Duros enfrentamientos en las calles de Atenas contra las medidas de austeridad

Atenas, EP
Las medidas de austeridad del Gobierno heleno siguen sin convencer a los griegos que este miércoles, coincidiendo con la votación en el Parlamento del nuevo plan de ajuste, han salido a las calles para protestar contra los recortes en el marco de una huelga general de 48 horas. Decenas de miles de griegos se han congregado para mostrar su desaprobación en el centro de Atenas, donde la Policía ha tenido que emplear gases lacrimógenos contra jóvenes que lanzaban cócteles molotov.

Más de 100.000 personas tomaron las calles de Atenas para secundar un paro que ha cerrado negocios y servicios públicos en todo el país y que, según los sindicatos, ha tenido uno de los mayores seguimientos de los últimos años. Las fuerzas de seguridad también dispersaron concentraciones en la isla de Creta, donde se congregaron más de 20.000 personas, y en las ciudades de Tesalónica, Volos, Lamía y Patras.

La plaza Sintagma de Atenas y las calles aledañas se han convertido de nuevo en el escenario de los enfrentamientos, mientras que la Acrópolis quedó ensombrecida por el humo generado tras la quema de una pila de basura. Un banco también ha sido alcanzado con cócteles molotov y ha tenido que ser evacuado.

Muchos de los manifestantes portaban casos y a primera hora de la tarde se produjeron nuevos enfrentamientos en la principal arteria entre jóvenes enmascarados. Éstos lanzaron piedras y cócteles molotov contra los agentes policiales, que se encontraban apostados en la escalinata de la sede del Parlamento, lo que les obligaron a retirarse. Sin embargo, la Policía respondió al ataque lanzando gases lacrimógenos para contener a los manifestantes en la plaza Sintagma.

Se trata de la primera vez, desde que el país se halla inmerso en la crisis hace dos años, que los manifestantes han logrado llegar a la escalinata del edificio neoclásico y los gases lacrimógenos llegaron a su interior, según un reportero de Reuters.

7.000 AGENTES POLICIALES DESPLEGADOS POR ATENAS

Después de los duros enfrentamientos que se produjeron durante las protestas de junio, las autoridades han ordenado el despliegue de unos 7.000 agentes en la capital griega para evitar incidentes y atajar posibles brotes violentos, que finalmente se han producido. Y es que al menos siete personas han sido trasladadas al hospital y varias más han sido atendidas por problemas respiratorios, quemaduras menores o cortes.

El nuevo paquete de medidas de ajuste presentado por el Ejecutivo del primer ministro, George Papandreou, no ha sido secundado por los griegos, que no terminan de ver el final. El mismo Papandreou, muy mal situado en los sondeos, había pedido el apoyo de los ciudadanos antes de que el Parlamento votara este miércoles los nuevos recortes, en los que se incluye subida de impuestos, bajada de salarios y supresión de funcionarios.

En opinión de Akis Papadopoulos, un funcionario de 50 años que ha participado en las concentraciones, el Gobierno y la ayuda internacional "no salvará" a la población helena, ya que, con las medidas puestas sobre la mesa, "los pobres serán más pobres y los ricos, más ricos". "No gracias, no quiero vuestro rescate", ha asegurado.

A pesar del descontento de los griegos, el ministro de Economía, Evangelos Venizelos, ha insistido ante el Parlamento que Grecia atraviesa una lucha "agonizante pero necesaria" para "evitar el final y más duro punto de la crisis", en alusión a una potencial suspensión de pagos. Según ha explicado Venizelos, hasta el domingo, cuando se celebrará el Consejo Europeo en Bruselas, Atenas libra "la batalla de todas las batallas".

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