Partidarios de Gadafi huyen en caravanas de Libia a Níger
Tarhouna, AP
Un contingente armado de partidarios de Moamar Gadafi, entre ellos el jefe de seguridad del ex gobernante, cruzó el martes cientos de kilómetros de desierto en varias caravanas de vehículos en su huida de Libia hacia el vecino Níger.
En tanto, los ex rebeldes, ahora gobernantes de facto de Libia, dijeron que los partidarios más acérrimos de Gadafi habían abandonado sus últimos reductos.
Fue imposible verificar de inmediato la versión. Se conocían escasos detalles sobre la composición de las caravanas que recorrieron una amplia franja del Sahara, con distancias superiores a los 1.500 kilómetros entre zonas pobladas.
Sin embargo, la primera caravana de una decena de vehículos llegó el martes a la capital de Níger, Niamey, donde una autoridad aduanera confirmó que en ella estaba Mansur Dao, jefe de seguridad de Gadafi e integrante del círculo íntimo del ex gobernante, así como otros 12 ex funcionarios.
Otras caravanas libias ya pasaron Agadez, una localidad nigerina que se ubica a la mitad del trayecto entre la frontera y Niamey, ubicada en el extremo suroeste, dijo la fuente a The Associated Press.
Gadafi no viaja en las caravanas, afirmó el ministro del Exterior nigerino Bazoum Mohamed, según la televisión Al-Arabiya.
La huida de un número considerable de personalidades del régimen de Gadafi podría propiciar un viraje importante en los acontecimientos en Libia, donde la insurgencia pretende someter los últimos reductos del gobernante.
Las fuerzas de la oposición ingresaron el 21 de agosto en Trípoli y derrotaron la dirección de guerra de Gadafi, quien había gobernado el país por mucho tiempo.
Gadafi conserva el apoyo de tres ciudades importantes: Bani Walid, Sirte y Sabha.
La dirección insurgente ha emprendido conversaciones con dirigentes tribales en Bani Walid en un intento para que éstos permitan el ingreso de los rebeldes en la ciudad sin derramamiento de sangre, pero hay poco avance en el diálogo y persisten las sospechas entre las partes.
Las autoridades insurgentes aseguran que las poblaciones están divididas en Bani Walid y las demás localidades. Algunos sectores están dispuestos a rendirse y otros mantienen su apoyo a Gadafi. Las personalidades del ex régimen obligan a las ciudades a que se mantengan atrincheradas.
La huida en grandes números de gente importante que apoya a Gadafi merma el respaldo al ex gobernante entre los residentes y abre una puerta para poner fin al estado de enfrentamiento.
Antes de la difusión de las noticias sobre las caravanas, el coronel Abdulá Hussein Salem, quien participa en las negociaciones militares y en la coordinación para el ingreso insurgente en Bani Walid, dijo que una de las opciones es permitir a los partidarios de Gadafi marcharse de la ciudad sin que sean perseguidos.
Sin embargo, se desconoce si las caravanas representan una acción importante tendente a escapar.
Un portavoz del nuevo consejo militar en Trípoli dijo que la dirección insurgente tenía conocimiento de las caravanas pero tenía pocos detalles.
"No se trataba de un gran número de soldados. Creemos que era un tipo de contingente de seguridad", expresó Anis Sharif.
En Bruselas, un funcionario de la OTAN dijo que la alianza carecía de información inmediata sobre las caravanas.
Los aviones de combate de la OTAN no patrullan normalmente a tanta profundidad en el sur del Sahara, dijo el funcionario, quien solicitó el anonimato de acuerdo con la política del bloque militar.
El portavoz de Gadafi, Musa Ibrahim, emitió declaraciones desafiantes en una llamada telefónica a la televisora siria al-Rai.
Ibrahim dijo que el gobernante derrocado tenía "salud excelente, planifica y organiza la defensa de Libia". El portavoz, quien los rebeldes creen se encuentra en Bani Walid, dijo que Gadafi y sus hijos permanecen en Libia.
"Estamos en lucha y en la resistencia a nombre de Libia y todos los árabes", dijo. "Continuamos fuertes y con capacidad para revertir el curso contra la OTAN", señaló el portavoz, aun cuando el régimen se derrumbó efectivamente hace más de una semana.
Un contingente armado de partidarios de Moamar Gadafi, entre ellos el jefe de seguridad del ex gobernante, cruzó el martes cientos de kilómetros de desierto en varias caravanas de vehículos en su huida de Libia hacia el vecino Níger.
En tanto, los ex rebeldes, ahora gobernantes de facto de Libia, dijeron que los partidarios más acérrimos de Gadafi habían abandonado sus últimos reductos.
Fue imposible verificar de inmediato la versión. Se conocían escasos detalles sobre la composición de las caravanas que recorrieron una amplia franja del Sahara, con distancias superiores a los 1.500 kilómetros entre zonas pobladas.
Sin embargo, la primera caravana de una decena de vehículos llegó el martes a la capital de Níger, Niamey, donde una autoridad aduanera confirmó que en ella estaba Mansur Dao, jefe de seguridad de Gadafi e integrante del círculo íntimo del ex gobernante, así como otros 12 ex funcionarios.
Otras caravanas libias ya pasaron Agadez, una localidad nigerina que se ubica a la mitad del trayecto entre la frontera y Niamey, ubicada en el extremo suroeste, dijo la fuente a The Associated Press.
Gadafi no viaja en las caravanas, afirmó el ministro del Exterior nigerino Bazoum Mohamed, según la televisión Al-Arabiya.
La huida de un número considerable de personalidades del régimen de Gadafi podría propiciar un viraje importante en los acontecimientos en Libia, donde la insurgencia pretende someter los últimos reductos del gobernante.
Las fuerzas de la oposición ingresaron el 21 de agosto en Trípoli y derrotaron la dirección de guerra de Gadafi, quien había gobernado el país por mucho tiempo.
Gadafi conserva el apoyo de tres ciudades importantes: Bani Walid, Sirte y Sabha.
La dirección insurgente ha emprendido conversaciones con dirigentes tribales en Bani Walid en un intento para que éstos permitan el ingreso de los rebeldes en la ciudad sin derramamiento de sangre, pero hay poco avance en el diálogo y persisten las sospechas entre las partes.
Las autoridades insurgentes aseguran que las poblaciones están divididas en Bani Walid y las demás localidades. Algunos sectores están dispuestos a rendirse y otros mantienen su apoyo a Gadafi. Las personalidades del ex régimen obligan a las ciudades a que se mantengan atrincheradas.
La huida en grandes números de gente importante que apoya a Gadafi merma el respaldo al ex gobernante entre los residentes y abre una puerta para poner fin al estado de enfrentamiento.
Antes de la difusión de las noticias sobre las caravanas, el coronel Abdulá Hussein Salem, quien participa en las negociaciones militares y en la coordinación para el ingreso insurgente en Bani Walid, dijo que una de las opciones es permitir a los partidarios de Gadafi marcharse de la ciudad sin que sean perseguidos.
Sin embargo, se desconoce si las caravanas representan una acción importante tendente a escapar.
Un portavoz del nuevo consejo militar en Trípoli dijo que la dirección insurgente tenía conocimiento de las caravanas pero tenía pocos detalles.
"No se trataba de un gran número de soldados. Creemos que era un tipo de contingente de seguridad", expresó Anis Sharif.
En Bruselas, un funcionario de la OTAN dijo que la alianza carecía de información inmediata sobre las caravanas.
Los aviones de combate de la OTAN no patrullan normalmente a tanta profundidad en el sur del Sahara, dijo el funcionario, quien solicitó el anonimato de acuerdo con la política del bloque militar.
El portavoz de Gadafi, Musa Ibrahim, emitió declaraciones desafiantes en una llamada telefónica a la televisora siria al-Rai.
Ibrahim dijo que el gobernante derrocado tenía "salud excelente, planifica y organiza la defensa de Libia". El portavoz, quien los rebeldes creen se encuentra en Bani Walid, dijo que Gadafi y sus hijos permanecen en Libia.
"Estamos en lucha y en la resistencia a nombre de Libia y todos los árabes", dijo. "Continuamos fuertes y con capacidad para revertir el curso contra la OTAN", señaló el portavoz, aun cuando el régimen se derrumbó efectivamente hace más de una semana.