El líder del PKK emplaza al Gobierno turco a "abrir la puerta" al diálogo
Erbil, EP
El líder del Partido de los Trabajadores del Kurdistán (PKK), Abdulá Ocalan, que permanece encarcelado en una prisión al sur de Estambul, ha emplazado este martes al Gobierno turco a "abrir la puerta" al diálogo con los rebeldes kurdos, tras varios meses de atentados perpetrados por los insurgentes y de ataques aéreos de las Fuerzas Armadas turcas contra sus bases en el norte de Irak.
El líder del PKK ha realizado esta solicitud en un mensaje público enviado por medio de su hermano tras la reunión que ambos mantuvieron en la celda de la prisión en que permanece recluido, situada al sur de Estambul, según ha informado la formación kurda en un comunicado.
"En esta fase, la llave está en manos de las autoridades estatales, no en las nuestras. Las negociaciones continuarán y todo podría cambiar si (las autoridades turcas) abren la puerta", ha subrayado Ocalan.
Se trata del primer mensaje enviado en los últimos meses por Ocalan, que continúa manteniendo su influencia en el PKK, que tomó las armas contra el Gobierno turco en 1984 con el objetivo de lograr mayor autonomía para la población kurda en Turquía. Desde entonces, más de 40.000 personas han muerto en el conflicto entre las Fuerzas Armadas turcas y el PKK.
El pasado mes de agosto, el primer ministro turco, Recep Tayyip Erdogan, aseguró que ha perdido la paciencia con el PKK y la Fuerza Aérea turca empezó a bombardear las bases de los milicianos separatistas, lo que supuso el final de las conversaciones secretas que las autoridades mantenían con Ocalan, detenido en 1999.
En los últimos meses, los milicianos del PKK han perpetrado una ola de atentados en el sureste de Turquía, matando a más de 50 personas desde el pasado mes de julio. En respuesta, las Fuerzas Armadas turcas han atacado las bases del PKK en la zona montañosa del norte de Irak.
Este martes, una bomba de carretera supuestamente colocada por los milicianos kurdos ha acabado con la vida de cuatro policías y dos civiles en el sureste de Turquía. Estados Unidos, Turquía y la Unión Europea catalogan al PKK como grupo terrorista.
El líder del Partido de los Trabajadores del Kurdistán (PKK), Abdulá Ocalan, que permanece encarcelado en una prisión al sur de Estambul, ha emplazado este martes al Gobierno turco a "abrir la puerta" al diálogo con los rebeldes kurdos, tras varios meses de atentados perpetrados por los insurgentes y de ataques aéreos de las Fuerzas Armadas turcas contra sus bases en el norte de Irak.
El líder del PKK ha realizado esta solicitud en un mensaje público enviado por medio de su hermano tras la reunión que ambos mantuvieron en la celda de la prisión en que permanece recluido, situada al sur de Estambul, según ha informado la formación kurda en un comunicado.
"En esta fase, la llave está en manos de las autoridades estatales, no en las nuestras. Las negociaciones continuarán y todo podría cambiar si (las autoridades turcas) abren la puerta", ha subrayado Ocalan.
Se trata del primer mensaje enviado en los últimos meses por Ocalan, que continúa manteniendo su influencia en el PKK, que tomó las armas contra el Gobierno turco en 1984 con el objetivo de lograr mayor autonomía para la población kurda en Turquía. Desde entonces, más de 40.000 personas han muerto en el conflicto entre las Fuerzas Armadas turcas y el PKK.
El pasado mes de agosto, el primer ministro turco, Recep Tayyip Erdogan, aseguró que ha perdido la paciencia con el PKK y la Fuerza Aérea turca empezó a bombardear las bases de los milicianos separatistas, lo que supuso el final de las conversaciones secretas que las autoridades mantenían con Ocalan, detenido en 1999.
En los últimos meses, los milicianos del PKK han perpetrado una ola de atentados en el sureste de Turquía, matando a más de 50 personas desde el pasado mes de julio. En respuesta, las Fuerzas Armadas turcas han atacado las bases del PKK en la zona montañosa del norte de Irak.
Este martes, una bomba de carretera supuestamente colocada por los milicianos kurdos ha acabado con la vida de cuatro policías y dos civiles en el sureste de Turquía. Estados Unidos, Turquía y la Unión Europea catalogan al PKK como grupo terrorista.