La FAO advierte de que las actuales inundaciones de Pakistán son las más graves
Roma, EP
La Organización para la Alimentación y la Agricultura de Naciones Unidas (FAO) ha advertido este viernes de que las actuales inundaciones del sur de Pakistán han causado la destrucción del 73 por ciento de los cultivos y del 67 por ciento de las reservas de alimentos y son, de hecho, más graves que las que sufrió el país en 2010.
En un comunicado, la FAO advirtió de que los campesinos afectados por las lluvias torrenciales y las inundaciones en el sur de Pakistán necesitan "con urgencia" la ayuda de los donantes "para hacer frente a una calamidad de mayor gravedad que la provocada por las devastadoras inundaciones del pasado año".
La organización pretende recaudar 18,9 millones de dólares (casi 14 millones de euros) para cubrir las necesidades urgentes de millones de familias rurales en las provincias de Sindh y Baluchistán. La petición lanzada por la FAO forma parte del último llamamiento de la ONU para Pakistán, cuyo objetivo es aportar ayuda de emergencia para la ganadería y paquetes agrícolas para más de 300.000 familias necesitadas.
Las lluvias torrenciales del monzón que comenzaron a mediados del pasado agosto han destruido o dañado el 73 por ciento de los cultivos y el 67 por ciento de las reservas de alimentos en los distritos afectados en la provincia de Sindh y han causado la muerte de cerca de 78.000 cabezas de ganado. "Millones de personas están en una situación de indigencia y se enfrentan a un futuro incierto", indicó la FAO.
Esta nueva catástrofe, según el organismo, se produce antes de que las familias afectadas por las inundaciones del año pasado pudieran empezar a recuperarse, especialmente en el Sindh, que no recibió tanta ayuda como otras provincias del país en 2010.
"La lluvia y las inundaciones han aumentado el riesgo de perder más activos ganaderos de vital importancia, y para muchos ha significado otra oportunidad perdida de plantar trigo y otros cultivos esenciales", manifestó la FAO.
GANADO Y CULTIVOS
Una de las principales prioridades en estos momentos es evitar más pérdidas de ganado. Al menos cinco millones de animales que han sobrevivido se encuentran en peligro ya que carecen de piensos o de cobijo y se enfrentan a un mayor riesgo de enfermedades que les debiliten y a las infestaciones de parásitos intestinales.
"Cerca del 80 por ciento de la población en la zona afectada depende de la agricultura o la ganadería para su subsistencia", aseguró el coordinador superior de Emergencias y Rehabilitación de la FAO, Luigi Damiani. "Estos animales representan a menudo los ahorros de toda una vida de una familia", añadió.
Aparte, la destrucción de los cultivos "ha eliminado la fuente presente y futura de alimentos e ingresos de los campesinos, con un deterioro vertiginoso de la situación humanitaria, a menos que llegue ayuda de forma inmediata", advirtió la FAO.
Antes de las lluvias de 2011, se calculaba que las familias afectadas por las inundaciones de 2010 necesitarían entre tres y cuatro temporadas agrícolas para recuperarse. P"ara muchas comunidades del Pakistán meridional, el nuevo desastre ha agravado las pérdidas provocadas por las inundaciones del pasado año, que se retiraron demasiado tarde en muchas zonas del Sindh como para permitir la siembra de invierno", indicó la organización.
La FAO, junto con el Programa Mundial de Alimentos (PAM), dirige el GrupoInterorganismos de Seguridad Alimentaria en Pakistán, en colaboración con la autoridad nacional de gestión de catástrofes y los Ministerios implicados. El total de las necesidades de financiación del Grupo de Seguridad Alimentaria alcanzan los 174 millones de dólares (128,5 millones de euros).
La ayuda de la FAO a Pakistán durante las inundaciones del pasado año alcanzó a siete millones de personas por medio de insumos agrícolas vitales, apoyo a la ganadería y la reparación de los sistemas de irrigación. Ello fue posible gracias a la financiación de Australia, Bélgica, Canadá, el Fondo Central de Respuesta a Emergencias, el departamento de ayuda humanitaria y protección civil de la Comisión Europea (ECHO), la Unión Europea, el Fondo Internacional de Desarrollo Agrícola (FIDA), Italia, Suecia, Reino Unido y Estados Unidos.
La Organización para la Alimentación y la Agricultura de Naciones Unidas (FAO) ha advertido este viernes de que las actuales inundaciones del sur de Pakistán han causado la destrucción del 73 por ciento de los cultivos y del 67 por ciento de las reservas de alimentos y son, de hecho, más graves que las que sufrió el país en 2010.
En un comunicado, la FAO advirtió de que los campesinos afectados por las lluvias torrenciales y las inundaciones en el sur de Pakistán necesitan "con urgencia" la ayuda de los donantes "para hacer frente a una calamidad de mayor gravedad que la provocada por las devastadoras inundaciones del pasado año".
La organización pretende recaudar 18,9 millones de dólares (casi 14 millones de euros) para cubrir las necesidades urgentes de millones de familias rurales en las provincias de Sindh y Baluchistán. La petición lanzada por la FAO forma parte del último llamamiento de la ONU para Pakistán, cuyo objetivo es aportar ayuda de emergencia para la ganadería y paquetes agrícolas para más de 300.000 familias necesitadas.
Las lluvias torrenciales del monzón que comenzaron a mediados del pasado agosto han destruido o dañado el 73 por ciento de los cultivos y el 67 por ciento de las reservas de alimentos en los distritos afectados en la provincia de Sindh y han causado la muerte de cerca de 78.000 cabezas de ganado. "Millones de personas están en una situación de indigencia y se enfrentan a un futuro incierto", indicó la FAO.
Esta nueva catástrofe, según el organismo, se produce antes de que las familias afectadas por las inundaciones del año pasado pudieran empezar a recuperarse, especialmente en el Sindh, que no recibió tanta ayuda como otras provincias del país en 2010.
"La lluvia y las inundaciones han aumentado el riesgo de perder más activos ganaderos de vital importancia, y para muchos ha significado otra oportunidad perdida de plantar trigo y otros cultivos esenciales", manifestó la FAO.
GANADO Y CULTIVOS
Una de las principales prioridades en estos momentos es evitar más pérdidas de ganado. Al menos cinco millones de animales que han sobrevivido se encuentran en peligro ya que carecen de piensos o de cobijo y se enfrentan a un mayor riesgo de enfermedades que les debiliten y a las infestaciones de parásitos intestinales.
"Cerca del 80 por ciento de la población en la zona afectada depende de la agricultura o la ganadería para su subsistencia", aseguró el coordinador superior de Emergencias y Rehabilitación de la FAO, Luigi Damiani. "Estos animales representan a menudo los ahorros de toda una vida de una familia", añadió.
Aparte, la destrucción de los cultivos "ha eliminado la fuente presente y futura de alimentos e ingresos de los campesinos, con un deterioro vertiginoso de la situación humanitaria, a menos que llegue ayuda de forma inmediata", advirtió la FAO.
Antes de las lluvias de 2011, se calculaba que las familias afectadas por las inundaciones de 2010 necesitarían entre tres y cuatro temporadas agrícolas para recuperarse. P"ara muchas comunidades del Pakistán meridional, el nuevo desastre ha agravado las pérdidas provocadas por las inundaciones del pasado año, que se retiraron demasiado tarde en muchas zonas del Sindh como para permitir la siembra de invierno", indicó la organización.
La FAO, junto con el Programa Mundial de Alimentos (PAM), dirige el GrupoInterorganismos de Seguridad Alimentaria en Pakistán, en colaboración con la autoridad nacional de gestión de catástrofes y los Ministerios implicados. El total de las necesidades de financiación del Grupo de Seguridad Alimentaria alcanzan los 174 millones de dólares (128,5 millones de euros).
La ayuda de la FAO a Pakistán durante las inundaciones del pasado año alcanzó a siete millones de personas por medio de insumos agrícolas vitales, apoyo a la ganadería y la reparación de los sistemas de irrigación. Ello fue posible gracias a la financiación de Australia, Bélgica, Canadá, el Fondo Central de Respuesta a Emergencias, el departamento de ayuda humanitaria y protección civil de la Comisión Europea (ECHO), la Unión Europea, el Fondo Internacional de Desarrollo Agrícola (FIDA), Italia, Suecia, Reino Unido y Estados Unidos.