Gobierno: Exigencias de la CIDOB no tienen piso porque atenta contra reivindicaciones nacionales
La Paz, Abi
Las exigencias planteadas por los dirigentes de la marcha de indígenas del oriente al ponerse a la construcción de una carretera que vincule directamente al oriente y al occidente no tienen piso porque atentan contra la integración, afirmó el Ministro de la Presidencia, Carlos Romero.
Entrevista por el canal estatal, Romero subrayó que la mayoría de los marchistas "no saben por qué marchan hacia La Paz, una vez que fueron engañados por sus dirigentes".
Refrendó las declaraciones del presidente Evo Morales, en sentido de que la marcha es alentada, no por intereses de los pueblos del Territorio Indígena Parque Nacional Isiboro Sécure, sino por empresarios madereros que no quieren que se ponga al descubierto sus actividades ilegales en esa región.
Agregó que, además, por detrás de la marcha hay intereses políticos de oposición con el respaldo de Estados Unidos para atentar contra la unidad y nexo entre los pueblos indígenas con un Gobierno indígena.
"Eso se comprueba ante los registros de comunicaciones telefónicas entre dirigentes de los marchistas con funcionarios de la embajada de Estados Unidos en La Paz, con mayor frecuencia en los días en que se inició la movilización", anotó.
"A requerimiento fiscal se entregó el registro de llamadas, no para saber su contenido, la petición es por seguridad de Estado, el Gobierno quiere un esclarecimiento por ser un tema delicado, por eso convocamos en la Cancillería al asesor de negocios de los EEUU para que informe", remarcó.
"Es lamentable ver hermanos indígenas engañados, utilizados, abandonados y sin saber por qué están inmersos en esta marcha", indicó.
Agregó que iniciaron la marcha sin dar a conocer al Gobierno en forma previa sus demandas, solamente decían que se oponían a que la carretera no pase por el centro del TIPNIS.
"Después aparecieron con que tenían 13 demandas que después se convirtieron en 16, pero con el agregado que muchas de ellas atentan contra el proceso de desarrollo económico y la integración vial en todo el país porque se oponen a la construcción de caminos, explotación de hidrocarburos, entre otros, hay una incoherencia discursiva", enfatizó.
Hizo patente su convencimiento que el fondo de esta movilización tiene como objetivo central "romper al Estado por la columna vertebral porque rechazan la construcción de carreteras, piden la anulación de las leyes y otros".
"El tono en sus peticiones es duro, porque buscan que Bolivia no debe vender gas y anular los bonos Juancito Pinto y Juana Azurduy, además de la renta Dignidad y que el Estado no tenga recursos para derivarlos las regiones para su desarrollo", puntualizó.
Pese a ello, el Ejecutivo reiteró su voluntad de dialogar con los dirigentes de los marchistas, pero bajo un escenario positivo y no de confrontación, como es el objetivo de los sectores que están detrás de la movilización.
Las exigencias planteadas por los dirigentes de la marcha de indígenas del oriente al ponerse a la construcción de una carretera que vincule directamente al oriente y al occidente no tienen piso porque atentan contra la integración, afirmó el Ministro de la Presidencia, Carlos Romero.
Entrevista por el canal estatal, Romero subrayó que la mayoría de los marchistas "no saben por qué marchan hacia La Paz, una vez que fueron engañados por sus dirigentes".
Refrendó las declaraciones del presidente Evo Morales, en sentido de que la marcha es alentada, no por intereses de los pueblos del Territorio Indígena Parque Nacional Isiboro Sécure, sino por empresarios madereros que no quieren que se ponga al descubierto sus actividades ilegales en esa región.
Agregó que, además, por detrás de la marcha hay intereses políticos de oposición con el respaldo de Estados Unidos para atentar contra la unidad y nexo entre los pueblos indígenas con un Gobierno indígena.
"Eso se comprueba ante los registros de comunicaciones telefónicas entre dirigentes de los marchistas con funcionarios de la embajada de Estados Unidos en La Paz, con mayor frecuencia en los días en que se inició la movilización", anotó.
"A requerimiento fiscal se entregó el registro de llamadas, no para saber su contenido, la petición es por seguridad de Estado, el Gobierno quiere un esclarecimiento por ser un tema delicado, por eso convocamos en la Cancillería al asesor de negocios de los EEUU para que informe", remarcó.
"Es lamentable ver hermanos indígenas engañados, utilizados, abandonados y sin saber por qué están inmersos en esta marcha", indicó.
Agregó que iniciaron la marcha sin dar a conocer al Gobierno en forma previa sus demandas, solamente decían que se oponían a que la carretera no pase por el centro del TIPNIS.
"Después aparecieron con que tenían 13 demandas que después se convirtieron en 16, pero con el agregado que muchas de ellas atentan contra el proceso de desarrollo económico y la integración vial en todo el país porque se oponen a la construcción de caminos, explotación de hidrocarburos, entre otros, hay una incoherencia discursiva", enfatizó.
Hizo patente su convencimiento que el fondo de esta movilización tiene como objetivo central "romper al Estado por la columna vertebral porque rechazan la construcción de carreteras, piden la anulación de las leyes y otros".
"El tono en sus peticiones es duro, porque buscan que Bolivia no debe vender gas y anular los bonos Juancito Pinto y Juana Azurduy, además de la renta Dignidad y que el Estado no tenga recursos para derivarlos las regiones para su desarrollo", puntualizó.
Pese a ello, el Ejecutivo reiteró su voluntad de dialogar con los dirigentes de los marchistas, pero bajo un escenario positivo y no de confrontación, como es el objetivo de los sectores que están detrás de la movilización.