Miles de egipcios atacan la Embajada de Israel en El Cairo
Una multitud derriba parcialmente el muro de hormigón de 2,5 metros de altura que rodea el edificio y tira por la ventana "miles de documentos oficiales".- El embajador israelí abandona el país. -La tensión entre ambos países no deja de crecer. -El ataque causa 448 heridos
El Cairo, El País
Las repercusiones diplomáticas del asalto por una multitud de egipcios a la Embajada de Israel en El Cairo no paran de crecer. Mientras casi 2.000 personas siguen luchando a brazo partido con la policía en los alrededores del recinto, el embajador israelí -Yitzhak Levanon-, su familia y parte del personal de la Embajada han salido del país en un avión del Ejército israelí. Un gabinete de crisis egipcio se ha reunido y fruto de ello el ministro del Interior del país ha declarado el estado de alerta y ha cancelado las vacaciones de la policía en todo el país. El presidente de EE UU, Barack Obama ha expresado su preocupación en un mensaje de la Casa Blanca, ha llamado al Gobierno de Egipto a asegurar la seguridad de la Embajada israelí y se ha entrevistado con primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, para expresarle su "gran preocupación".
El conflicto, que ya ha dejado oficialmente 448 heridos y 17 detenidos, se ha desencadenado cuando cientos de manifestantes egipcios han atacado durante la noche la Embajada. Primero lograron derrumbar parte del muro que la protege -de 2,5 metros de alto- con martillos y barras de metal. Después invadieron el edificio y una treintena de ellos lanzó por las ventanas del edificio de 21 plantas miles de documentos. Un funcionario israelí en Jerusalén dijo a Reuters que los papeles arrojados parecían ser "folletos y formularios que estaban en el vestíbulo" y que los manifestantes solo alcanzaron la entrada del edificio, no el interior. Sin embargo, un periodista de France Fresse dice haber constatado que algunos de los documentos procedían de los servicios diplomáticos israelíes y parecían correos de funcionarios a homólogos egipcios.
Durante las primeras horas del asalto, la policía se limitó a tratar de contener a los manifestantes, pero no impidió que se derribara parte del muro. Ante ello el ministro de Defensa israelí, Ehud Barak, anunció en un comunicado que había pedido a Estados Unidos ayuda para proteger la Embajada.
Los manifestantes prendieron fuego a varios vehículos alrededor del recinto diplomático. Ya de madrugada se han escuchado tirosen el área, según testigos citados por France Presse. Los asaltantes también trataron de atacar una comisaría cercana, pero fueron rechazados con gas lacrimógeno, aunque sí lograron quemar cuatro coches de la policía. El Ejército despegó tanques alrededor de la Embajada y la policía tuvo que terminar usando gases y cañones de agua para despejar la zona.
Otro grupo de manifestantes se dirigió a la sede del Ministerio del Interior, símbolo de la represión del anterior régimen, y prendió fuego a una parte del edificio. La sede de la televisión estatal también sufrió daños en los disturbios.
Las protestas comenzaron en la plaza de Tahrir, donde miles de personas participaban en una marcha para pedir que se aceleren las reformas políticas y el fin de los juicios a civiles en tribunales militares. El descontento y la progresiva desconfianza hacia la junta militar que dirige la transición democrática alimentan las marchas de protesta que se repiten desde la caída de Hosni Mubarak en febrero. Una de las consignas más repetidas en la manifestación ante la Embajada era "El pueblo quiere la caída del mariscal", en alusión al jefe del consejo militar Hussein Tantawi, la máxima autoridad en el país desde la caída de Mubarak.
La tensión entre ambos países es creciente tras la salida del poder de Hosni Mubarak en Egipto debido a las revueltas populares. La alianza -forjada en los acuerdos de paz de Camp David firmados por Menahem Begin y Anuar el Sadat en 1978- se rompió entonces y entró definitivamente en crisis con la muerte accidental de cinco policías egipcios a cargo del Ejército hebreo, en una operación de Israel tras un ataque de milicianos palestinos.
El Cairo, El País
Las repercusiones diplomáticas del asalto por una multitud de egipcios a la Embajada de Israel en El Cairo no paran de crecer. Mientras casi 2.000 personas siguen luchando a brazo partido con la policía en los alrededores del recinto, el embajador israelí -Yitzhak Levanon-, su familia y parte del personal de la Embajada han salido del país en un avión del Ejército israelí. Un gabinete de crisis egipcio se ha reunido y fruto de ello el ministro del Interior del país ha declarado el estado de alerta y ha cancelado las vacaciones de la policía en todo el país. El presidente de EE UU, Barack Obama ha expresado su preocupación en un mensaje de la Casa Blanca, ha llamado al Gobierno de Egipto a asegurar la seguridad de la Embajada israelí y se ha entrevistado con primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, para expresarle su "gran preocupación".
El conflicto, que ya ha dejado oficialmente 448 heridos y 17 detenidos, se ha desencadenado cuando cientos de manifestantes egipcios han atacado durante la noche la Embajada. Primero lograron derrumbar parte del muro que la protege -de 2,5 metros de alto- con martillos y barras de metal. Después invadieron el edificio y una treintena de ellos lanzó por las ventanas del edificio de 21 plantas miles de documentos. Un funcionario israelí en Jerusalén dijo a Reuters que los papeles arrojados parecían ser "folletos y formularios que estaban en el vestíbulo" y que los manifestantes solo alcanzaron la entrada del edificio, no el interior. Sin embargo, un periodista de France Fresse dice haber constatado que algunos de los documentos procedían de los servicios diplomáticos israelíes y parecían correos de funcionarios a homólogos egipcios.
Durante las primeras horas del asalto, la policía se limitó a tratar de contener a los manifestantes, pero no impidió que se derribara parte del muro. Ante ello el ministro de Defensa israelí, Ehud Barak, anunció en un comunicado que había pedido a Estados Unidos ayuda para proteger la Embajada.
Los manifestantes prendieron fuego a varios vehículos alrededor del recinto diplomático. Ya de madrugada se han escuchado tirosen el área, según testigos citados por France Presse. Los asaltantes también trataron de atacar una comisaría cercana, pero fueron rechazados con gas lacrimógeno, aunque sí lograron quemar cuatro coches de la policía. El Ejército despegó tanques alrededor de la Embajada y la policía tuvo que terminar usando gases y cañones de agua para despejar la zona.
Otro grupo de manifestantes se dirigió a la sede del Ministerio del Interior, símbolo de la represión del anterior régimen, y prendió fuego a una parte del edificio. La sede de la televisión estatal también sufrió daños en los disturbios.
Las protestas comenzaron en la plaza de Tahrir, donde miles de personas participaban en una marcha para pedir que se aceleren las reformas políticas y el fin de los juicios a civiles en tribunales militares. El descontento y la progresiva desconfianza hacia la junta militar que dirige la transición democrática alimentan las marchas de protesta que se repiten desde la caída de Hosni Mubarak en febrero. Una de las consignas más repetidas en la manifestación ante la Embajada era "El pueblo quiere la caída del mariscal", en alusión al jefe del consejo militar Hussein Tantawi, la máxima autoridad en el país desde la caída de Mubarak.
La tensión entre ambos países es creciente tras la salida del poder de Hosni Mubarak en Egipto debido a las revueltas populares. La alianza -forjada en los acuerdos de paz de Camp David firmados por Menahem Begin y Anuar el Sadat en 1978- se rompió entonces y entró definitivamente en crisis con la muerte accidental de cinco policías egipcios a cargo del Ejército hebreo, en una operación de Israel tras un ataque de milicianos palestinos.