Obama pide al Congreso que apruebe su plan de empleo "sin juegos ni demoras"
Washington, AFP
El presidente de EEUU, Barack Obama, se rodeó de trabajadores el lunes para pedirle al Congreso que apruebe "sin juegos, sin política, sin demora", su plan de fomento al empleo por valor de 447.000 millones de dólares, que le enviará en las próximas horas.
En un nuevo desafío a la oposición republicana, Obama, rodeado de bomberos, policías y maestros, que según el mandatario serán beneficiados con su plan, exigió al Congreso que apruebe su proyecto.
"Este es un plan basado en las ideas de los demócratas y los republicanos y es un plan que el Congreso necesita aprobar. Sin juegos, sin política, sin demora", dijo el presidente.
"Este es un plan que devolverá empleos a la gente en todo el país. Este es un plan que ayudará a nuestra economía en un momento de crisis nacional", agregó, al tiempo que sostenía una copia del proyecto de ley.
El presidente, que todavía no pudo lograr una reforma migratoria, opinó también que la inmigración podría influir positivamente en el empleo.
"Creo que en algunos casos la inmigración puede fortalecer nuestra situación de empleo. En estos momentos no tenemos suficientes inmigrantes de educación superior que quieran venir a este país", explicó.
El desempleo estadounidense en general se sitúa en el 9,1%, y el hispano en el 11,3%.
Obama, cuya popularidad ha bajado significativamente según los sondeos, se quejó de que los republicanos pretendan hacer del tema del empleo un arma electoral de cara a los comicios de 2012, en vez de aprobar su "American Jobs Act", que presentó el jueves pasado ante ambas cámaras del Congreso.
El plan prevé reducir a la mitad las cotizaciones de trabajadores y empleados sobre salarios, e invertir 140.000 millones de dólares en medidas de promoción de empleos, como la recontratación de profesores y de personal de servicios de socorro, combatiendo así la tasa de desempleo.
Los republicanos, mayoría en la Cámara de Representantes del Congreso, han bloqueado iniciativas de Obama desde que ganaron las elecciones de mitad de mandato el año pasado, e insinuaron recientemente que aceptarán algunas partes del plan de Obama, pero no la totalidad.
El presidente de la Cámara de Representantes, el republicano John Boehner, saludó la iniciativa de Obama de mandar un proyecto de ley, pero advirtió que su partido tiene una "visión diferente" de lo que se necesita para reactivar la creación de empleos e impulsar la enlentecida recuperación económica.
Boehner prometió examinar el plan de Obama a la luz de las políticas económicas que implementó la Casa Blanca en sus primeros dos años de mandato, que, según los republicanos, fueron un fracaso.
"Espero que podamos trabajar juntos para implementar las mejores ideas de ambos partidos y ayudar a los estadounidenses a recuperar sus empleos", dijo Boehner.
Para financiar su plan de reactivación de 447.000 millones de dólares, la Casa Blanca reiteró este lunes que quiere terminar con beneficios impositivos de las familias cuyos ingresos anuales superan los 250.000 dólares y de otros sectores privilegiados en materia fiscal.
El director de presupuesto de la Casa Blanca, Jack Lew, aseguró que estas medidas generarían 467.000 millones de ingresos adicionales al fisco.
"Es urgente actuar tan rápido como sea posible", instó Lew (SNP: ^LEWY - noticias) en conferencia de prensa. "No creemos que sea conveniente aplazar todo hasta finales de año", agregó.
Sin embargo, los republicanos criticaron estas medidas, argumentando que en lugar de reactivar la economía, dañarán la creación de empleos al asfixiar al sector empresarial.
Luego del dramático bloqueo que impusieron los republicanos en el Congreso al alza del techo de la deuda federal en julio, la Casa Blanca estima que sus adversarios políticos están obligados a aceptar algunos aspectos del plan de Obama, aunque está consciente de que no le darán ninguna victoria de la que pueda pavonearse en la carrera electoral.
El presidente de EEUU, Barack Obama, se rodeó de trabajadores el lunes para pedirle al Congreso que apruebe "sin juegos, sin política, sin demora", su plan de fomento al empleo por valor de 447.000 millones de dólares, que le enviará en las próximas horas.
En un nuevo desafío a la oposición republicana, Obama, rodeado de bomberos, policías y maestros, que según el mandatario serán beneficiados con su plan, exigió al Congreso que apruebe su proyecto.
"Este es un plan basado en las ideas de los demócratas y los republicanos y es un plan que el Congreso necesita aprobar. Sin juegos, sin política, sin demora", dijo el presidente.
"Este es un plan que devolverá empleos a la gente en todo el país. Este es un plan que ayudará a nuestra economía en un momento de crisis nacional", agregó, al tiempo que sostenía una copia del proyecto de ley.
El presidente, que todavía no pudo lograr una reforma migratoria, opinó también que la inmigración podría influir positivamente en el empleo.
"Creo que en algunos casos la inmigración puede fortalecer nuestra situación de empleo. En estos momentos no tenemos suficientes inmigrantes de educación superior que quieran venir a este país", explicó.
El desempleo estadounidense en general se sitúa en el 9,1%, y el hispano en el 11,3%.
Obama, cuya popularidad ha bajado significativamente según los sondeos, se quejó de que los republicanos pretendan hacer del tema del empleo un arma electoral de cara a los comicios de 2012, en vez de aprobar su "American Jobs Act", que presentó el jueves pasado ante ambas cámaras del Congreso.
El plan prevé reducir a la mitad las cotizaciones de trabajadores y empleados sobre salarios, e invertir 140.000 millones de dólares en medidas de promoción de empleos, como la recontratación de profesores y de personal de servicios de socorro, combatiendo así la tasa de desempleo.
Los republicanos, mayoría en la Cámara de Representantes del Congreso, han bloqueado iniciativas de Obama desde que ganaron las elecciones de mitad de mandato el año pasado, e insinuaron recientemente que aceptarán algunas partes del plan de Obama, pero no la totalidad.
El presidente de la Cámara de Representantes, el republicano John Boehner, saludó la iniciativa de Obama de mandar un proyecto de ley, pero advirtió que su partido tiene una "visión diferente" de lo que se necesita para reactivar la creación de empleos e impulsar la enlentecida recuperación económica.
Boehner prometió examinar el plan de Obama a la luz de las políticas económicas que implementó la Casa Blanca en sus primeros dos años de mandato, que, según los republicanos, fueron un fracaso.
"Espero que podamos trabajar juntos para implementar las mejores ideas de ambos partidos y ayudar a los estadounidenses a recuperar sus empleos", dijo Boehner.
Para financiar su plan de reactivación de 447.000 millones de dólares, la Casa Blanca reiteró este lunes que quiere terminar con beneficios impositivos de las familias cuyos ingresos anuales superan los 250.000 dólares y de otros sectores privilegiados en materia fiscal.
El director de presupuesto de la Casa Blanca, Jack Lew, aseguró que estas medidas generarían 467.000 millones de ingresos adicionales al fisco.
"Es urgente actuar tan rápido como sea posible", instó Lew (SNP: ^LEWY - noticias) en conferencia de prensa. "No creemos que sea conveniente aplazar todo hasta finales de año", agregó.
Sin embargo, los republicanos criticaron estas medidas, argumentando que en lugar de reactivar la economía, dañarán la creación de empleos al asfixiar al sector empresarial.
Luego del dramático bloqueo que impusieron los republicanos en el Congreso al alza del techo de la deuda federal en julio, la Casa Blanca estima que sus adversarios políticos están obligados a aceptar algunos aspectos del plan de Obama, aunque está consciente de que no le darán ninguna victoria de la que pueda pavonearse en la carrera electoral.