Berlusconi niega que los católicos pretendan echarle del poder
Roma, EP
El primer ministro italiano, Silvio Berlusconi, ha afirmado que los católicos "no pretenden echar al Ejecutivo" a pesar de que este lunes las siete principales asociaciones católicas de Italia pidieran un nuevo gobierno tras un congreso celebrado en Todi (norte de Italia) presidido por el presidente de la Conferencia Episcopal Italiana, el cardenal Angelo Bagnasco.
En el congreso participaron el presidente del sindicato católico CISL, Raffaele Bonanni, el presidente de la Unión de Asociaciones de Trabajadores Católicos (ACLI), Andrea Olivero, el director de la Compañía de las Obras, Bernhard Scholz, el presidente de la cooperativa de agricultores Coldiretti, Sergio Marini, el presidente de la cooperativa de artesanos Confartigianato, Giorgio Guerrini, el presidente de la Confederación de Cooperativas, Luigi Marino, y el presidente del Movimiento cristiano de los trabajadores, Carlo Costalli.
Precisamente, Bonnani aseguró que el país necesita "un nuevo Gobierno que reúna a los principales partidos" para "afrontar los problemas de Italia".
Berlusconi ha afirmado que, según algunos periódicos, el cardenal Angelo Bagnasco había presidido un congreso "destinado a echar al Ejecutivo y a establecer una política católica en el sentido neodemocristiano y tercerpolista", en referencia a la coalición de los tres partidos democristianos 'Tercer Polo', que reúne al partido Unión de Centro, Futuro y Libertad y Alianza para Italia.
Sin embargo, el mandatario ha asegurado que esta visión de la prensa "es contraria a la verdad" puesto que el congreso de Todi "se concluyó con la decisión de aumentar la presencia de los católicos en la sociedad italiana, a través de un fuerte compromiso en el trabajo, en la acogida y en la solidaridad".
Asimismo, durante el congreso, el cardenal Bagnasco señaló que "si para nadie es admisible el absentismo social, para los cristianos es un pecado de omisión" y recordó que "la religión no puede negarse" por lo que "no reconocer su dimensión pública sería un gran error".
Por su parte, 'Il Cavaliere' ha alabado el discurso del cardenal Bagnasco en el que, según el mandatario, "afirmó reiteradamente que cualquier compromiso de los católicos debe fundarse sobre los principios y sobre los valores en los que creen a partir de los derechos no negociables de la personas, predicados con fuerza e inteligencia por la doctrina de la Iglesia, en particular por el Papa Benedicto XVI".
Berlusconi responde así a las reiteradas llamadas de atención que el cardenal Bagnasco ha realizado en las últimas semanas con respecto al comportamiento del Ejecutivo y, en particular del primer ministro. Así, en la apertura de la Asamblea plenaria de la Conferencia Episcopal celebrada en septiembre, el cardenal Bagnasco lamentó "los comportamientos licenciosos" y "la corrupción" de la clase política, en referencia a los escándalos judiciales en los que está implicado Berlusconi y algunos diputados del Parlamento.
'Il Cavaliere' ha asegurado que "de nuevo" el país asiste a una "ridícula instrumentalización de las ideas para contribuir al grotesco teatrillo de la política".
Por su parte, el secretario general del partido gubernamental Pueblo de la Libertad, Angelino Alfano ha asegurado que los católicos "han encontrado en el PDL el partido que ha defendido los valores de la vida y la familia con decisiones legislativas verdaderas" y ha afirmado que su partido "cree en el renacimiento de la democracia cristiana".
El primer ministro italiano, Silvio Berlusconi, ha afirmado que los católicos "no pretenden echar al Ejecutivo" a pesar de que este lunes las siete principales asociaciones católicas de Italia pidieran un nuevo gobierno tras un congreso celebrado en Todi (norte de Italia) presidido por el presidente de la Conferencia Episcopal Italiana, el cardenal Angelo Bagnasco.
En el congreso participaron el presidente del sindicato católico CISL, Raffaele Bonanni, el presidente de la Unión de Asociaciones de Trabajadores Católicos (ACLI), Andrea Olivero, el director de la Compañía de las Obras, Bernhard Scholz, el presidente de la cooperativa de agricultores Coldiretti, Sergio Marini, el presidente de la cooperativa de artesanos Confartigianato, Giorgio Guerrini, el presidente de la Confederación de Cooperativas, Luigi Marino, y el presidente del Movimiento cristiano de los trabajadores, Carlo Costalli.
Precisamente, Bonnani aseguró que el país necesita "un nuevo Gobierno que reúna a los principales partidos" para "afrontar los problemas de Italia".
Berlusconi ha afirmado que, según algunos periódicos, el cardenal Angelo Bagnasco había presidido un congreso "destinado a echar al Ejecutivo y a establecer una política católica en el sentido neodemocristiano y tercerpolista", en referencia a la coalición de los tres partidos democristianos 'Tercer Polo', que reúne al partido Unión de Centro, Futuro y Libertad y Alianza para Italia.
Sin embargo, el mandatario ha asegurado que esta visión de la prensa "es contraria a la verdad" puesto que el congreso de Todi "se concluyó con la decisión de aumentar la presencia de los católicos en la sociedad italiana, a través de un fuerte compromiso en el trabajo, en la acogida y en la solidaridad".
Asimismo, durante el congreso, el cardenal Bagnasco señaló que "si para nadie es admisible el absentismo social, para los cristianos es un pecado de omisión" y recordó que "la religión no puede negarse" por lo que "no reconocer su dimensión pública sería un gran error".
Por su parte, 'Il Cavaliere' ha alabado el discurso del cardenal Bagnasco en el que, según el mandatario, "afirmó reiteradamente que cualquier compromiso de los católicos debe fundarse sobre los principios y sobre los valores en los que creen a partir de los derechos no negociables de la personas, predicados con fuerza e inteligencia por la doctrina de la Iglesia, en particular por el Papa Benedicto XVI".
Berlusconi responde así a las reiteradas llamadas de atención que el cardenal Bagnasco ha realizado en las últimas semanas con respecto al comportamiento del Ejecutivo y, en particular del primer ministro. Así, en la apertura de la Asamblea plenaria de la Conferencia Episcopal celebrada en septiembre, el cardenal Bagnasco lamentó "los comportamientos licenciosos" y "la corrupción" de la clase política, en referencia a los escándalos judiciales en los que está implicado Berlusconi y algunos diputados del Parlamento.
'Il Cavaliere' ha asegurado que "de nuevo" el país asiste a una "ridícula instrumentalización de las ideas para contribuir al grotesco teatrillo de la política".
Por su parte, el secretario general del partido gubernamental Pueblo de la Libertad, Angelino Alfano ha asegurado que los católicos "han encontrado en el PDL el partido que ha defendido los valores de la vida y la familia con decisiones legislativas verdaderas" y ha afirmado que su partido "cree en el renacimiento de la democracia cristiana".