Discreto: Argentina le ganó 1-0 a Venezuela con gol de cabeza de Otamendi
Calcuta, India, Agencias
En un día de fecha FIFA el negocio del Fútbol armó un partido en la India entre Argentina y Venezuela. ¡Increíble!. Aunque lo atrayente era el debut de Alejandro Sabella en este nuevo ciclo al frente del seleccionado y la presencia de Messi que revolucionó Calcuta y deliró a los simpatizantes locales en el Estadio.
Argentina no mostró cosas muy nuevas. Quizás, lo único novedoso fue la inclusión del ex jugador de Vélez hoy del Inter, Ricardo Álvarez. Y ya que estamos con el tema decir que estuvo algo tibio, lo que demuestra que la selección no es lo mismo que un equipo.
El desafío de los entrenadores que pasen por el seleccionado mientra juegue Messi, es armar un equipo sólido en defensa y que el rosarino esté bien acompañado en ofensiva. Este último punto es el menos complejo porque, independientemente de los apellidos, hay jugadores potables.
El problema es lo otro. Argentina, si bien no se puede ser contundente con el análisis en estos primeros movimientos de Sabella, no jugó bien en defensa en los primeros 45'. En especial por el sector izquierdo, zona derecha del ataque venezolano. Los dirigidos por Farías contragolpearon y fueron muy peligrosos en varias acciones por ese sector.
No hubo una buena cobertura defensiva entre Marcos Rojo y Ricardo Álvarez en ese sector y por eso fue aprovechada la franja por los venezolanos con las subidas del lateral y de César González.Fue un gran problema para Argentina en el primer tiempo este punto, además de terminar arrinconada peligrosamente en los minutos finales por los venezolanos.
Argentina, en ofensiva, sabemos como es la historia. Dependemos exclusivamente de lo que haga Messi. Y eso no es que este mal. Es tanto el desequilibrio que el chico del Barcelona genera cada vez que inicia un ataque que los demás sólo deben acompañar. Si estos que acompañan lo hacen bien y suman precisión con astucia, la jugada se torna sumamente peligrosa.
Argentina tiene un plus con Messi por más que en este país se lo objete. Discusiones de lado, si Messi no sería argentino todo seria mucho más complicado de lo que es. Venezuela es un equipo que mantiene el orden dentro de sus posibilidades y sólo lo perdió cuando Messi desequilibró. Y fue en varias ocasiones. es algo imposible de controlar. No es una falencia perder el orden defensivo cuando se juega contra Messi. Confirmado.
Hasta el punto que el árbitro local, encandilado con la figura del rosarino, regaló un par del faltas al borde del área para que el jugador del Barcelona, dueño excluyente de las pelotas detenidas, clavara algún gol para que deliren los indios en el Estadio.
Lo de Luis González en el seleccionado no es nuevo, aunque no termina de cerrar su rendimiento. Con Gonzalez y Alvarez en el medio por los costados y con el 4-3-3 como sistema, hay que cuidar lo defensivo y las coberturas porque son jugadores que piensan más en atacar que en equilibrar la zona de defensa. Es un tema para ajustar seguramente. Para jugar así se necesitan jugadores del estilo de lo que era Simeone, para graficarlo. Se necesita más de estilos 'mixtos' que ofensivos o sólo defensivos. Por eso que jugar por las bandas no es sencillo si pretendemos equilibrio en el equipo.
En el complemento salió mejor Venezuela y Argentina perdió ritmo, si lo comparamos con el primer tiempo. En los primeros 15' hasta Messi pasó inadvertido. Y el problema es que cuando eso sucede, el equipo es como que muere. A todo esto, Venezuela profundizaba sus ataques por el sector mencionado e hizo trabajar demasiado al arquero argentino Romero. Síntoma de peligro.
Recién cuando promediaba la segunda etapa, Argentina retomó el control de las acciones y arrimó algo de peligro con algunas jugadas. Lo tuvo primero Higuaín, después Pastore (ingresó por Álvarez) y por último Messi. Hasta que llegó el gol de Otamendi de cabeza a los 25' tras el córner de Messi.
Este gol de Nicolás Otamendi, algo inesperado por la forma porque Venezuela ganó siempre en el juego áereo por altura, abrió el juego y desordenó a Venezuela que fue por el empate de forma intempestiva pero poco inteligente. A falta de 10' Argentina estaba más cerca del segundo que Venezuela del empate. Sucedió que Messi volvió a conectarse un poco con el partido y por eso el seleccionado pudo marcar algún gol más en los minutos finales.
El juego se fue apagando en los minutos finales con el control del equipo argentino ante un rival que ya se había entregado. De todas formas, fue muy digno y complicó por momentos demasiado.
Sabella finalmente debutó y el partido le dejó muchas enseñanzas y certezas, Lo que hay que solucionar es cuando el equipo se repliega y es atacado de contragolpe. Los medios externos son claves en cualquier equipo y en este caso, Alvarez y Gonzalez, no dan garantías de equilibrio. Al menos en estos puestos. Sabella tiene que trabajar. Al menos, ya pudo ver los primeros movimientos.