Exfuncionarios de Morales apoyan marcha indígena contra carretera en Bolivia

Bolivia, AFP
Un ex embajador boliviano en Estados Unidos y un ex connotado viceministro, ambos bajo la gestión del presidente Evo Morales, además de activistas sociales de izquierda, se sumaron a una marcha de nativos en Bolivia que se oponen a una carretera en un parque ecológico, con críticas a la línea ideológica gubernamental.
"Somos un grupo variado de ciudadanos que ha decidido apoyar a los hermanos indígenas, (para) sumarse a la marcha e intentar volver con ellos a La Paz", dijo a la AFP, el ex embajador en Estados Unidos y ex periodista, Gustavo Guzmán.

Guzmán, junto al ex viceministro de Tierras, Alejandro Almaraz, el activista por el agua Oscar Olivera y el dirigente de los regantes de Cochabamba, Omar Fernández, junto a unas 20 personas están en Yucumo, a 320 km al noreste de La Paz, y a 7 de Chaparina, donde nativos indígenas están impedidos por la Policía de seguir su marcha hacia la sede de Gobierno.

"No debería ser sorprendente (nuestra acción), dada la actitud del gobierno, a propósito del desvarío de sus objetivos iniciales", afirmó el ex diplomático, quien estuvo en funciones hasta fines de 2008, cuando fue expulsado de Washington, luego de que Morales declarara persona no grata al embajador norteamericano y lo echó del país, acusándolo de haber apoyado un supuesto complot de derecha contra su gobierno.

"Está dando el gobierno, a estas alturas, un inocultable giro ideológico y político en un sentido contrario al del proceso de cambio (como se llama a la línea gubernamental)", dijo por su lado Almaraz, ex viceministro de Tierras, quien fue reemplazado sin muchas explicaciones oficiales el año pasado.

Almaraz fue quien dirigió desde que llegó Morales al poder en 2006 una agresiva política de expropiación de tierras improductivas en manos de ricos latifundistas y la liberación de indígenas guaraníes que vivían en estado de semiservidumbre al este del país.

"Fuimos del gobierno en función de determinadas convicciones que son las mismas que nos tienen ahora en esa movilización", acotó a la AFP.

"Queremos que el gobierno gobierne para los bolivianos y no para los grandes intereses transnacionales brasileños que están detrás de destruir el (territorio indígena) TIPNIS", señaló el activista social Oscar Olivera.

"Se han encontrado recursos naturales muy importantes como gas y petróleo" en la reserva de un millón de hectáreas, señaló Olivera, quien dijo que Brasil pretende beneficiar a la brasileña Petrobras.

El activista comandó en 2000 una rebelión en Cochabamba (centro), contra los planes de privatización del servicio de distribución de agua durante el gobierno derechista del fallecido presidente Hugo Banzer, que fue conocida como la 'guerra del agua'.

Cuando cruzaron el corte de rutas en Yucumo, para dirigirse hacia Chaparina, los activistas fueron acusados a gritos por manifestantes oficialistas de ser "traidores", constataron periodistas locales.

En la ciudad de Santa Cruz (este), el ministro de Interior, Sacha Llorenti, sin referirse específicamente a los activistas de izquierda, aseguró que "podemos encontrar de manera contundente un vínculo entre ciertos dirigentes (de la marcha indígena) con el gonismo", en referencia al entorno que gobernó con el expresidente liberal y rico empresario minero, Gonzalo Sánchez de Lozada, (2001-2002), quien huyó a Estados Unidos, tras ser depuesto por una revuelta popular.

Explicó que Jaime Aparicio, ex embajador de Sánchez de Lozada en Estados Unidos, elaboró una demanda de los indígenas ante la Comisión Interamericana de Derechos Humanos de la OEA, para frenar la carretera de 300 km que cruzará el territorio indígena y reserva natural TIPNIS, en el centro del país.

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