Islamabad pide a Kabul y a EEUU que actúen contra Maulvi Fazlulá
Islamabad, EP
Pakistán ha instado este lunes a Afganistán y a las fuerzas internacionales a que actúen contra el destacado dirigente talibán Maulvi Fazlulá, cuyas milicias participaron en los últimos meses en una serie de ofensivas transfronterizas que causaron la muerte de un centenar de miembros de las fuerzas de seguridad paquistaníes.
Según un portavoz del Ejército paquistaní, el general Athar Abbas, las fuerzas afganas e internacionales no han tomado ninguna medida contra Fazlulá. "Hemos facilitado al Gobierno de Afganistán y a la ISAF (la Fuerza Internacional de Asistencia a la Seguridad) la ubicación y otra información sobre estos grupos, pero, al parecer, no han actuado", ha declarado a la agencia Reuters.
Así las cosas, "el problema no acaba de desaparecer", ha añadido. Las acciones de las milicias de Fazlulá han incrementado la tensión entre Pakistán y Afganistán, que se acusan mutuamente de no impedir las ofensivas transfronterizas en sus respectivos países.
Fazlulá era el líder de los talibán paquistaníes en el valle del Swat, situado unos 160 kilómetros al noroeste de Islamabad, pero la ofensiva que llevó a cabo el Ejército paquistaní le obligó a huir. Luego su grupo se reorganizó en Afganistán, donde estableció varios bastiones, y sigue suponiendo una amenaza para Pakistán, según Abbas, que ha precisado que están presentes en las provincias afganas de Kunar y Nuristán.
"Cuando huyó de Swat, el grupo de Fazlulá estaba disuelto y disperso (...). Pero consiguió tiempo y apoyo en Afganistán", ha explicado el general. "Ahora, Fazlulá y su grupo están intentando entrar de nuevo en Swat a través de Dir", ha agregado, refiriéndose a una región fronteriza del noroeste de Pakistán.
En los distritos de Chitral y Bajo y Alto Dir solo había policías y fuerzas paramilitares antes de que Fazlulá empezase a realizar ataques en esa zona, pero ahora se han desplegado unidades del Ejército para hacer frente a la amenaza, según Abbas.
En Kabul, el portavoz de la Dirección Nacional de Seguridad, Lutfulá Mashal, ha dicho que "los grupos terroristas normalmente llegan desde del otro lado de la frontera y llevan a cabo ataques". "Lo que puedo afirmar con seguridad es que nadie se ha reagrupado o asentado aquí, en Afganistán", ha subrayado.
Cuando le han preguntado sobre las quejas de Pakistán, un portavoz de la ISAF (las fuerzas de la OTAN), el coronel Jimmie Cummings, ha respondido: "Estamos trabajando con Pakistán para alcanzar nuestro objetivo común de conseguir estabilidad y seguridad duraderas en Afganistán y en toda la región".
Estados Unidos quiere que Pakistán estabilice la zona de la frontera entre Pakistán y Afganistán, que el presidente Barack Obama ha descrito como "el lugar más peligroso del mundo". Para ello, Islamabad tendría que acabar con unas poderosas redes formadas por miembros de Al Qaeda, talibán afganos y paquistaníes y combatientes árabes.
Pakistán ha instado este lunes a Afganistán y a las fuerzas internacionales a que actúen contra el destacado dirigente talibán Maulvi Fazlulá, cuyas milicias participaron en los últimos meses en una serie de ofensivas transfronterizas que causaron la muerte de un centenar de miembros de las fuerzas de seguridad paquistaníes.
Según un portavoz del Ejército paquistaní, el general Athar Abbas, las fuerzas afganas e internacionales no han tomado ninguna medida contra Fazlulá. "Hemos facilitado al Gobierno de Afganistán y a la ISAF (la Fuerza Internacional de Asistencia a la Seguridad) la ubicación y otra información sobre estos grupos, pero, al parecer, no han actuado", ha declarado a la agencia Reuters.
Así las cosas, "el problema no acaba de desaparecer", ha añadido. Las acciones de las milicias de Fazlulá han incrementado la tensión entre Pakistán y Afganistán, que se acusan mutuamente de no impedir las ofensivas transfronterizas en sus respectivos países.
Fazlulá era el líder de los talibán paquistaníes en el valle del Swat, situado unos 160 kilómetros al noroeste de Islamabad, pero la ofensiva que llevó a cabo el Ejército paquistaní le obligó a huir. Luego su grupo se reorganizó en Afganistán, donde estableció varios bastiones, y sigue suponiendo una amenaza para Pakistán, según Abbas, que ha precisado que están presentes en las provincias afganas de Kunar y Nuristán.
"Cuando huyó de Swat, el grupo de Fazlulá estaba disuelto y disperso (...). Pero consiguió tiempo y apoyo en Afganistán", ha explicado el general. "Ahora, Fazlulá y su grupo están intentando entrar de nuevo en Swat a través de Dir", ha agregado, refiriéndose a una región fronteriza del noroeste de Pakistán.
En los distritos de Chitral y Bajo y Alto Dir solo había policías y fuerzas paramilitares antes de que Fazlulá empezase a realizar ataques en esa zona, pero ahora se han desplegado unidades del Ejército para hacer frente a la amenaza, según Abbas.
En Kabul, el portavoz de la Dirección Nacional de Seguridad, Lutfulá Mashal, ha dicho que "los grupos terroristas normalmente llegan desde del otro lado de la frontera y llevan a cabo ataques". "Lo que puedo afirmar con seguridad es que nadie se ha reagrupado o asentado aquí, en Afganistán", ha subrayado.
Cuando le han preguntado sobre las quejas de Pakistán, un portavoz de la ISAF (las fuerzas de la OTAN), el coronel Jimmie Cummings, ha respondido: "Estamos trabajando con Pakistán para alcanzar nuestro objetivo común de conseguir estabilidad y seguridad duraderas en Afganistán y en toda la región".
Estados Unidos quiere que Pakistán estabilice la zona de la frontera entre Pakistán y Afganistán, que el presidente Barack Obama ha descrito como "el lugar más peligroso del mundo". Para ello, Islamabad tendría que acabar con unas poderosas redes formadas por miembros de Al Qaeda, talibán afganos y paquistaníes y combatientes árabes.