Ascienden a 550 los muertos por el terremoto en el sureste de Turquía
Estambul, EP
Al menos 550 personas han muerto y otras 2.300 resultaron heridas en el terremoto de 7,2 grados en la escala Richter que sacudió el domingo la región de Van, en el sureste de Turquía, según el último balance ofrecido este jueves por la noche por la Administración de Desastres y Emergencias y recogido por la agencia oficial Anatolia.
Los equipos de rescate han sacado este jueves con vida de entre los escombros al menos a dos personas, la última de ellas un hombre que ha permanecido más de cien horas sepultados en la ciudad turca de Ercis, las más afectada por el seísmo.
FRÍO Y LLUVIA
En Ercis, la gente hace largas colas para conseguir tiendas mientras pasa frío y se moja bajo la lluvia. En las montañas nevó por la noche y muchos temen las duras condiciones del invierno.
Durante la noche se ve a grupos de personas en estado de choque vagando por las calles porque no tienen un hogar adonde ir o apiñadas en torno a hogueras para hacer frente a las bajas temperaturas. Otros afectados se congregan en campamentos de ayuda.
Orhan Ogunc, que vive en un pueblo de montaña llamado Guvencli, entre Ercis y la ciudad de Van, ha pronosticado que "dentro de quince días, la mitad de las personas que están aquí morirán congeladas". Su familia consiguió una tienda de campaña de la Media Luna Roja, pero la está compartiendo con otras cinco.
Muchos pueblos donde las casas estaban hechas de adobe han quedado devastadas, pero muchas personas no quieren marcharse.
Zeki Yatkin, que ha perdido a su padre en el terremoto, ha indicado que les han dicho que les darán casas prefabricadas dentro de un mes y medio. "No podemos soportar el frío, pero ¿qué otra cosa podemos hacer?", se ha preguntado.
En la ciudad de Van, las operaciones de búsqueda han finalizado. El gobernador de la provincia homónima, Munir Karaloglu, ha precisado que en la capital solo se han derrumbado seis edificios pero que en Ercis son muchos más.
SAQUEOS
En un almacén de Van, unas cien personas han saqueado varios camiones de la Media Luna Roja que contenían alimentos, mantas, alfombras y ropa mientras un grupo de policías observaban impotentes la escena.
Un hombre ha asegurado a la agencia Reuters que "el verdadero saqueador es el Partido AK", el que gobierna en Turquía. "La ayuda recibida en Van está siendo entregada a familias de funcionarios y policías. La gente corriente no está recibiendo nada", ha agregado.
Las autoridades niegan este tipo de acusaciones. Karaloglu ha afirmado que hasta este miércoles se habían repartido 20.000 tiendas de campaña, una cifra, según él, mucho mayor de lo que se necesitaba.
El gobernador ha opinado que la situación sería mejor si los habitantes de la ciudad de Van no estuviesen atenazados por el miedo a que una réplica del seísmo derribe sus casas. "Debido a esta psicología y a las réplicas, no hacen uso de sus viviendas dañadas y piden tiendas de campaña. Por eso tenemos un problema", ha señalado.
Según Karaloglu, 600.000 personas han resultado afectadas por el terremoto, pero el dirigente ha aclarado que no todas necesitan que les den cobijo temporalmente.
Sin embargo, el teniente de alcalde de Van, Cahit Bozbay, ha descrito un panorama más crudo y ha criticado la actuación del Gobierno provincial. Según sus datos, la mitad de los edificios de Van han sufrido daños y por eso los afectados tienen que dormir en la calle.
Nos faltan tiendas, es un gran problema. Y hay escasez de suministros, pero, sinceramente, la organización de la distribución de la ayuda también está siendo problemática", ha declarado.
Al menos 550 personas han muerto y otras 2.300 resultaron heridas en el terremoto de 7,2 grados en la escala Richter que sacudió el domingo la región de Van, en el sureste de Turquía, según el último balance ofrecido este jueves por la noche por la Administración de Desastres y Emergencias y recogido por la agencia oficial Anatolia.
Los equipos de rescate han sacado este jueves con vida de entre los escombros al menos a dos personas, la última de ellas un hombre que ha permanecido más de cien horas sepultados en la ciudad turca de Ercis, las más afectada por el seísmo.
FRÍO Y LLUVIA
En Ercis, la gente hace largas colas para conseguir tiendas mientras pasa frío y se moja bajo la lluvia. En las montañas nevó por la noche y muchos temen las duras condiciones del invierno.
Durante la noche se ve a grupos de personas en estado de choque vagando por las calles porque no tienen un hogar adonde ir o apiñadas en torno a hogueras para hacer frente a las bajas temperaturas. Otros afectados se congregan en campamentos de ayuda.
Orhan Ogunc, que vive en un pueblo de montaña llamado Guvencli, entre Ercis y la ciudad de Van, ha pronosticado que "dentro de quince días, la mitad de las personas que están aquí morirán congeladas". Su familia consiguió una tienda de campaña de la Media Luna Roja, pero la está compartiendo con otras cinco.
Muchos pueblos donde las casas estaban hechas de adobe han quedado devastadas, pero muchas personas no quieren marcharse.
Zeki Yatkin, que ha perdido a su padre en el terremoto, ha indicado que les han dicho que les darán casas prefabricadas dentro de un mes y medio. "No podemos soportar el frío, pero ¿qué otra cosa podemos hacer?", se ha preguntado.
En la ciudad de Van, las operaciones de búsqueda han finalizado. El gobernador de la provincia homónima, Munir Karaloglu, ha precisado que en la capital solo se han derrumbado seis edificios pero que en Ercis son muchos más.
SAQUEOS
En un almacén de Van, unas cien personas han saqueado varios camiones de la Media Luna Roja que contenían alimentos, mantas, alfombras y ropa mientras un grupo de policías observaban impotentes la escena.
Un hombre ha asegurado a la agencia Reuters que "el verdadero saqueador es el Partido AK", el que gobierna en Turquía. "La ayuda recibida en Van está siendo entregada a familias de funcionarios y policías. La gente corriente no está recibiendo nada", ha agregado.
Las autoridades niegan este tipo de acusaciones. Karaloglu ha afirmado que hasta este miércoles se habían repartido 20.000 tiendas de campaña, una cifra, según él, mucho mayor de lo que se necesitaba.
El gobernador ha opinado que la situación sería mejor si los habitantes de la ciudad de Van no estuviesen atenazados por el miedo a que una réplica del seísmo derribe sus casas. "Debido a esta psicología y a las réplicas, no hacen uso de sus viviendas dañadas y piden tiendas de campaña. Por eso tenemos un problema", ha señalado.
Según Karaloglu, 600.000 personas han resultado afectadas por el terremoto, pero el dirigente ha aclarado que no todas necesitan que les den cobijo temporalmente.
Sin embargo, el teniente de alcalde de Van, Cahit Bozbay, ha descrito un panorama más crudo y ha criticado la actuación del Gobierno provincial. Según sus datos, la mitad de los edificios de Van han sufrido daños y por eso los afectados tienen que dormir en la calle.
Nos faltan tiendas, es un gran problema. Y hay escasez de suministros, pero, sinceramente, la organización de la distribución de la ayuda también está siendo problemática", ha declarado.