La oposición siria se organiza y el régimen se apoya en su aliada Rusia

Damasco, AFP
La oposición siria expresó este domingo su deseo de unirse para lograr la caída del régimen, mientras el presidente Bashar Al Asad, cuyas fuerzas siguen reprimiendo la revuelta, se apoyaba en su aliado ruso.

"Hay que acabar con el régimen tiránico. Hay que derrocar a la tiranía y (a los agentes de) seguridad. Acogemos a todos los que no tengan sangre en las manos", declaró Hasan Abdel Azim, uno de los responsables de la oposición, durante una rueda de prensa en Damasco.

Abdel Azim es el coordinador general del Comité Nacional para el Cambio Democrático (CNCD), que se reunió el sábado cerca de Damasco. Agrupa a partidos "nacionalistas árabes", kurdos, socialistas y marxistas, así como a personalidades independientes, entre ellas el escritor Michel Kilo y el economista Aref Dalila.

El sábado, el CNCD eligió a su Consejo Central, integrado por 80 miembros, entre ellos un 25% formado por "jóvenes revolucionarios", los militantes que lanzaron el movimiento y lo animan a través de internet.

Otras dos instancias de la oposición fueron creadas a finales de agosto en Turquía. El "Consejo Nacional", mayoritariamente integrado por islamistas, y el "Consejo Nacional de transición sirio", dirigido por un académico, exiliado en París, Burhan Ghaliun.

Por otra parte, el presidente sirio alabó este domingo la posición "equilibrada" de Rusia, una potencia tradicionalmente aliada, al recibir a una delegación de parlamentarios rusos, anunció la agencia oficial Sana.

Asad se congratuló de "la posición rusa equilibrada y constructiva, en favor de la seguridad y la estabilidad de Siria", escenario desde el 15 de marzo del movimiento de protesta contra el régimen.

Ante los parlamentarios rusos, Asad denunció "intentos de desestabilización de Siria mediante operaciones terroristas armadas" y advirtió contra "cualquier intervención extranjera, que amenaza con dividir a los Estados de la región", según Sana.

La delegación rusa llegó el sábado con el objetivo de facilitar un proceso de negociaciones entre el régimen y la oposición.

Rusia se opone a cualquier resolución del Consejo de Seguridad de la ONU que condene la represión llevada a cabo por el régimen de Asad y asegura que los manifestantes deben optar por vías pacíficas.

Según la ONU, la represión en Siria causó más de 2.600 muertos, en gran parte civiles, desde mediados de marzo pasado.

La revuelta en Siria será abordada el martes, al margen de la Asamblea General de la ONU en Nueva York, por el presidente estadounidense, Barack Obama, y el primer ministro turco, Recep Tayyip Erogan, quien recientemente dijo, aludiendo a Asad, que la era de los dirigentes "opresores" terminó.

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