Los escándalos rodean a Nicolas Sarkozy a siete meses de las elecciones
París, AFP
Maletines con dinero de dictadores africanos, financiación ilegal e inculpación de dos allegados por corrupción, uno de ellos testigo de su matrimonio: a siete meses de las elecciones presidenciales, varios escándalos rodean al mandatario francés, Nicolas Sarkozy, con el riesgo de golpear a la derecha.
El procesamiento de dos allegados al presidente galo por corrupción y financiación ilegal volvió a dirigir la atención hacia el jefe de Estado, que en mayo de 2012 aspirará a un segundo mandato de cinco años.
Nicolas Bazire, jefe de gabinete del ex primer ministro Edouard Balladur (1993-1995) y director de su campaña para las elecciones presidenciales de 1995 (en las que su jefe perdió frente a Jacques Chirac), y Thierry Gaubert, consejero de comunicación de Sarkozy hasta mediados de los 90, fueron procesados por el juez Renaud Van Ruymbeke. Nicolas Sarkozy era ministro de Presupuesto y portavoz de esa campaña.
Tras la inculpación, el Elíseo desmintió cualquier vínculo entre el presidente y la financiación de la campaña de Balladur afirmando que "el señor Nicolas Sarkozy nunca ejerció la más mínima responsabilidad en la financiación de esa campaña", calificando de "calumnia y manipulación politiquera" los lazos que pudieron establecerse.
"El nombre del jefe de Estado no aparece en ningún elemento" de la causa y "no fue citado por ningún testigo o participante en este caso", aseguró también la presidencia francesa.
Van Ruymbeke investiga un presunto circuito financiero establecido para la venta de submarinos a Pakistán -y fragatas a Arabia Saudí- en 1994 que posibilitó el retorno de forma ilegal a Francia de parte del dinero que habría servido para financiar la campaña presidencial de Balladur.
Esa red de corrupción empezó a ser investigada a raíz del atentado que el 8 de mayo de 2002 costó la vida en Karachi (Pakistán) a 15 personas, entre éstas 11 franceses que trabajaban en la construcción de los submarinos en cuestión y que durante muchos años fue atribuido a la red Al Qaeda.
El juez está averiguando los vínculos de Bazire y Gaubert con el empresario franco-libanés Ziad Takiedin, intermediario en la venta de armas. Bazire, testigo en la boda de Nicolas Sarkozy y Carla Bruni en febrero de 2008, es número dos del grupo de lujo LVMH de Bernard Arnault.
"La investigación del 'caso Karachi' se acerca a Sarkozy", afirmaba este jueves el diario Le Monde. Curiosamente fueron los testimonios de las esposas de esos dos allegados a Sarkozy los que pusieron el dedo en la llaga.
Una de ellas, la princesa Helena de Yugoslavia, esposa de Gaubert, dijo al juez -según el sitio Mediapart y la revista Le Nouvel Observateur- que su marido acompañó a Suiza a Takieddine en 1994 y 1995 para buscar maletines "llenos de billetes" que entregaba a Bazire, que en su oficina tenía una caja fuerte.
El caso, que la oposición ya califica de "asunto de Estado político-financiero" sale a la luz días después del "alucinante relato", según la prensa, del abogado franco-libanés Robert Bourgi afirmando que entre 1997 y 2005 entregó al presidente Chirac y a su primer ministro Dominique de Villepin -enemigo jurado de Sarkozy- maletines con unos "20 millones de dólares" enviados por dirigentes africanos.
Bourgi se apresuró a aclarar en todas las radios en las que fue entrevistado que en 2005, el entonces ministro del Interior Nicolas Sarkozy, ya candidato al Elíseo, le dijo: "El reinado de los maletines, se acabó". Pero dirigentes de la oposición recordaron que en estos años Bourgi fue "consejero oficioso" del presidente para las relaciones con África.
Sarkozy fue mencionado también en el caso de la multimillonaria heredera de L'Oreal, una de las fortunas que respaldó su llegada a la presidencia en 2007. "Estaría bien que el presidente, que defendía una República irreprochable, se explique sobre todos estos casos", afirmó el diputado socialista Pierre Moscovici, jefe de campaña de François Hollande, que según una nueva encuesta sigue siendo favorito delante de Sarkozy, único candidato de la derecha.
Maletines con dinero de dictadores africanos, financiación ilegal e inculpación de dos allegados por corrupción, uno de ellos testigo de su matrimonio: a siete meses de las elecciones presidenciales, varios escándalos rodean al mandatario francés, Nicolas Sarkozy, con el riesgo de golpear a la derecha.
El procesamiento de dos allegados al presidente galo por corrupción y financiación ilegal volvió a dirigir la atención hacia el jefe de Estado, que en mayo de 2012 aspirará a un segundo mandato de cinco años.
Nicolas Bazire, jefe de gabinete del ex primer ministro Edouard Balladur (1993-1995) y director de su campaña para las elecciones presidenciales de 1995 (en las que su jefe perdió frente a Jacques Chirac), y Thierry Gaubert, consejero de comunicación de Sarkozy hasta mediados de los 90, fueron procesados por el juez Renaud Van Ruymbeke. Nicolas Sarkozy era ministro de Presupuesto y portavoz de esa campaña.
Tras la inculpación, el Elíseo desmintió cualquier vínculo entre el presidente y la financiación de la campaña de Balladur afirmando que "el señor Nicolas Sarkozy nunca ejerció la más mínima responsabilidad en la financiación de esa campaña", calificando de "calumnia y manipulación politiquera" los lazos que pudieron establecerse.
"El nombre del jefe de Estado no aparece en ningún elemento" de la causa y "no fue citado por ningún testigo o participante en este caso", aseguró también la presidencia francesa.
Van Ruymbeke investiga un presunto circuito financiero establecido para la venta de submarinos a Pakistán -y fragatas a Arabia Saudí- en 1994 que posibilitó el retorno de forma ilegal a Francia de parte del dinero que habría servido para financiar la campaña presidencial de Balladur.
Esa red de corrupción empezó a ser investigada a raíz del atentado que el 8 de mayo de 2002 costó la vida en Karachi (Pakistán) a 15 personas, entre éstas 11 franceses que trabajaban en la construcción de los submarinos en cuestión y que durante muchos años fue atribuido a la red Al Qaeda.
El juez está averiguando los vínculos de Bazire y Gaubert con el empresario franco-libanés Ziad Takiedin, intermediario en la venta de armas. Bazire, testigo en la boda de Nicolas Sarkozy y Carla Bruni en febrero de 2008, es número dos del grupo de lujo LVMH de Bernard Arnault.
"La investigación del 'caso Karachi' se acerca a Sarkozy", afirmaba este jueves el diario Le Monde. Curiosamente fueron los testimonios de las esposas de esos dos allegados a Sarkozy los que pusieron el dedo en la llaga.
Una de ellas, la princesa Helena de Yugoslavia, esposa de Gaubert, dijo al juez -según el sitio Mediapart y la revista Le Nouvel Observateur- que su marido acompañó a Suiza a Takieddine en 1994 y 1995 para buscar maletines "llenos de billetes" que entregaba a Bazire, que en su oficina tenía una caja fuerte.
El caso, que la oposición ya califica de "asunto de Estado político-financiero" sale a la luz días después del "alucinante relato", según la prensa, del abogado franco-libanés Robert Bourgi afirmando que entre 1997 y 2005 entregó al presidente Chirac y a su primer ministro Dominique de Villepin -enemigo jurado de Sarkozy- maletines con unos "20 millones de dólares" enviados por dirigentes africanos.
Bourgi se apresuró a aclarar en todas las radios en las que fue entrevistado que en 2005, el entonces ministro del Interior Nicolas Sarkozy, ya candidato al Elíseo, le dijo: "El reinado de los maletines, se acabó". Pero dirigentes de la oposición recordaron que en estos años Bourgi fue "consejero oficioso" del presidente para las relaciones con África.
Sarkozy fue mencionado también en el caso de la multimillonaria heredera de L'Oreal, una de las fortunas que respaldó su llegada a la presidencia en 2007. "Estaría bien que el presidente, que defendía una República irreprochable, se explique sobre todos estos casos", afirmó el diputado socialista Pierre Moscovici, jefe de campaña de François Hollande, que según una nueva encuesta sigue siendo favorito delante de Sarkozy, único candidato de la derecha.