partidarios de dialogar con la KFOR para permitir que lleguen los suministros que necesitan las tropas de la OTAN.
Posteriormente, los líderes del norte de Kosovo han acusado a la KFOR de haber frustrado las conversaciones al insistir en que se desplieguen vehículos de la misión de la UE EULEX en la zona fronteriza. Los serbokosovares temen que los vehículos de la misión judicial y policial comunitaria protejan a las autoridades aduaneras de Pristina para poder hacerse cargos de los dos puestos limítrofes.
"La KFOR quiere resolver esto con violencia y será responsable de los nuevos acontecimientos", ha advertido Radenko Nedeljkovi, líder del Condado de Mitrovica.
Los serbokosovares del norte también han pedido a Belgrado que ponga fin a las conversaciones que mantiene con el Gobierno kosovar con la mediación de la UE sobre temas como el flujo de personas y mercancías, el suministro energético y los documentos de viaje.
Serbia perdió el control de Kosovo en 1999 cuando las fuerzas de la OTAN bombardearon durante 78 días el territorio para detener la persecución de albanokosovares por parte de las fuerzas militares serbias.
Más de 80 países, incluidos Estados Unidos y la mayoría de las naciones de la Unión Europea, han reconocido a Kosovo como nuevo estado.
La comunidad serbia mayoritaria en el norte de Kosovo ha mantenido su desafío a la misión de la OTAN en el país balcánico (KFOR) al no retirar las barricadas que mantiene en la región y ha solicitado al Gobierno serbio que envíe tropas para controlar la situación, más de una década después de que los militares serbios fueran desalojados de este territorio por los bombardeos de la Alianza Atlántica.
Los serbokosovares del norte, que no reconocen la declaración de independencia aprobada por el Parlamento kosovar en febrero de 2008, mantienen varias barricadas levantadas en dos puestos fronterizos del norte de Kosovo próximos a Serbia desde el pasado mes de julio, cuando las autoridades kosovares, de etnia albana, intentaron tomar el control de ambos puestos.
Los enfrentamientos entre serbokosovares y albanokosovares se originaron después de que las fuerzas de la misión de la OTAN intentaran que se retiraran de los dos puestos fronterizos. Los militares de la KFOR se encargan de la seguridad del país desde que los militares serbios se retiraron de Kosovo en 1999, fecha en que la ONU asumió su administración, ahora ejercida por la misión de la Unión Europea EULEX.
"Serbia y el Consejo de Seguridad de la ONU deberían facilitar el retorno de parte del Ejército y la Policía (serbios) y su despliegue en el norte de Kosovo", han afirmado los líderes serbokosovares del norte en una declaración tras mantener una reunión para analizar la situación.
El comandante de la KFOR, el general alemán Erhard Drews, ha dejado claro que la actitud de los kosovares del norte le parece un desafío y ha advertido de que los militares aliados se desplegarán en la región para retirar las barricadas a no ser que los serbokosovares cambien de postura.
Según la prensa serbia, el presidente serbio, Boris Tadic, habría solicitado a los serbokosovares que busquen una solución negociada al problema de los dos puestos fronterizos y que mantengan una actitud pacífica. Las autoridades de Belgrado han afirmado que están estudiando la declaración de los serbokosovares y no han querido hacer declaraciones.
Serbia aún mantiene el control del norte de Kosovo, pero está sometida a la presión de la Unión Europea, que le ha emplazado a resolver sus problemas con Kosovo antes de poder acceder a la alianza comunitaria.
Los líderes serbokosovares en la localidad de Zubin Potok, situada a 100 kilómetros al norte de Pristina y cercana a uno de los pasos fronterizos, han advertido de que las carreteras continuarán bloqueadas aunque se han mostrado partidarios de dialogar con la KFOR para permitir que lleguen los suministros que necesitan las tropas de la OTAN.
Posteriormente, los líderes del norte de Kosovo han acusado a la KFOR de haber frustrado las conversaciones al insistir en que se desplieguen vehículos de la misión de la UE EULEX en la zona fronteriza. Los serbokosovares temen que los vehículos de la misión judicial y policial comunitaria protejan a las autoridades aduaneras de Pristina para poder hacerse cargos de los dos puestos limítrofes.
"La KFOR quiere resolver esto con violencia y será responsable de los nuevos acontecimientos", ha advertido Radenko Nedeljkovi, líder del Condado de Mitrovica.
Los serbokosovares del norte también han pedido a Belgrado que ponga fin a las conversaciones que mantiene con el Gobierno kosovar con la mediación de la UE sobre temas como el flujo de personas y mercancías, el suministro energético y los documentos de viaje.
Serbia perdió el control de Kosovo en 1999 cuando las fuerzas de la OTAN bombardearon durante 78 días el territorio para detener la persecución de albanokosovares por parte de las fuerzas militares serbias.
Más de 80 países, incluidos Estados Unidos y la mayoría de las naciones de la Unión Europea, han reconocido a Kosovo como nuevo estado.