La ONU cifra por encima de 3.000 el número de muertos en Siria
Ginebra, EP
Más de 3.000 personas han muerto ya en Siria a consecuencia de la "represión despiadada" ordenada por el presidente Bashar Al Assad y que podría terminar de arrastrar al país a "una guerra civil a gran escala", según advirtió este viernes la alta comisionada de Naciones Unidas para los Derechos Humanos, Navi Pillay.
Pillay precisó que al menos un centenar de personas han muerto en los últimos diez días, y que hay 187 niños entre el total de los fallecidos.
"Todos los miembros de la comunidad internacional tienen el deber de iniciar una labor de protección consensuada antes de que la represión despiadada y los asesinatos arrastren al país hacia una guerra civil a gran escala", declaró.
Dado que "cada vez son más" los miembros del Ejército que "se niegan a atacar a los civiles" y "pasan al otro lado", según la alta comisionada, "la crisis está comenzando exhibir preocupantes indicios de un descenso a la lucha armada".
El comité investigador de la oficina de Derechos Humanos de la ONU recoge denuncias creíbles sobre ejecuciones y crímenes contra la Humanidad en Siria y cuenta con pruebas contra medio centenar de presuntos responsables cuyos nombrese figuran en una lista confidencial.
El portavoz de Pillay, Rupert Colville, eludió pronunciarse sobre una intervención militar internacional en Siria porque "eso, obviamente, lo deciden los Estados". No obstante, manifestó que "todo lo que se ha hecho hasta ahora no ha arrojado resultados, y la gente sigue muriendo prácticamente todos los días".
Pillay denunció que la "actividad de los francotiradores en los tejados" y el uso de "fuerza indiscriminada" --con el uso de munición real y los bombardeos en zonas residenciales-- contra "manifestantes pacíficos" se han convertido en "actos rutinarios en muchos puntos del país".
Más de 3.000 personas han muerto ya en Siria a consecuencia de la "represión despiadada" ordenada por el presidente Bashar Al Assad y que podría terminar de arrastrar al país a "una guerra civil a gran escala", según advirtió este viernes la alta comisionada de Naciones Unidas para los Derechos Humanos, Navi Pillay.
Pillay precisó que al menos un centenar de personas han muerto en los últimos diez días, y que hay 187 niños entre el total de los fallecidos.
"Todos los miembros de la comunidad internacional tienen el deber de iniciar una labor de protección consensuada antes de que la represión despiadada y los asesinatos arrastren al país hacia una guerra civil a gran escala", declaró.
Dado que "cada vez son más" los miembros del Ejército que "se niegan a atacar a los civiles" y "pasan al otro lado", según la alta comisionada, "la crisis está comenzando exhibir preocupantes indicios de un descenso a la lucha armada".
El comité investigador de la oficina de Derechos Humanos de la ONU recoge denuncias creíbles sobre ejecuciones y crímenes contra la Humanidad en Siria y cuenta con pruebas contra medio centenar de presuntos responsables cuyos nombrese figuran en una lista confidencial.
El portavoz de Pillay, Rupert Colville, eludió pronunciarse sobre una intervención militar internacional en Siria porque "eso, obviamente, lo deciden los Estados". No obstante, manifestó que "todo lo que se ha hecho hasta ahora no ha arrojado resultados, y la gente sigue muriendo prácticamente todos los días".
Pillay denunció que la "actividad de los francotiradores en los tejados" y el uso de "fuerza indiscriminada" --con el uso de munición real y los bombardeos en zonas residenciales-- contra "manifestantes pacíficos" se han convertido en "actos rutinarios en muchos puntos del país".