Detectan en EEUU vínculos de indígenas marchistas con ex presidente Sánchez de Lozada
La Paz, Abi
El ministro de Gobierno, Sacha Llorenti, reveló el miércoles que en Estados Unidos se descubrieron vínculos de los indígenas que marchan desde el pasado 15 de agosto en oposición a la construcción de la carretera Villa Tunari-San Ignacio de Moxos, con el ex presidente Gonzalo Sánchez de Lozada (Goni), prófugo en ese país y acusado en Bolivia de genocidio.
En una teleconferencia de prensa, Llorenti, que acompaña al presidente Evo Morales en Nueva York en la Asamblea de las Naciones Unidas, dijo que esos vínculos tienen la intención de desestabilizar al Gobierno a través de una ofensiva política.
"Nos llegó información contundente, inapelable y directa de la relación de algunos dirigentes indígenas de la marcha con el 'gonismo' que vive aquí en Estados Unidos", denunció.
Llorenti anunció que a su retorno a La Paz mostrara las pruebas "fehacientes" de la relación que existe entre dirigentes indígenas "con la gente de Sánchez de Lozada".
Recordó que ya en una anterior oportunidad advirtieron varios elementos que contaminaron la marcha de la Confederación de Pueblos Indígenas de Bolivia (CIDOB) y se denunció oportunamente "la ofensiva gonista con el propósito de frenar el proceso de transformaciones estructurales".
Lamentó que esa ofensiva "gonista" tenga que ver con una conspiración política de la derecha nacional e internacional.
Anticipó que en la sede la Organización de Naciones Unidas (ONU) se reunieron con representantes de una Organización No Gubernamental (ONG), en la que, tras una explicación, entendieron esa posición.
El Ministro de Gobierno se refirió también a la presencia de efectivos policiales en Yucumo y ratificó que la misión exclusiva de los uniformados es evitar un posible enfrentamiento entre marchistas indígenas y 20 sectores movilizados, entre ellos, los interculturales que protagonizan una vigilia y que piden se inicie el diálogo para resolver ese conflicto.
"El objetivo de la Policía no es intervenir, ni impedir la marcha, sino evitar un enfrentamiento entre dos grupos de civiles, y esperemos se puedan sentar en una mesa, hablar y debatir las diferencias que tienen", sustentó.
El ministro de Gobierno, Sacha Llorenti, reveló el miércoles que en Estados Unidos se descubrieron vínculos de los indígenas que marchan desde el pasado 15 de agosto en oposición a la construcción de la carretera Villa Tunari-San Ignacio de Moxos, con el ex presidente Gonzalo Sánchez de Lozada (Goni), prófugo en ese país y acusado en Bolivia de genocidio.
En una teleconferencia de prensa, Llorenti, que acompaña al presidente Evo Morales en Nueva York en la Asamblea de las Naciones Unidas, dijo que esos vínculos tienen la intención de desestabilizar al Gobierno a través de una ofensiva política.
"Nos llegó información contundente, inapelable y directa de la relación de algunos dirigentes indígenas de la marcha con el 'gonismo' que vive aquí en Estados Unidos", denunció.
Llorenti anunció que a su retorno a La Paz mostrara las pruebas "fehacientes" de la relación que existe entre dirigentes indígenas "con la gente de Sánchez de Lozada".
Recordó que ya en una anterior oportunidad advirtieron varios elementos que contaminaron la marcha de la Confederación de Pueblos Indígenas de Bolivia (CIDOB) y se denunció oportunamente "la ofensiva gonista con el propósito de frenar el proceso de transformaciones estructurales".
Lamentó que esa ofensiva "gonista" tenga que ver con una conspiración política de la derecha nacional e internacional.
Anticipó que en la sede la Organización de Naciones Unidas (ONU) se reunieron con representantes de una Organización No Gubernamental (ONG), en la que, tras una explicación, entendieron esa posición.
El Ministro de Gobierno se refirió también a la presencia de efectivos policiales en Yucumo y ratificó que la misión exclusiva de los uniformados es evitar un posible enfrentamiento entre marchistas indígenas y 20 sectores movilizados, entre ellos, los interculturales que protagonizan una vigilia y que piden se inicie el diálogo para resolver ese conflicto.
"El objetivo de la Policía no es intervenir, ni impedir la marcha, sino evitar un enfrentamiento entre dos grupos de civiles, y esperemos se puedan sentar en una mesa, hablar y debatir las diferencias que tienen", sustentó.