Islandia empieza a juzgar a un ex primer ministro por la bancarrota de 2008

Reikiavik, EP
El juicio al ex primer ministro islandés Geir Haarde por su responsabilidad en el hundimiento del sistema financiero de Islandia en el año 2008, cuando presidía el Gobierno, se inició este lunes en Reikiavik ante un tribunal especial.

Con traje oscuro y corbata azul, Haarde, de 60 años, llegó acompañado por su esposa y con semblante distendido a la Casa de la Cultura, elegida para albergar el Landsdomur, único tribunal habilitado para juzgar a ministros o ex ministros, constató un periodista de la AFP.

Esta es la primera vez que se convoca el Landsdomur en un proceso que el acusado ha tildado de "farsa" y cuya defensa va a pedir que se retiren todas las acusaciones. Por decisión del Parlamento (Althingi), Haarde es el único responsable político que tendrá que comparecer ante la justicia para dilucidar su eventual responsabilidad en la crisis financiera que llevó a la bancarrota a grandes bancos islandeses.

Para sus abogados, esto constituye una "trato desigual ante la ley". Por ello piden la retirada de las acusaciones contra su defendido, según un documento transmitido a la AFP. "Al inculpar solo a una persona sobre bases arbitrarias, sin fundamento objetivo ni razón legal, afirmamos que el Althingi ha violado la Constitución islandesa, que prevé un trato equitable ante la ley", indica la defensa.

Y recuerda que una comisión parlamentaria encargada de determinar las responsabilidades individuales de los miembros del gobierno ha propuesto la "inculpación de cuatro personas".

La defensa pretende también impugnar al procurador del Althingi así como su investigación, ya que considera que "no ha habido una verdadera investigación criminal" y que "el acta de acusación no está clara y las acusaciones no son suficientemente precisas ante la ley".

En una entrevista concedida a la AFP en julio, Haarde calificó este proceso de "farsa política escenificada por viejos enemigos políticos".

"Hemos salvado al país de la bancarrota", insistió, afirmando que si su gobierno y él hubieran actuado de otra forma cuando los bancos cayeron en bancarrota en 2008, la economía nacional hubiera sufrido todavía más.

Cuando el sector financiero islandés se hundió, los tres principales bancos del país contaban con activos equivalentes al 923% del Producto Interno Bruto (PIB) de Islandia.

"Nos vimos obligados a abandonarlos. Se arruinaron. Y ahora se ha demostrado que era lo que había que hacer", dijo Haarde. "El sistema bancario se hundió, pero la economía real, el conjunto de la capacidad productiva del país, sigue intacta y sigue funcionando", subrayó.

Para el profesor de ciencias políticas en la Universidad de Islandia en Reikiavik, Gunnar Helgi Kristinsson, los "chanchullos y rencillas personales han pesado mucho" en los problemas actuales de Haarde.

El actual ministro de Finanzas Steingrimur Sigfusson, presidente del partido Izquierda Verde, reprochó a Haarde la ausencia de medidas para "minimizar los daños" de la crisis. Aseguró a la AFP que su apreciación no es "política o personal".

El jefe del Partido de la Independencia (derecha) que dirigía el país desde mediados de 2006, tuvo que abandonar el poder a principios de 2009 para calmar a una población colérica a raíz de la crisis y la profunda recesión que provocó. La economía del país ha vuelto a crecer y los observadores estiman que el país podría no necesitar los últimos tramos de un préstamo concedido por el FMI.

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